Castillo de Bran

Como supondrás por su nombre, el castillo de Bran está en Bran (Rumanía) y si no sabes por qué deberías visitar este castillo, ahora te lo digo: porque es el famoso castillo del conde Drácula, el lugar donde nació el mito. No te contaré la historia ni del castillo ni de Vlad Tepeš, también conocido como conde Drácula, porque creo que es mejor que la leas y que la vivas una vez vayas allí. Además, creo que cada cual interpreta la leyenda de una forma.

Bran queda muy cerca de Brasov, aunque el castillo y la ciudad no están muy bien conectados. Si tienes coche, no hay problema, pero en caso negativo, supongo que lo mejor es que vayas en taxi. El precio por viaje es de 35 EUR (150 RON). Para mi sorpresa, el taxi que nos llevó a nosotros era un Škoda, algo raro porque el 99 % de los taxis en Rumanía son Dacia. Por cierto, esta tarifa de 35 EUR es de viaje de ida y vuelta y el taxista se espera una hora y media para que visites el castillo. O al menos así fue para nosotros. En cualquier caso, si tienes que coger dos taxis te resultará más caro. De hecho, creo que la mejor forma de desplazarse no solo en Brasov, sino en Rumanía en general, es en taxi, porque en comparación con otros países de Europa del Este (e incluso Hungría) es muy barato.

En la ciudad hay una especie de mercadillo tradicional donde venden comida rumana, souvenirs, helado y, por supuesto, objetos relacionados con Drácula o con el castillo. Evidentemente, los ingresos principales (por no decir los únicos) de la ciudad vienen del turismo. Esto se aprecia por el número de pensiones en la ciudad y por la cantidad de gente que visita el castillo.

La entrada al castillo cuesta 6 EUR para adultos y 2, 4 EUR para estudiantes, un precio bastante razonable, creo yo. Hay un patio muy bonito con un pozo en el centro. Desde la parte de arriba del castillo, se puede disfrutar de una magnífica vista panorámica de los alrededores.

Antes de visitar el castillo, lo único que sabía es que iba del conde Drácula y de vampiros, pero tras visitarlo aprendí muchísimo sobre su historia y la historia de Rumanía. En el interior del castillo, encontrarás información interesante de Vlad Tepeš, el sanguinario príncipe que inspiró a Stoker para crear al conde Drácula, pero también de todos los propietarios del castillo desde que se construyó.

Cada habitación tiene una función distinta. Algunas muestran el mobiliario "original" de otras épocas, la mayoría de cuando el castillo pertenecía al último rey de Rumanía y su familia; otras habitaciones sirven como museo. También te enseñan que durante la época comunista, el castillo fue confiscado y establecido como propiedad del Estado, pero recientemente fue devuelto a los sucesores del rey, que hoy en día son los gerentes de este sitio turístico.

Cuando visitamos el castillo, había una exposición de dibujos infantiles en una de las salas y te pedían que votases el dibujo que más te gustara.

Por último, quiero compartir una de mis cosas favoritas del castillo: unas vigas de madera pintadas (y suelos) que me parecieron geniales y están muy bien conservados.

No hace falta que seas fan de Drácula o de los vampiros para disfrutar del castillo. Es una de las mayores atracciones turísticas de la zona (puede que incluso de Rumanía) y vale la pena visitarlo si estás cerca. Si vas, te recomiendo que te pases también por Brasov. Ambos sitios son un plan genial para una excursión de fin de semana.