La cima del Etna

Tras 90 minutos de trabajo duro, llegamos, por fin, al punto más alto que podíamos alcanzar, ¡muy cerca de la cima! La cumbre como tal estaba cubierta por nubes, pero fue increíble darnos cuenta de que estábamos tan cerca.

De vez en cuando las nubes se alejaban, así que podíamos ver la nieve que había en la ladera de la montaña.

Había grandes extensiones de roca y el gas del volcán aparecían ante nosotros y se iba hacia la siguiente montaña.

Si mirábamos levemente hacia abajo, podíamos ver la altura real a la que estábamos... ¡A unos 3300 metros por encima del nivel del mar! Fue realmente una experiencia de montaña. Después empezamos a descender de nuevo.

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