Temporada de festival

No hay mejor lugar para comenzar que con un tobillo torcido, una bicicleta y un descenso de 4 km a la ciudad. Ah, y no olvidemos la lluvia: lluvia de verano en el oeste de Noruega.

El verano en Europa es la temporada de festivales. Celebraciones al aire libre de sol, abundancia, despilfarro y, a menudo, demasiado alcohol. ¡Mi primer festival del sol no tuvo precisamente de eso! El viento era frío y la ciudad de Voss me parecía a cualquier otro centro de consumo. Poca interacción humana, alquitrán húmedo y compradores sonrientes. Estaban las tiendas de kebab obligatorias y una tienda de segunda mano casi sucia. ¿Los noruegos compran en tiendas de segunda mano? En todas partes vi ropa de diseño y coches buenos (al menos en comparación con lo que estoy acostumbrado), cargados de equipo deportivo caro... pero con las carpas del festival en primer plano y el lago reflejando el cielo azul (sí, ¡finalmente aparecieron el tercer día! ) la genialidad de los personajes que participaron en Veko (el festival de deportes extremos más grande del mundo) hizo que las historias para llevarse a casa fueran más salvajes que la ficción .

Personajes del festival

He llegado a conocer personalmente a algunos de estos personajes que desafian las leyes del mundo natural y, a pesar de la inversión total en el equipo adecuado, viven sus vidas de comida en comida, del campamento a la autocaravana, y seguro, de cerveza en cerveza, de fiesta en fiesta, pero sobre todo ubicación a ubicación. Todo hermoso y aún vinculado a la naturaleza cruda e integrado en la esencia pura de la vida.

En Veko, bajan el cielo a una velocidad vertiginosa y con menos protección de la que me había imaginado. Los aviadores de velocidad, los parapentes y los de salto libre caían uno tras otro desde los aviones que zumbaban incesantemente por el cielo mientras el viento amainaba y las fuertes lluvias se mantenían alejadas. Los jinetes del sendero cubiertos de lodo y exhaustos por la construcción del sendero se fusionaron con slackliners, los kayakistas se trasladaron de un río a otro, los atletas del túnel de viento parecían resbaladizos y tonificados, mientras que los escaladores de velocidad acariciaron bolsas de tiza, los buceadores de acantilados se estiraron en preparación, los parasailers se engancharon hasta botes y remadores de SUP se extendían como confeti de colores sobre el lago.

¿Inmersión completa?

Todo se sintió un poco sobrecogedor cuando me inscribí en el divertido curso de obstáculos "Vossakrigar" que resumirá las semanas del festival para muchos espectadores.

Pero poco despues también estoy volando en el túnel de viento, ¡seguro de que mis piernas están torcidas y sigo girando en direcciones extrañas, pero en realidad estoy volando sin una mano estabilizadora alrededor de mi cintura!

Luego pruebo suerte en parapente y en el primer vuelo me engancho. Estamos despegando, volando y aterrizando solos por una colina empinada en tramos de doscientos a trescientos metros, cada vez agotados pero felices de volver a subir la colina e intentar una y otra y otra vez.

Pasé de ver la carrera clasificatoria de la UE para los kayakistas profesionales a hacer kayak en una de las secciones más fáciles, con un poco de natación pero me prestaron un traje seco y el clima frío ni siquiera me hizo jadear.

Andy, el tímido ciclista de Australia, me contó historias de los senderos fangosos en bicicleta y luego, educadamente, me preguntó una tarde con mucha preocupación, si subia dónde estaba el equipo médico, ya que él ¡podría necesitar puntos!

Todas las noches, los eventos del día se mostraban en "video del día" donde los atletas de todas las disciplinas se reunían, bebían cerveza, se felicitaban, se preguntaban por los resultados de las visitas al hospital, bebían un poco más de cerveza y animan a los ganadores del premio de ese días

Mientras una figura recortada atravesaba uno de los famosos valles de los fiordos del oeste de Noruega, una flor veloz voló por encima y otra por debajo esparciendo las cenizas de un saltador de base que nunca llegó al final del festival del año pasado pero que murió haciendo lo que amaba.

Pero aunque esa perspectiva es suficiente para asustar a algunos de que nunca sientan la euforia que viene con o de los deportes extremos, los atrevidos aquí participaron donde pudieron. Muchas inmersiones en acantilados terminaron en un planchazo cuando los principiantes se lanzaron al agua compitiendo por umbrales de dolor. Los humos de los de escalada rápida disminuyeron un poco a medida que los no escaladores completaban la escalada con una sonrisa. Amigos de amigos en kayak, nadie en tándem saltó en paracaídas, alguien intentó montar un unicornio por una cascada (¡eso terminó en una visita al hospital! ), Pero todos hemos pasado de la base a los profesionales.

En la pista de baile, salsa bailando a lo largo de las fronteras, los aspirantes surfearon desnudos en un sofá inflable, las pistolas de agua fueron arrojadas fuera del estadio, los vientos arrastraron a un desafortunado paracaidista a las empalizadas del festival (sin lesiones) , y todavía los atletas estaban despiertos por la mañana para participar en competiciones de aterrizaje de precisión, carreras de arroyos retorcidos, más ciclismo, vuelo, kayak, natación, carreras y diversión en el festival atlético.

¿Debería competir?

No soy nadie en el mundo de los deportes al aire libre. Supongo que soy un aspirante, y el ego interno que me hizo inscribirme como desafiante estaba a punto de ser violentamente asaltado cuando vi la Carrera de obstáculos Vossakrigar (etapa uno) en la que iba a competir. Paralelamente a la obsesión mundial actual de Crossfit, los diseñadores se dejaron llevar: neumáticos entrecruzados, mesas altas y elevadas, zig-zag en kayaks, subir una pared de rocas para hacer sonar una campana, atravesar una piscina, voltear neumáticos grandes de tractores, subir una cuerda larga unida a una grúa, cargar pesas en una carretilla y correr, enhebrar a través de tres tumbonas y luego transfiriendo las pesas a una barra para luego realizar un peso muerto de pierna recta, seguido de armar un rompecabezas del logotipo del festival y finalmente volver a atravesar los neumáticos, y todo esto llevando un barril de cerveza vacío ¡Gracias a dios!

No había forma de que tuviera la fuerza, la agilidad o incluso la capacidad de competir contra los hombres y mujeres de aspecto muy serio que se alinearon en un equipo de microdeportivos para mostrar músculos cincelados tonificados para la competición.

Para colmo, llegué más de una hora tarde y me había perdido el resumen de la competición.

Solo tenía una cosa para mí aquí: para obtener un pase gratuito para el festival, había trabajado tres turnos en la taquilla. La mayoría de los espectadores no recordaban haberme comprado la entrada, pero los reconocí y sentí que lo único que podía hacer en la situación en la que me encontraba era reclutarlos para que me ayudaran a realizar una tira cómica y así que me puse a ello.

A las 2 de la tarde y antes de la noche bebiendo cerveza, los noruegos volvieron a ser tímidos y tuve que trabajar duro en mi espectáculo. Encontré una pala para el kayak, un espectador me entregó una zanahoria para obtener energía y otros vertieron agua sobre mi yo atlético según hacen en el Tour de Francia, usé un palo largo para tocar la campana en la parte superior de la pared de escalada para salvarme de escalar en realidad, me quité los zapatos para correr y pude pedir prestado un sujetador de encaje para hacer un striptease en la piscina, subí a la grúa en sí, no a la cuerda, hizo que un miembro de la audiencia saltara a mi carretilla (¡olvidé las pesas! ), levanté un peso muerto sobre mi cabeza, me detuve a tomar una cerveza con otro miembro de la audiencia en las tumbonas, metí todas las piezas del rompecabezas en mi bolsillo y terminé la competención al final, pero con unos fans difíciles de convencer que me besaban y me entregaban flores mientras cruzaba la línea de meta, y todo esto al canto ¡Kenia, Kenia, Kenia!

El problema fue que me invitaron a competir en la final al día siguiente. Fingí una resaca o espera, ¿era real?

¿Eres un estudiante Erasmus que quieres experimentar Exstremsportveko, el festival de deportes extremos más grande del mundo?

• El festival es una semana a mediados del verano cada año.
• Para obtener un pase gratuito para el festival, debes trabajar tres turnos de 8 horas durante la semana
• Para registrarse como voluntario, envía un correo electrónico a [email protected]
• Si estás entrenado en un deporte determinado, puedes ser voluntario
• Ten en cuenta que los deportes se hacen a lo largo de un amplio radio dentro y alrededor de Voss, por lo que si puedes alquilar un coche entre un grupo, vale la pena para aprovechar al máximo todas las competiciones.
• Los voluntarios también reciben un campamento a mitad de precio.

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