Destino nº1: Creta

Buenos días a todos los que me estén leyendo (o me vayan a leer).

• Mi destino

Me llamo Léana, y me siento orgullosa de poder compartir mi experiencia Erasmus contigo. Escribo para aquellos que dudan si hacer un Erasmus o no. Espero que mi blog te anime a participar en esta experiencia tan enriquecedora.

• Presentación general

Mi experiencia Erasmus comenzó el verano pasado. Mi universidad nos (mi promoción y yo) pidió hacer una beca práctica de al menos un mes. Siendo estudiante de lenguas extranjeras aplicadas, yo tuve la oportunidad de realizar mi beca en el extranjero para practicar mi inglés y mi español. Con esta experiencia, me inscribí en el sitio "Erasmus internship". Y así encontré mi estancia soñada en Creta como camarera, desde junio a agosto, en un hotel famoso, el 'Iberostar Creta Panorama & Mare'.

• Las becas

Billete de avión en mi bolsillo, documentos administrativos en regla, he podido volar tranquilamente hacia este destino paradisíaco de playas soberbias. He podido acudir allí gracias a la ayuda económica del programa Erasmus. Para aquellos que no lo saben, el programa Erasmus subvenciona los desplazamientos al extranjero sólo para la Unión Europea. De hecho, para aprovechar al máximo esta experiencia sobre el propio terreno, he decidido solicitar una beca complementaria llamada "beca AMI (aide à la mobilité internationale) [ayuda para desplazamientos internacionales]". Puedo aseguraros que, en el aspecto financiero, no me faltaba nada. Así he podido hacerme cargo de los diferentes gastos que me abrumaban, como la comida, y he podido hacer multitud de actividades.

Nada más llegar, he sido presa de una vaga emoción y alegría, tanto el paisaje como el hotel en el que yo tenía que trabajar eran exóticos y maravillosos. Sabía que me iba a sentir muy bien. Ya en el hotel, he sido directamente puesta a cargo de mi supervisor, que me ha explicado con todos los detalles cuáles eran mis misiones, incluso me ha enseñado el lugar. Yo no he perdido en ningún momento mis primeros objetivos: tener una experiencia en el extranjero y practicar mi inglés oral. En efecto, marchar en Erasmus, es valorar tu CV, mejorar tu nivel en lenguas... y mucho más.

• Erasmus y el inglés

Respecto a mi nivel de inglés, estaba lejos de ser bueno, a pesar de los idiomas que me preceden. Pero gracias a la inmersión en un país extranjero, donde la comunicación se realiza exclusivamente a través del griego o del inglés, la elección fue clara y mi nivel de inglés mejoró notablemente. Pasé del silencio a una auténtica cascada de palabras. Ya nadie podía hacerme callar. Hasta el punto de que, incluso durmiendo, yo hablaba, pero en inglés, según mi compañero de cuarto.

• Erasmus y el trabajo

Respecto al trabajo, como camarera, he podido desarrollar mis competencias profesionales como velocidad y eficacia. En efecto, el servicio debía ser ejecutado en un tiempo récord. Para acoger y asistir a los clientes debemos estar disponibles permanentemente para responder mejor a sus expectativas. Esta tarea exigía mucha paciencia, comprensión y sobretodo una gran habilidad para adaptarse. Yo tenía que preparar las mesas para el próximo servicio, cuidar la limpieza de los cubiertos, hacer el inventario de bebidas. Esta parte exigía ser atenta y cuidadosa. El trabajo solicitado exigía un alto grado de polivalencia, incluso si las piernas te flaquean nosotras permanecemos todo el tiempo sonriendo y educadas con la clientela.

• Erasmus y las relaciones

Pero más allá de todo esto, Erasmus es como una red social. Me he podido relacionar con personas del mundo entero: moldavos, rumanos, italianos, españoles, polacos, bielorrusos... etc. en efecto, yo vivía tanto con griegos nativos como con estudiantes internacionales. Cada uno vivía en una habitación con cuarto de baño para 2, incluso 4 personas. Yo compartía mi habitación con una rumana llamada Elena, y Leila, de Kazajistán. Una vez, incluso estuvimos hablando en Inglés. Hemos pasado buenos momentos juntas.

• Actividades locales, actividades en general

Ha sido realmente una experiencia soberbia. Me he podido beneficiar enormemente de la cultura local: la alimentación, como los "Souvláki", que son brochetas de carne, "Tzatzíki", yogurt a base de pepino y ajo, el famoso queso griego llamado "Feta", sin olvidar mi postre favorito: "el yogurt griego con miel" (Volviendo a casa he comprado 10 kilos). También he visitado las ciudades más grandes de Creta, como 'la Canée' (de la que me enamoré)'Rethymnon' y 'Heraklion'. Y, evidentemente, he frecuentado las más bellas playas como 'Balos'. He hecho mi bautismo en submarinismo, 'karting'... etc. También me he desplazado a un pueblo vecino con mis compañeros de trabajo para asistir a una danza tradicional.

• Erasmus y lo inesperado...

Y cuando os digo que Erasmus es mejor que una página web de citas, he encontrado a mi novio durante mi estancia en Creta. Sólo hablamos en inglés porque mi nivel de griego no va más allá de "buenos días, ¿qué tal?", 'kalimera, ti kanete?'. Ya hace 8 meses que estamos juntos, (esto va para las pequeñas cotillas que seguro que quieren saberlo).

• Lo que queda de Erasmus...

Al final de mi estancia, hice muchos vínculos con el personal del hotel, con mis superiores y mis colegas, mis compañeros. Incluso el director me ha pedido que vuelva el verano que viene. Permanezco en contacto con mis compañeros de trabajo, ahora somos amigos. He vuelto más abierta de espíritu, y más interesada por la cultura helénica.

Así concluye la primera etapa de mi experiencia Erasmus.

Mi novio y yo

Panormo, pueblo a 5 km del hotel.

En el hotel.

Degustamos la cultura local.

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