En esta publicación vamos a hablar un poco de uno de los destinos griegos por excelencia, Santorini, debo admitir que me gusta Santorini, es una isla preciosa, pero hubiera disfrutado más de mi visita por el lugar si los precios fueran menos costosos. Por supuesto que pagas por la vista, no esperaba nada más, simplemente no quiero pagar cinco euros por una coca-cola, se me hace una cantidad exagerada. Claro que como en toda ciudad, existe la alternativa de comprar las bebidas en un supermercado e ir a un lugar menos concurrido, con el fin de decir ¡wow!, en especial porque la isla esta llena de sorprendentes vistas, casi a cualquier lado al que voltes a ver hay un panorama digno de una fotografía.
Yo fui en una ocasión de manera muy rápida con una amiga, ella ya conocía el lugar por lo que me ayudó un poco con todo el tema de lugares por visitar y tips, uno de nuestros lugares favoritos, con buena comida, cero personas y bastante barato, estaba en la calle principal. Estábamos conduciendo una moto que rentamos y de repente vimos una flecha que apuntaba a un lugar dentro de la carretera, detuvimos la motocicleta (esta gran ventaja cuando tienes tu propio medio de transporte) y fuimos a explorar, vimos esta pequeña escalera dulce bajando a un camino incierto, pero se veía tan agradable que la tomamos.
Un agradable descubrimiento.
Llegamos a un pequeño restaurante con una increíble vista, “To Steki toe nikou restaurant” se llamaba el lugar.
En la fotografía: la primer vista que obtuvimos al bajar por las escaleras.
Para ser sincero, tuvimos una gran comida. Bueno, comidas en realidad. ¡Volvimos algunas veces más porque estábamos realmente impresionados! Comí el mejor Moussaka de mi vida aquí. Si alguna vez vas a Santorini, busca este lugar y pide el moussaka, les aseguro que me lo agradecerán de por vida. El camarero era una persona realmente agradable y compartió sus lugares secretos favoritos con nosotros. Incluso nos enseñó nuestros nombres en griego. La verdad es que el idioma se me complicó tanto que opté por únicamente dejarlo grabado en una servilleta como recuerdo.
Otra cosa que me enamoró del restaurant es que además dan postres gratis para llevar, y ¡claro! ¿Quién no ama los postres? Todo lo dulce puede alegrar hasta el día mas triste. De tan solo recordar el siguiente postre, mi boca comienza a salivar, un cookiehamburger con helado de relleno y caramelo en la parte de arriba, simplemente delicioso.
El mejor postre de la vida.
El lado espeluznante de la ciudad.
Otra cosa que me llamó la atención fueron los extraños maniquíes en las tiendas. Vi a los maniquíes más extraños que hubiera visto anteriormente y pensé "realmente, ¿qué estaban pensando las personas que los fabricaron?". Pero en Grecia lo llevaron a otro nivel, quiero decir, si estaba oscuro y estuviera solo, me sacaría un susto café. Pero quien sabe, tal vez es la forma en que la gente quiere llamar la atención sobre su tienda, tengo que admitirlo, conmigo funcionó y de no ser por estas caras especiales, no iría a la tienda. Supongo que ese es un punto para Santorini y cero para mí.
Los extraños y espelusnantes maniquíes.