Descubriendo el barrio del Born
Durante mi estancia en Barcelona, tuve la suerte de vivir a un paso de El Born, también conocido como La Ribera. El Born es uno de mis barrios favoritos de la ciudad, por sus callejuelas sinuosas, su ambiente bohemio y sus distintas plazas donde puedes sentarte y disfrutar de una caña. Además, aquí también se encuentra el Parque de la Ciutadella, mi espacio verde favorito de la ciudad de Barcelona. En realidad, estoy haciendo este post como una excusa para revivir recuerdos, porque hoy os voy a contar algunos de mis lugares favoritos de la zona.
(Banderas en la calle de Carders que dan un toque de color a las calles).
Comida
Es difícil saber por dónde empezar en esta zona, así que elegiré uno al azar: Costa Pacífico. Creo que ya sabréis lo mucho que me gusta el ceviche, y eso es lo que me ha motivado a ir a este restaurante mexicano. Por lo general, cuando hablo con alguien sobre el ceviche, suelo hacer un monólogo sobre las delicias de la cocina peruana, pero esta vez vamos a centrarnos en la comida mexicana. El restaurante Costa Pacífico tiene mesas y asientos en el interior, con vistas a la plaza de enfrente. Fui una vez allí y me senté dentro. Bajo las brillantes luces del restaurante, el personal iba muy atareado y no era precisamente lo que se diga simpático; aunque tengo que decir que el servicio fue rápido, no me puedo quejar de eso. Pero lo que realmente brilla en este lugar es la comida. Fui allí una noche de junio para cenar algo ligero, empezando con guacamole y unas tortillas. El guacamole estaba delicioso, un poco picante, ácido, con trocitos, y hecho con aguacates maduros. Además, había un montón, y eso nunca es algo malo; para mí nunca hay suficiente aguacate.
Para el plato principal, tenía (sorpresa, sorpresa) ¡ceviche clásico! El ceviche mexicano se sirve de forma diferente a la versión peruana: no tiene boniato, choclo (un tipo de maíz) ni cancha (maíz tostado), sino que se sirve con rodajas de aguacate (no estaba bromeando cuando os he dicho que para mí nunca hay suficiente aguacate) y tortillas de maíz. Puede que sea un poco más pequeño, pero no significa que haya menos. Los sabores del pescado blanco y la leche de tigre eran deliciosos y refrescantes, logrando así una mezcla de sabores increíble. El zumo de lima, el chile, la cebolla morada y las hierbas son una combinación excelente, sin importar con lo que venga acompañado. Mi amigo, que no le gustan mucho las especias (algo increíble), se pidió tacos de camarón, que también se veían deliciosos. Estaba muy ocupada devorando mi propio plato como para probar otro, así que lo único que puedo deciros es que tenía buena pinta.
En cuanto a la bebida (siempre me pido alguna), pedí una margarita. Llegó congelada, como un granizado, en lugar de con hielo. No estaba nada mal, aunque hay mejores margaritas en otras partes de El Born (volveré a eso más tarde). Sin duda, la estrella de este restaurante mexicano es la comida, y qué estrella.
Si vuestros gustos se inclinan más hacia Venezuela que México, os recomiendo La Taguara. No hay asientos, sí que hay algunas mesas, pero la comida la podéis llevar fácilmente al Parque de la Ciutadella. La especialidad de La Taguara son las arepas, aunque también ofrecen tequeños (palitos rellenos de queso) y cachapas (tortita hecha de maíz). Aunque me encantan los buenos tequeños, las arepas siempre me pierden. Mi plato favorito era el pabellón de aguacate, servido con una salsa picante y una cerveza. Para los que no sepan mucho sobre la gastronomía venezolana, las arepas son básicamente pan de maíz con una forma plana y cortados por la mitad rellenos de lo que queráis. Mi elección fue (lo he dicho antes ya) una mezcla de aguacate, frijoles negros, queso gouda rallado y plátano. Es un plato denso, picante y delicioso.
El restaurante Pans and Company no es típico español, sino un pequeño lugar que ofrece pasteles, ensaladas, batidos y bocadillos. Sí, sé que suena raro, pero ahora veréis. Hay muchísima variedad de relleno de estos pasteles. Lo primero que probé fue uno relleno de queso roquefort y puerros, junto con una ensalada de pasta y verduras asadas con queso feta (parece demasiado queso, pero no lo creo); acompañado de una limonada casera con menta. Todo esto servido en una caja de pastel. También probé uno con brócoli y queso cheddar, y otro con tomates secos, nueces y queso azul (me encanta el queso azul), junto con una ensalada tabulé. Hay un par de ofertas de comida, incluyendo mi favorita: pastel y dos tipos de ensalada por 8 euros y pico. Podéis comer fuera sentados en un banco frente a la ventana (el único asiento), o llevároslo a casa y comer en la cama en esos días en los que los carbohidratos, el queso y la manta son las únicas soluciones a los problemas de la vida.
Bebidas
Y ahora, volvamos a la mejor margarita. Cerca del centro de El Born, hay un lugar llamado el Mercat Princesa. La idea es genial: muchos puestos de comida pequeños (y asientos) en un mismo lugar; puedes encontrar desde tapas tradicionales, croquetas y huevos, hasta patatas fritas con diferentes salsas, pasando por un puesto mexicano que ofrece tacos y burritos, e incluso postres. Ah, y un bar. Cuando vine por primera vez, Mama Smith y yo compartimos un plato de tacos dorados (tacos fritos, más bien como flautas, rellenos de pollo deshilachado y cubiertos con guacamole y pico de gallo), acompañado con patatas fritas con salsa cajún, junto con dos margaritas del bar. Las patatas fritas no estaban muy buenas, pero los tacos estaban tan deliciosos que volvimos a la noche siguiente a por lo mismo, y la margarita... Bueno, la margarita era de otro nivel. La más sofisticada que he probado nunca. El cóctel estaba perfectamente equilibrado, con su borde lleno de sal, un tanto fuerte, cítrico, es que dio en el clavo. El equilibrio entre el tequila, el zumo de lima y el triple seco (licor hecho a partir de la destilación de cáscaras de naranja) era perfecto. Sin duda, vale la pena ir ya solo por eso, aunque también os puedo asegurar que los tacos sientan igual de bien con una cerveza bien fría.
Para una cerveza, una botella de vino rosado o una copa de cava en una plaza llena de luz, no os vayáis más allá del carrer de l'Allada-Vermell. Aunque por su nombre es una calle ('carrer' es calle o carretera en catalán), en realidad, es más bien una plaza con tres bares, un restaurante de sushi y una zona de juegos para niños. En el bar Upiaywasi, probé el horrible pisco sour mencionado en una publicación anterior (bastante dramático para alguien que ama el pisco tanto como yo), y tampoco me gustó mucho el café, pero aún así, es un lugar muy agradable para sentarse al aire libre y tomar una cerveza o un vino y disfrutar de la brisa, la luz del sol y también de la música de los acordeonistas que a menudo tocan allí. Paco's Pizza también es ideal (además, hay pizza, eso siempre es un plus). Y el cava aquí viene en botellas en miniatura de 200 ml en lugar de vasos de 125 ml. Y yo creo que así renta mucho más.
(Sol y cerveza, ¿qué dices? ¡Sí, por favor!)
Ambos bares están situados frente a una preciosa casa, con una fachada llena de plantas en macetas. Una amiga que conocí en esta plaza es una aficionada de la horticultura, y su entusiasmo por la casa era aún más fascinante que el sol de principios de verano y el cava a buen precio. Así que, si tenéis algún amigo que le encante todo lo relacionado con las plantas, os recomiendo esta zona.
Parque de la Ciutadella
Me encanta este parque. Me encanta para correr a primeras horas de la mañana (sobre todo cuando la brisa del mar es más fuerte que mi música) y me encanta por la tarde, cuando se pone el sol o cuando ya ha pasado el horizonte, pero el cielo sigue brillando con todos sus colores. Es entonces cuando el aire es suave, el calor sofocante del día desaparece lentamente y el ambiente es más tranquilo; la gente practica su arte callejero o su acroyoga, hablan, leen sus libros o tocan distintos tambores y otros instrumentos, mientras el suave aroma de la marihuana flota en el aire. Podéis tomar un helado, o hacer un picnic con una botella de vino, y encontrar vuestro espacio en la hierba. Llevaos un libro o, para una mejor experiencia, un amigo, y disfrutad juntos del ambiente. Todo es agradable aquí a estas horas del atardecer: la música, el aroma, la gente...
Los domingos por la tarde, hay un grupo musical "La Glorieta", cerca de la fuente que organiza sesiones de baile: hay swing el primer y tercer domingo del mes, y salsa y bachata el segundo y el cuarto. No tenéis que ser superexpertos, hay gente de todos los niveles que vienen a practicar y a disfrutar de la música. La Glorieta de la Transsexual Sònia recibe el nombre de una mujer transexual que fue brutalmente asesinada por los neonazis en los años 90. Este stand es un símbolo de que la ciudad acepta a la comunidad LGBT y rechaza las actitudes de discriminación. Así que, estas son dos razones para valorarlo.
El parque es como una escapatoria de las calles de la ciudad, con su entorno natural, el lago, los pájaros y un ambiente relajado y bohemio; además, es gratis. Así que coged algo para beber, buscad a un amigo y bajad allí.
Y eso es todo. Este es mi resumen de algunos de los mejores lugares en la zona de El Born de Barcelona. Aunque, sinceramente, esto no es nada comparado con la gran variedad de lugares de la zona, descubridlo vosotros mismos y encontrad vuestros favoritos; o simplemente coged una cámara y pasead por las calles, y dejad que vuestros lugares favoritos os encuentren.
Galería de fotos
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