Redescubriendo Bruselas

¡Hola a todos, viajeros! En la entrada de hoy voy a hablaros de mi última visita a la capital belga: Bruselas.

La razón por la que he titulado esta entrada Redescubriendo Bruselas es porque eso es precisamente lo que hice este verano, en mi segunda visita a la capital belga. Yo había estado en la ciudad hacía ya unos cinco años, y no la recordaba especialmente memorable. Pero lo cierto es que después de volver a recorrerme Bruselas durante un par de días a comienzos de julio, me encantó. A continuación os voy a contar cómo fue mi viaje a esta preciosa ciudad. 

Qué ver 

Empezaré diciedo que con dos días tienes más que suficiente para recorrerte Bruselas. Obviamente, el tiempo que necesites pasar en la capital dependerá de lo que quieres visitar, pero por lo general yo creo que en 48 horas puedes visitar la ciudad muy bien, ya que es relativamente pequeña y los monumentos a ver están bastante cerca unos de otros. 

• Manneken Pis

La escultura del Manneken Pis es sin duda el símbolo por excelencia de Bruselas, ya que es uno de los monumentos más conocidos de la ciudad. Está situada muy céntrica, a tan sólo un pequeño paseo desde la plaza central. Hay muchas leyendas e historias que cuentan de dónde salió este niño meón tan popular, pero lo cierto es que en la realidad la figura que vemos no es la original, sino una réplica de ésta. El ayuntamiento tomó la decisión de sustituir la original porque había sido robada varias veces. 

La primera vez que visité Bruselas tuve la "mala" suerte de ver al Manneken Pis vestido, y tenía la esperanza de poder verle en su forma original en este segundo viaje. Pero para mi sorpresa, la estatua estaba vestida otra vez. Esta tradición de ponerle ropa al Manneken Pis me parece bastante interesante, y ante todo divertida, pero también creo que estaría bien dejarle en su estado original de vez en cuando...

La escultura en sí no es nada del otro mundo, y además es de un tamaño muy pequeño. Hay una verja alrededor, y normalmente suele estar rodeada de turistas así que buena suerte para sacarte la foto con el Manneken Pis sin que salga nadie más... 

• La Grand Place

La Grand Place de Bruselas es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, y además está reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Tiene muchísima historia, y los edificios que la forman impresionan muchísimo, porque mires donde mires es una auténtica pasada. Aquí enontramos el ayuntamiento de la ciudad, que tiene una torre de casi cien metros de altura, y la oficina de turismo. La plaza en sí está bastante concurrida, ya que es uno de los sitios más visitados de Bruselas, así que encontrarás muchos turistas, y sobre todo muchos restaurantes y cafeterías (bastante más caros que la media, todo sea dicho). 

Hay veces en los que se hacen espectáculos de luces projectadas en la fachada principal de la plaza. En este segundo viaje que hice no tuve oportunidad de verlo, pero recuerdo que cuando vine por primera vez a Bruselas, por la noche hicieron uno y fue realmente bonito. Además, en la plaza suelen celebrarse muchos eventos (conciertos, mercadillos etc.) así que infórmate según las fechas en las que vayas. 

• Iglesia de Notre-Dame du Sablon

La Iglesia de Notre-Dame du Sablon es una de las más conocidas de la ciudad de Bruselas, y una de las cosas que más me gustaron fue la portada de su entrada. El interior también es precioso, y cuenta con dos capillas de estilo barroco, a pesar de que la iglesia en general presenta características del gótico. He de admitir que me encanta cuando los monumentos tienen detalles de distinos periodos artísticos, y por eso esta iglesia me pareció interesante de ver. Otro detalle espectacular de esta iglesia son las coloridas vidrieras, que tienen una enorme altura, y son muy bonitas. Te recomiendo que visites la iglesia cuando se esté poniendo el sol porque la luz permitirá que la veas en su máximo esplendor. 

• Atomium 

El Atomium es otro de los símbolos más reconocidos de Bruselas. Es una construcción de hierro que representa, como su propio nombre indica, un átomo. Es uno de los monumentos más contemporáneos de la ciudad, ya que se construyó con motivo de una Exposición Universal que tuvo lugar en la ciudad. Sinceramente, la estructura en sí deja bastante que desear, y como está un poco alejada de lo que es el casco urbano de Bruselas, yo casi te diría que no merece la pena visitarlo. Sí que es cierto que las vistas desde las burbujas de acero inoxidable que forman el Atonium son bonitas, pero en el fondo ves la ciudad desde lejos, no el centro, así que a mí gusto tampoco fue para tanto. 

Está abierto todos los días y la entrada son 8 euros para estudiantes, y 12 para adultos. La entrada al Atomium puedes combinarla con la entrada al parque de Mini-Europa, un parque temático que se encuentra justo al lado en el que podrás ver maquetas y construcciones en miniatura de los monumentos más conocidos de nuestro continente. Esta idea es buena si vas con niños, pero si os digo la verdad a mí no me gustó demadiado. Si decides combinar ambas visitas, son unos 20 euros para estudiantes, y 22 para adultos. Para llegar tienes varias opciones: en metro puedes coger la línea 6 hasta la estación de Heysel, o bien el autobús 84 y 88. El tranvía número 51 también llega hasta el Atomium, y la parada recibe el mismo nombre que la de metro. 

• Catedral de Bruselas 

La Catedral de Bruselas, también conocida como la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, es la iglesia católica más reconocida de todo el país. Es de estilo gótico, y aunque su construcción comenzó en el siglo XIII, resulta curioso que no alcanzó el rango de catedral hasta el siglo pasado. Su interior es muy bonito, pero lo que realmente impresiona es la parte del exterior de la catedral. Está abierta todos los días hasta las 6 de la tarde, excepto los sábados que cierra a las 15.30h. 

Qué hacer

• Café Delirium

Delirium Café es un establecimiento muy conocido entre los visitantes de Bruselas, hasta el punto que se ha convertido en un sitio muy frecuentado por turistas. Este café fue inaugurado en 2003, y se hizo realmente famoso cuando ganó, un año después, el Record Guiness mundial por tener una carta de más de 2.000 variedades de cerveza distintas, aunque en la actualidad cuenta con unas 3.000. El sitio es realmente acogedor, aunque en nuestra visitas no tuvimos el placer de poder visitarlo bien porque se estaba jugando un partido de fútbol del mundial y estaba repleto de gente. Aún así, si tienes la oportunidad deberías visitarlo porque es muy bonito y su decorado llama bastante la atención. Hay varios establecimientos de Delirium repartidos por Bruselas, pero el más conocido es que el que se encuentra en la calle de Impasse de la Fidélité, a tan solo unos metros de la Grand Place, pasado el Manneken Pis. 

Abre todos los días hasta las 4 de la mañana, y los domingos hasta las 2. 

• Gofres

Sin duda alguna, probar los gofres en la capital belga es completamente obligatorio. Realmente sería poco útil recomendar un sitio específicamente, porque en Bruselas te encuentras un sitio donde poder tomar gofres en cada esquina, y la verdad es que todos tienen la misma calidad, como mucho puede que varíe el precio. Cuando vayas vas a poder comprobar que hay calles que huelen siempre a gofres recién hechos, y además tienen toppings muy variados, y podrás ponerle lo que más te apetezca. Merece la pena probar aunque sea uno, porque además son relativamente baratos, por 2 euros tienes un gofre recién hecho con sirope de lo que quieras. 

Moverte por Bruselas 

Visitar Bruselas es bastante fácil, porque los monumentos están bastante cerca, y moverse por el casco urbano es fácil si vas andando. A mí que personalmente me gusta mucho pasear, fui a todas partes caminando, porque además eso te permite ver la ciudad de otra manera y acabar en callejuelas realmente bonitas casi sin darte cuenta. Si lo tuyo no es pasear, siempre puedes moverte en transporte público, ya sea en autobús, tranvía o metro.