Escapada a Amiens, Francia

Como quería conocer más partes de Francia aparte de París, hice un viaje de día a Amiens. Antes de ir a París, tuve la opción de hacer allí mi Erasmus y quería saber cómo era la ciudad. Amiens está situada en el norte de París, en la región de Hauts-de-France, también conocida como la pequeña Venecia, debido a los numerosos canales que hay en uno de los barrios de la ciudad. También, es muy famosa por su gran mercado de Navidad, el cual tiene dos kilómetros de longitud.

Contratamos un bus para ir. Salimos a las nueve y tardamos dos horas en llegar. La ciudad me cautivó enseguida. Es pequeña pero muy bonita, con coloridas casas, muchos canales y callejuelas con mucho encanto. Fue amor a primera vista.

¿Qué hacer en Amiens?

En primer lugar, visitamos Marché sur l’Eau, un mercado que se hace sobre agua. No se hace directamente en el agua, pero se llama así porque está junto a los canales. Era un pequeño mercado, donde se podía comprar toda la comida y bebida típica de la región.

La siguiente parada fue la Catedral de Amiens, que tiene el doble de capacidad que la de París. Es muy impactante. Aparte de eso, se parece mucho a la de París, tanto por fuera como por dentro. En mitad de la catedral, había un espacio vacío sin asientos. Ahí, se veía un laberinto dibujado en el suelo que llevaba hasta el centro. Había que meterse en el laberinto y seguir la línea negra para llegar hasta el centro, que representa el paraíso. Así que, todo el mundo hacía cola para verlo y andaban sobre las líneas negras.

Después de esto, nos fuimos a comer. Nos separamos del resto y fui a buscar algún sitio para comer con mi mejor amiga y mi hermana pequeña, que es vegana, lo que complica un poco encontrar un sitio en Francia. Terminamos en un restaurante italiano, donde pudo comer patatas fritas y una ensalada. Después, continuamos con nuestra visita por la ciudad. Había sitios muy bonitos, callejuelas y muchas estatuas de gente que ni conocíamos. Llegamos a la tienda Galéries Lafayette y entramos para compararla con la de París. La decoración y adornos eran iguales que los de París, pero era más pequeña y menos ostentosa. Los de seguridad de la puerta sí que eran igual de estrictos, nos dijeron: "por favor, quítense los abrigos y abran las mochilas".

Volvimos con nuestro grupo y fuimos a visitar el mercado navideño. Ahí, se podían encontrar todos los productos típicos de la región y también otras cosas internacionales. Había un montón de adornos de Navidad, joyas, cuadros, juguetes para niños y adultos, ropa, pero, sobre todo, dulces y bebidas calientes. Compramos croustillons, que son dulces con chocolate y también, sidra, que me encanta. Estaba buenísima y súper caliente, algo muy necesario, ya que hacía mucho frío.

Por último, fuimos a la casa de Julio Verne. Espero que todos conozcáis a Julio Verne, que es el autor de novelas como "La vuelta al mundo en ochenta días", "Viaje al centro de la tierra" o "Veinte mil leguas de viaje submarino", entre otras. Si no sabéis quién es, no tuvisteis una infancia feliz. Después de sus numerosos viajes y de pasar casi toda su vida en París, compró una casa en Amiens. Tras su muerte, se puso el nombre de la calle en su honor y su casa es ahora un museo. Algunas partes de ella, representan cómo era su vida con su mujer y sus hijos y otras, están dedicadas a su trabajo. Por ejemplo, el desván, tiene la forma del camarote de un barco y en otra estancia de la casa, se pueden ver todos los inventos de sus libros. Os darán un libro con varias explicaciones en el que podréis leer más sobre lo que os interese de él. Todo era súper interesante y estaba muy bien hecho. Me encantó la casa; la torre y el mobiliario la hacían muy realista. Eso fue lo que más me gustó de ese día. Merece totalmente la pena visitarla. Compré de recuerdo unos libros muy bonitos.

Para finalizar nuestro viaje, nos dimos una vuelta por la ciudad, que estaba llena de decoración de Navidad y compramos algunos recuerdos. Todos nos dormimos en el bus de camino a casa. Estábamos muy cansados después de estar andando todo el día.

Mi conclusión de la ciudad es que es una ciudad preciosa, que merece la pena visitar. Sin embargo, estoy contenta de haber elegido París para hacer mi Erasmus, porque Amiens es muy pequeña y pienso me aburriría enseguida una vez que conociera toda la ciudad. En París, siempre voy a sitios que no conocía antes y nunca a propósito, sino por pura casualidad.

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