Un día en Lo Spirito del Pianeta
Si leéis mi blog desde hace tiempo, sabréis que estos últimos meses he estado trabajando de profesora auxiliar de inglés en un colegio italiano. Pero, hasta el martes pasado, no había tenido la oportunidad de ir a mi primera «gita scolastica» (excursión escolar). Cuando era pequeña, las excursiones me emocionaban muchísimo, y he descubierto que también son muy divertidas para los adultos. Aunque claro, tienes que quitarle todo el estrés que produce tener que vigilar a veinte niños chillones.
Fuimos al festival Lo Spirito del Pianeta, que se está realizando en el pequeño pueblo de Chiuduno. El objetivo de este evento es el de educar a la gente sobre las costumbres de diferentes tribus del mundo, y de esta manera, crear un sentimiento de hermandad entre nosotros y ellos. En este artículo, os voy a hablar de todo lo que hicimos allí, y con un poco de suerte, ¡os animareis a ir si estáis por la zona de Bérgamo!
Nuestro día de excursión
8:30
A las 8:30 en punto, ochenta y cinco estudiantes y diez profesores, nos montamos en un autobús para ir desde Lodetto a Chiuduno. Media hora después, llegamos a nuestro destino. El festival todavía no había abierto sus puertas todavía, pero los amables organizadores nos dejaron entrar; y mientras esperábamos a que la primera actividad comenzara, nos tomamos bocadillo en la zona de picnic.
10:00
La primera persona a la que conocimos fue Max, un miembro de la tribu italiana Bosco Cascina Gervasone. Nos explicó que tanto él como su gente viven según las tradiciones celtas, y que actúan y visten tal y como lo hacían sus antepasados. De igual forma, esta comunidad se divide en clanes. Son como familias, pero, la única diferencia, es que cuando los niños cumplen diez años, ya se les considera adultos, y como tal, pasan de vivir en su clan original a otro diferente. Esto significa, que reciben orientación parental de diferentes parejas.
Pero, el tema principal de esta primera charla fue el principio más importante de esta tribu: la idea de estar constantemente en sintonía con la madre naturaleza. Max nos habló sobre los tres reinos (animal, vegetal y mineral) y nos enseñó como se utiliza cada uno de ellos en su comunidad. Llevaba puesto un chal hecho de lana (que también se podía utilizar como una manta), llevaba una daga de metal con una empuñadura de madera, y llevaba puesto unos zapatos de piel (resistentes al agua gracias a la grasa de animal). Aun así, la más fascinante de sus posesiones era un cuerno de búfalo, ¡que hizo sonar cuando termino su interesante presentación!
10:30
A continuación, nos dieron una charla igual de fascinante sobre las plantas y la medicina alternativa. Para empezar, la mujer que la impartía nos contó que sus tres hijos (uno de ellos tiene ahora veintidós años), ¡no habían tomado un antibiótico en su vida! Cada vez que se habían puesto malos, había utilizado hierbas medicinales para curarlos. La mayoría de las plantas que necesitaba, las encontraba fácilmente en los campos que rodeaban su casa,
Por ejemplo, el romero es, por lo visto, perfecto para calmar el dolor: si hueles una ramita o te preparas una tisana con él, tus síntomas se aliviarán considerablemente. Otras de las plantas que mencionó fueron la salvia, buena para el dolor de dientes y los síntomas de la menopausia, y el tomillo, perfecto para ayudar con la indigestión. ¡Estoy casi deseando que me duela la cabeza para probar todas sus recomendaciones! Mientras tanto, le daré muchas vueltas a si puedo confiar en la industria farmacéutica o no.
11:00
En este momento, empezó a llover un poco, pero antes de ponernos a cubierto, nos tocaba bailar un poco alrededor de una hoguera. El hombre que se encargaba de esta actividad quemó un poco de incienso, que, aunque tenía un olor muy fuerte, se suponía que venía muy bien para limpiar las vías respiratorias. También nos enseño una escultura de piedra que una tribu había construido allí en el festival del año pasado (ver la primera foto del artículo).
11:20
Si nos hubiéramos quedado mucho más tiempo a la intemperie, nos hubiéramos empapado, así que nos fuimos corriendo al centro de actividades, donde dos hombres de una tribu aborigen nos esperaban. Nos explicaron un poco sobre su estatus en Australia: como en 1967, eran considerados animales ante la ley, y que incluso hoy en día, sufren muchísima discriminación. Esta fue la charla más impactante del día, y creo que todos los que estábamos en esa habitación nos dimos cuenta de todos los cambios que todavía tienen que hacerse para que la humanidad progrese.
Aun así, la charla terminó de una forma un poco más animada. Uno de los hombres tocó una corta melodía con un didyeridú, y ambos interpretaron una danza tradicional para nosotros. ¡También pintaron dibujos aborígenes en nuestras caras con ocre! Nos contaron que se podía diferenciar a los miembros de distintas tribus dependiendo de los diseños de los dibujos de sus cuerpos. Por ejemplo, ellos provenían de un lugar en el que convergen dos ríos, y tenían símbolos en su pecho que representaban los cursos del agua.
11:45
El último taller al que fuimos antes de comer lo dirigían tres representantes de una tribu mejicana. Incluso antes de que empezaran a hablarnos de su cultura, nos parecían muy interesantes por los fantásticos trajes que llevaban puestos. Sus cascos adornados con plumas eran impresionantes: ¡uno de ellos tenía una cabeza de lobo de peluche atada al casco y todo! Los tres realizaron una danza tribal para nosotros e invitaron a los profesores a participar. No sé si hice alguno de los movimientos bien (estoy segurísima de que no), pero fue muy divertido participar en este importante ritual.
12:15
Nuestro descanso para almorzar duró de alrededor de dos horas, así que nos sentamos y comimos todos juntos en la misma zona de picnic de antes y después estuvimos dando una vuelta por el lugar. Mientras paseaba entre preciosas esculturas y tiendas, me sentí muy orgullosa de formar parte de un mundo con tanta diversidad.
14:00
¡La última actividad de nuestro día fue un espectáculo de baile presentado por algunos miembros de una tribu canadiense! Cada uno realizó una actuación en solitario y era increíble ver cuanta energía ponían en cada uno de sus movimientos. Al final, todos participamos, y fue genial acabar el día con una actividad que pudimos disfrutar tanto.
Opinión general
Obviando las pésimas condiciones climáticas, ¡no puedo sacarle ninguna pega a este día! Es tan interesante aprender sobre el estilo de vida de las personas indígenas de todo el mundo, y fue un gran recordatorio de que, sin importar lo diferentes que sean nuestras costumbres, todos somos seres humanos. Siempre estoy intentado encontrar diferentes formas de vivir lo mejor posible mi vida, así que me encanta aprender como otras personas han conseguido cumplir sus sueños y esperanzas.
Si vas a estar por la zona de Bérgamo en cualquier momento antes del nueve de junio, te recomiendo que pases un día en este festival: ¡esta experiencia expandirá tu mente de mil formas que jamás habías imaginado!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: A day at Lo Spirito del Pianeta
- Italiano: Una giornata a Lo Spirito del Pianeta
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