Día 4: el mercado flotante de Damnoen Saduak

El cuarto día decidimos hacer un recorrido fuera de Bangkok y entre las varias opciones que había elegimos el mercado flotante de Damnoen Saduak, a una distancia de una hora y media de coche desde Bangkok. Habiendo cogido el taxi entre cinco, el precio por cabeza fue muy barato.

Al llegar a esta localidad rural tuvimos una amarga sorpresa: los tickets para acceder en barca al mercado sobre las canales para los turistas extranjeros costaban el doble respecto a los de los ciudadanos tailandeses... ¡esto es discriminación!

A pesar de haber caído evidentemente en esta trampa para turistas no teníamos otra elección que aceptar esa tarifa e iniciar el paseo por los canales que atravisan un bosque tropical. De vez en cuando nos encontrábamos con algunas cabañas en el agua con tailandeses agresivos que buscaban vender souvenirs de escasa calidad. Definitivamente fue un mal comienzo.

Después, llegamos a visitar un pueblo en el agua y nos dejaron bajar durante media hora al mercado principal. Por desgracia, el espectáculo que esperábamos ver no era para nada lo que aparecía en fotos y videos, porque también aquí el turista había distorsionado la atmósfera de este ambiente típico: muchas barcas de turistas, pocas barcas-puestos y muchos negocios de baja calidad. A pesar de ello, tratamos de recoger los elementos más sugestivos de este ambiente para hacer algunas fotos.

Siguiendo la vuestra en barca, atravesamos los espacios residenciales más aislados con los palafitos y esta vez si que percibí una gran autenticidad en este territorio.

En resumen, no aconsejaría hacer todo este paseo para ver Dammoen Saduak sino que prefiero el mercado de Talin Chan a Bangkok, más pequeño pero sin duda más bello.

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