Si hay un restaurante en Cartagena que conozco bien, ese es el Paso de los Elefantes. Voy allí todos los fines de semana y ya he perdido la cuenta de cuando empezó todo esto. Lo he visto crecer como bar y restaurante, y ahora es como cinco veces más grande de lo que lo era cuando empecé a ir. Así que sí, tenía que hablaros de él, porque no podía ser de otra manera.
¿Dónde está?
El Paso de los Elefantes, o El Paso para los amigos, está en la Plaza Doña Juana la Loca, un poco a caballo entre la Urbanización Mediterráneo y San Antón.
Se puede llegar fácilmente en coche, y tiene una parada de autobús justo detrás del restaurante por la que pasa la línea 5.
Decoración
Sin duda, una de las cosas que más me gustan del sitio, es la decoración. El restaurante tiene como una zona más estilo bar, con barra y algunas mesas, pero además tiene varios salones de celebraciones y una terraza. Uno de los salones, que no es exclusivamente de celebración está ambientado en África, y es digno de admiración porque es precioso. Justo a la entrada, te recibe un elefante gigante, que llama mucho la atención de los niños, y las paredes están todas decoradas con motivos y cuadros africanos. Además, hay algún que otro sillón de decoración en el que la gente suele echarse fotos.
En el salón te puedes sentar en las mesas, o en una especie de vagonetas que imitan a las de un tren, y que le dan ese toque especial al restaurante. Es el lugar preferido de muchos para comer.
Otro de los salones, también tiene un elefante, para mantenerse fiel al nombre, y si no recuerdo mal, alguna de las paredes está decorada con una partitura de música.
Pero no nos vamos a engañar, como el de África, no hay ninguno.
Comida y precios
Es un restaurante completo, completísimo que ha ido agrandando la carta a medida que han pasado los años. Así que se puede comer prácticamente de todo. Desde tapas, combinados hasta entrecots, y paellas por encargo o dependiendo del día.
Si digo que todo está buenísimo, seguramente me quedaría corta. En cuanto a bocadillos, siempre recomiendo el bocadillo que comparte nombre con el restaurante; el Paso, aunque solo para aquellos a los que le gusten los bocadillitos un poco grasientos con hamburguesa y bacon.
En cuanto a plato más elaborado, mi favorito creo que siempre será el secreto ibérico, eso sí, que esté bien hecho y acompañado de patatas fritas y pimientos verdes.
Los postres, la tarta de la abuela es uno de los favoritos, aunque ahora preparan casi de todo.
Lo mejor de todo, yo diría que los precios. Si vamos allí todas las semanas es por algo, y más particularmente porque cumple las tres B: bueno, bonito y barato.
Además, el servicio es rapidísimo, no como en otros restaurantes donde entre que te traen la bebida y la comida han pasado cuarenta y cinco minutos. Aquí no, lo que pides, lo tienes en poquísimo tiempo, y nunca te hacen esperar para pagar la cuenta o pedir el postre.
Y esto tiene bastante mérito teniendo en cuenta que siempre están hasta arriba.
El servicio también es muy agradable y cuando ya conoces a los camareros, aún lo es más. Eso sí, un sitio muy tranquilo no esperéis, ya sabéis que los españoles gritamos mucho, y cuando se junta tanta gente en un mismo salón, el silencio brilla por su ausencia. Aunque sí es verdad, que quizás en los otros salones se pueda disfrutar de algo más de tranquilidad.
Como digo, es un lugar que siempre está lleno, ya sea con gente que va a tomar algo, cumpleaños, comuniones, etc. Parece que todo el mundo quiere tener su mesa allí, y ya os digo, que por algo será. Suele estar excesivamente lleno en época de comuniones, donde apenas dan a basto, y en las fiestas de San Antón después de Navidad. Como el barrio está de fiestas, el Paso también, y sacan una barra a la calle, donde se puede pedir pulpo y calamares bien ricos.
No creo que haga falta un apartado en el que os cuente mi experiencia, porque como podéis deducir, es cien por cien positiva. Así que si hay un restaurante que de verdad os recomiendo en Cartagena, es este. Cierto es que pilla un poco alejado del centro, pero mejor, más fácil aparcar.