Como he dicho en la anterior publicación, antes de ir al volcán muerto hay que pasar por la aldea, la aldea de Racos, una aldea muy pequeñita que te hará sumergirte cien por cien en la cultura de Rumanía.
El castillo
Se trata de un castillo no muy grande el cual se puede visitar gracias a una persona que vive en la casa que se encuentra justo en frente, es un habitante del pueblo que tiene las llaves del castillo.
¿Cuánto se paga para entrar?
Recuerdo que muy poco, o incluso la voluntad, en el caso de tener que pagar creo que era un euro por persona o así.
Nosotros solo lo vimos desde fuera, le dimos una vuelta para verlo por todos lados y ya, todo lleno de verde, no pudimos entrar porque la persona de la que os hablo no abría la puerta. Cuando llegamos había un horario e indicaba llamar a la puerta cuando llegas, nosotros llegamos dentro del horario establecido pero como nadie nos abrió no conseguimos entrar
Una aldea muy original
En nuestro paseo por la aldea nos encontramos a estas gallinas y pavospaseando por allí junto a nosotros.
Como se puede ver al fondo, la gente tenía fuera de la casa cosas típicas de ropa rumana puestas tipo para venderlas en puestos, pero las mujeres se encontraban dentro, no había casi nadie por las calles, supongo que también por el frío, igual en otras épocas del año hay más turismo, pero se ve que es un pueblo al que van turistas, si no estas mujeres no tendrían estos puestos para vender, se trata de mujeres muy mayores que salen si te acercas a mirar alguna de las prendas. Entre las prendas se encuentran sobre todo cosas de abrigo: bufandas, gorros típicos de allí, guantes...etc. Todo esto se encuentra en una calle que sube al castillo.
La venta de pan
Por lo visto allí todos los turistas que van compran un pan casero que ¡está buenísimo!, nosotros compramos uno de 3kilos, no éramos los únicos, había en ese momento también otros turistas a los cuáles cuando los vimos con semejante pan les preguntamos donde lo habían comprado. Este pan lo hacen allí mismo a mano sobre la marcha delante de vosotros y te lo dan recién hechocalentito y está buenísimo, nosotros casi nos comemos la mitad solo, sin nada. Y justo al lado de donde se compra hay unas mesitas donde sentarte a comer, lo suyo es llevarte algo de comida allí y comer allí con el pan.
Este nuestro super pan de 3 kilos sobre la mesa antes de deborarlo.
Donde lo venden es una casa donde hay varias personas trabajando, es un lugar genial, espectacular, diferente, original...
Aquí podemos ver a las personas de la aldea haciendo sus panes caseros gigantes a mano.