Temporada de fútbol en un instituto americano

Quizás tú que estás leyendo esto no estés loco por los Estados Unidos, los americanos, el sueño americano o cualquier cosa que tenga que ver con la tierra de los cincuenta estados, pero de una cosa estoy seguro: has visto una película ambientada en un instituto americano. Obviamente, no quiero transmitir el mensaje de que todas las películas reflejan la realidad de los hechos, pero muchas se acercan.

Todo es cierto cuando muestran que las chicas están impacientes por el baile de graduación, y también es cierto que los chicos les piden a las chicas que sean sus acompañantes de formas muy creativas y a veces incluso públicamente, lo que no quiere decir a plena luz del sol, pero sí frente a toda la escuela durante algún evento escolar.

El fútbol americano por delante de todo

La temporada de fútbol suele ser en otoño, por lo que no se habla del baile de graduación, pero aún quedan otros eventos como el Homecoming Dance, abreviado como HoCo, que también tiene su propia importancia. Pero las películas tampoco mienten cuando muestran el excesivo espíritu escolar que liberan los estudiantes durante un partido de fútbol. Creo que fui a algunos partidos, solo cuatro o cinco veces, y una vez incluso me pinté la cara y tiré confeti como todos los demás. Es uno de esos eventos en los que es absolutamente necesario llevar la camiseta del instituto o al menos los colores que la representan, que en mi caso eran el azul y el blanco (gris clarito). Luego hay cosas para gritar en ciertas situaciones, pero también es importante no perderse en la grada. El campo de mi campus tenía las gradas en un solo lado y por lo tanto era necesario dividir esa única grada en dos y, una vez, si no hubiera sido por el hecho de que vi a mis amigos a la derecha, me habría sentado en el lado izquierdo todo convencido de que estaba en el sitio correcto.

Además, vi a muy pocos estadounidenses abrazándose en los pasillos de la escuela, como mucho solo a las chicas de un "escuadrón" cuando descubrían algún chisme o discutían sonre algunos de sus objetivos personales, pero en el partido de fútbol, especialmente si se hacía un punto o si se ganaba el juego directamente, todos se abrazaban y gritaban de alegría como si los hubieran admitido en la Universidad o se hubieran ganado la lotería. Me quedé muy impresionado porque en América el deporte es muy importante y tiene una gran importancia sobre todo porque los estudiantes que lo merecen consiguen diferentes becas, más o menos cuantiosas, en función de sus habilidades.

Lamenté cuando se terminó la temporada porque sabía que no sería lo mismo con otros deportes. Por ejemplo, estuve en un partido de voleibol pero tampoco había comparación con los de fútbol, e igual en cuanto a los torneos de tenis que jugué. Es como si todo el mundo estuviera reservando su energía únicamente para el fútbol, ​​y tal vez para el béisbol, por lo que no me satisfizo. Fue divertido verlos a todos allí, porque también había gente a la que paradójicamente no le importaba mucho el fútbol, ​​pero los partidos eran una excusa para salir con amigos.

- Cristian.

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