Guía para aprovechar al máximo los días lluviosos en Budapest
En Bulgaria hay una novela popular (adaptada más tarde en una película) titulada «Nada mejor que el mal tiempo». Si bien se trata de una verdadera obra maestra de la literatura (y se ha convertido en un icono tanto para los hogareños como para los más románticos), esta afirmación es una especie de bofetada a los viajeros que ven frustrado su afán de explorar un nuevo lugar por culpa de las tormentas, la lluvia u otros caprichos de la naturaleza.
Cuando llegamos mi amigo y yo a Budapest la semana pasada, nos recibieron cielos encapotados y un pronóstico meteorológico aún más sombrío para el día siguiente. Con gran decepción tuvimos que descartar nuestro meticulosamente planeado itinerario de 48 horas e idear un plan B sobre cómo pasar nuestro tiempo en la capital húngara. Aquí dejo algunos consejos para disfrutar de Budapest incluso cuando el tiempo no está de tu parte.
1. Visita los increíbles bares en ruinas de la ciudad
No es casualidad que empiece con este consejo: ¡los bares en ruinas son enormes en Budapest! Para los que no les suene el concepto, los bares en ruinas (también conocidos como pubs en ruinas) son edificios abandonados que han sido reutilizados para satisfacer las altas expectativas de las almas artísticas, los ávidos bebedores o los alegres extrovertidos que están entusiasmados por hablar con gente nueva.
Aunque no animo a beber de día, sí que recomiendo que pares en algunos bares en ruinas no sólo de noche, sino también durante el día. La razón es simple: estos pubs son ni más ni menos que un museo o una galería de arte moderno. Es difícil describirlos con palabras... sobre todo porque se necesita un vocabulario rico de Shakespeare y toneladas de tiempo libre solo para hacer una lista de todas las cosas tan aleatorias y que parece que no pegan nada entre sí con las que están repletos los bares. Estoy hablando de bolas de discoteca, bañeras, pinturas llenas de simbolismo religioso, garabatos extraños en las paredes, cosas de carnavales, parques de atracciones o simplemente la típica cocina de estilo socialista de tu tía, etc. La experiencia es extraordinaria, es casi como si te pasearas por la mente de un loco.
Szimpla Kert es probablemente el mayor éxito de Budapest en lo que se refiere a bares en ruinas. Aunque puede que de noche esté bastante lleno, es muy fácil de explorar por la tarde, con solo algún turista pasando por delante de la cámara en el momento exacto para arruinar una foto que habría sido perfecta para Instagram. Otro bar que me impresionó mucho fue Instant: sin duda un premio para los amantes de la noche con una experiencia en ir de club en club difícil de seguir.
2. Relájate en los Baños Szechenyi
Budapest es famosa por sus baños termales minerales. Te gusten mucho los spas o no, considera visitar los Baños Szechenyi, que no sólo están a cerca del centro de la ciudad, sino que además su arquitectura e interior son impresionantes y magníficos. También puedes elegir entre el pack que mejor se adapte a ti entre una amplia variedad de paquetes a precios asequibles.
3. Amantes de la comida, daros el placer de disfrutar platos tradicionales húngaros
Para mí, probar la cocina local es clave en cualquier viaje. Por suerte la comida de Budapest no es para subestimarla. Si eres un fanático de la carne, asegúrate de pedir un tazón de gulash casero, una sopa hecha de carne y verduras, o pörkölt (guiso de carne). Para lo que les gusten los dulces, la tarta Dobos y el pastel en forma de cilindro «kürtőskalács o chimney cake» no serán una decepción.
¿Te preguntas dónde pillar uno? En vez de recomendarte un restaurante en concreto, te aconsejo que vayas al barrio judío y sigas tu instinto a cualquier sitio que te lleve. Lo más probable es que no te decepcione.
¿Estás interesado en probar marcas locales de alcohol? Solo tienes que pedirle al camarero una lista de vinos húngaros (son bastante buenos y asequibles) o cervezas. Si te sientes atrevido y aventurero tienes que probar el palinka, un tipo de brandy local muy fuerte.
4. Visita el Parlamento
Aunque no lo sepas, has visto el Parlamento húngaro: es uno de los edificios emblemáticos de Budapest que aparece en casi todas las fotos o postales. La buena noticia es que está abierto a los visitantes; la mala noticia es que las colas para entrar son larguísimas, así que te conviene reservar las entradas online con anticipación. Solo están permitidas las visitas guiadas, pero no son caras: si eres ciudadano de la UE mayor de 18 años, puedes disfrutar de un paseo instructivo por el edificio de 45 minutos por el edificio por 2000 HUF (unos 6, 5 €).
5. Coge el tranvía y disfruta de un precioso paseo por el Danubio
No sé tú, pero yo suelo evitar los autobuses favoritos de los turistas que les llevan a las atracciones más populares de la ciudad. Sin embargo, la capital húngara ofrece una buena alternativa: la línea 2 del tranvía de Budapest pasa por los mayores puntos de interés de la ciudad, como el Parlamento y el Castillo. Probablemente por esto los habitantes y los turistas de Budapest la conocen como la «línea turística».
Dependiendo del tiempo que te quedes en Budapest, puedes optar por un billete de 24 o 72 horas para sacar provecho del sistema de transporte público tan bien organizado (incluidos tranvías, autobuses, trolebuses y metro). La relación calidad-precio es excelente: un billete de 24 horas cuesta 1650 HUF (unos 5, 4 €), y se puede usar también para viajar desde y hacia el aeropuerto.
Ojalá puedas disfrutar de las calles de Budapest sin la molestia de la lluvia y las bajas temperaturas, pero, por desgracia, ningún el seguro de viaje cubre el mal tiempo. Así que si acabas en la fría y/o lluviosa Budapest, acuérdate de este post. Los más valientes también se podrían comprar un paraguas o un sombrero con la famosa frase «I love Budapest» (que luego sirve como un bonito recuerdo de la ciudad húngara).
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