Surf Arena
Ya ha pasado un mes del cumpleaños de David. Hacía mucho que no nos veíamos. Cuando terminó el máster en el extranjero, decidió quedarse y buscar trabajo allí. Por tanto, no pudimos celebrar su cumpleaños juntos y no pude decirle su regalo. Lo encontré de casualidad. Estaba buscando algo y de repente vi un anuncio del nuevo Surf Arena en Praga. Captó mi atención al instante. El verano pasado, cuando fuimos a Sri Lanka, a David le encantó hacer surf. Desde el principio, quería ir a Sri Lanka solo para eso. Había oído que tenía los mejores sitios para ello y en cuanto llegamos, se hizo con una tabla de surf. La verdad es que se le daba genial. Cuando lo intenté yo, no podía ni mantenerme en pie. Él se podía pasar horas en el agua. Cuando lo vi pensé que podía ser un regalo genial para él.
Al ver el cupón más detenidamente, descubrí que era un entrenamiento de tan solo dos horas y que no era nada barato. Quería estar segura de que merecería la pena, por lo que leí todas las opiniones que encontré y me quedé sorprendida. Menos una persona, todo el mundo había escrito sobre su experiencia positiva. También pensé en comprar un cupón para los dos porque tenían un entrenamiento especial para dos personas. Al final compré solo uno porque el regalo era para David. Estaba bastante preocupada porque no tengo buena experiencia con los cupones. Hace dos años, le compré un cupón para dar una vuelta de 20 minutos en un coche de lujo. En ese momento me pareció una idea magnífica. Por desgracia, no pude ir con él ese día. Cuando terminó me dijo que había estado genial, pero que había tenido muchísimos problemas. Primero, le dijeron que comprara otro cupón (sin motivo alguno), lo que no tenía sentido alguno. ¿Para qué quería otro cupón si ya tenía uno? Después, le dijeron que necesitaba un seguro extra. Si no, no podría conducir el coche. Y ya ni hablamos de que si quería el vídeo del viaje, tenía que pagarlo aparte. Además, tuvimos muchos problemas reservando el paseo porque no tenían huecos libres y David se iba de la República Checa en septiembre. Después de aquello, no volví a comprar cupones. Aunque este parecía perfecto para David y no se me ocurría nada mejor, por lo que me arriesgué y lo compré.
Surf Arena se construyó hace poco y está en Letnany, parte de Praga. El ambiente está guay, todo es nuevo y tienen una cafetería con comida y bebida. Reservar una fecha fue sencillo, pueden casi cualquier día y a cualquier hora. El único problema fue que me llamaron para posponerlo porque no podían encender el simulador para solo una persona. Llegamos una hora antes de que empezara. El personal era muy majo. Le dieron a David un traje especial de neopreno. Yo lo veía todo desde la cafetería. En la sala principal hay un tobogán con agua que es un simulador de surf. Antes de comprar el cupón, pregunté si el simulador iba bien con gente que ya había hecho surf y me dijeron que sí. Yo lo veía todo porque la pared era de cristal.
Había cuatro personas en la sala, incluidos David y dos monitores. Me gustaba que enseñaran de forma individual. Primero, intentaron tumbarse en la tabla. Fue gracioso cuando pusieron el agua en marcha. Lo siguiente era sentarse en la tabla y moverse de un lado a otro. No parecía nada fácil. Además, todos los intentos fallidos significaban caerse por el tobogán. Parecía absurdo, pero luego David me dijo que había dolido. Por ejemplo, estuvieron girándose en la tabla o saltando. Luego intentaron ponerse de pie y hacer surf normal. Tenía una pinta genial. Estuve muy entretenida mirando. Al verlo me entraron muchísimas ganas de probar. Estábamos muy contentos y hasta nos dieron el vídeo de todo el entrenamiento y lo estuvimos viendo más tarde. ¡Si fuera más barato, creo que David estaría allí cada semana!
El día de antes, celebramos su cumpleaños yendo a cenar. Primero, fuimos a Letná a tomar una cerveza. Luego llegamos al centro y buscamos algún sitio con comida rica. No sabíamos qué nos apetecía exactamente. Íbamos mirando los restaurantes y al estar en pleno centro, todo era mucho más caro de lo normal. 30 minutos después, nos dio hambre. Estábamos cerca del Teatro Nacional y como ya dije una vez, hay un restaurante por allí que me gusta mucho. Se llama Pivovar Národní. Lo encontré cuando fui a Praga con el Club Internacional y nos pedimos tiras de queso frito. Me volvieron loca. Es queso frito normal, pero lo sirven con una salsa de arándanos buenísima. Luego llevé a Francois a por una cerveza porque tienen su propia cervecería. Al principio no quería ir porque los precios son muy para turistas. Sin embargo, al ver el menú decidimos quedarnos.
Tienen el jardín más grande del centro de Praga. Al entrar me quedé alucinada. Era enorme. Serían las 21:00 o así y el jardín estaba lleno de gente. Tuvimos que esperar unos 10 minutos y mirar en todas partes para encontrar una mesa libre. Dimos con una y nos pusimos a elegir la comida. David de inmediato eligió solomillo de ternera con salsa y pan, plato típico checo. A mí me apetecía barbacoa. Al ir al baño vi al chef preparando hamburguesas y carne a la barbacoa justo delante de la gente. Tenía una pinta impresionante. Por eso pedí cuello de cerdo a la parrilla con patatas asadas. Y por supuesto, unas cervezas. Cuando trajeron la comida me sorprendió lo bonita que era la presentación. He de decir que todo estaba riquísimo. Sin exagerar. Cada bocado era una delicia, no me cansaba de comer. Estaba incluso mejor que mis chuletas de cerdo favoritas de Nové Město nad Metují, o al menos igual de bueno. Después de cenar estábamos llenos y nos fuimos andando a casa.
Al día siguiente, después del surf, teníamos planeado ir de excursión. Sin embargo, primero teníamos que comer y cocinar y comer juntos llevaba mucho tiempo, por lo que no pudimos ir de excursión. Además, el tiempo era un poco raro y queríamos nadar. Por tanto, después de hacer surf, preparamos espaguetis carbonara. Compramos todos los ingredientes, recordaba la receta gracias a Mattia, de Italia. Primero, hervimos los espaguetis. Mientras, cortamos la cebolla y la carne y mezclamos los huevos con parmesano. Freímos la cebolla con la carne en la sartén y añadimos especias. Cuando todo estaba listo, lo mezclamos y pusimos los huevos con parmesano. Como los espaguetis estaban aún calientes, el huevo se hizo un poco más y estaba buenísimo. Estaba cansada, aunque solo había estado mirando cómo hacían surf desde la silla.
En vez de ir de excursión, queríamos hacer otra cosa, por lo que decidimos ir de picnic al parque Ladronka. Preparamos melón en casa, llevamos vino y empezamos el picnic. El parque estaba lleno de gente. Me encanta este sitio porque hay un camino especial para patinar bastante grande. Encontramos un sitio, pero al rato nos pidieron que nos moviéramos porque estaban jugando al frisbi. Descansamos un rato y luego jugamos al bádminton. Ya había probado varias veces, pero no sabía cómo se jugaba. Al principio no me gustó mucho, pero luego empecé a jugar mejor y era divertido. De hecho, resultó agotador. También estuvimos viendo a una familia hacerse fotos con un fotógrafo. Era una tarea difícil porque tenían un bebé que seguramente no sonreía porque el fotógrafo no paraba de hacer gestos extraños para que se riera. Estuvimos allí un rato y cuando se puso el sol, nos fuimos a casa.
Para cenar preparamos una ensalada saludable. Encontramos queso de cabra en el frigo, que nos vino genial. Corté tomate, pepino, cebolla y pimiento y luego le pusimos aceite y queso. Nos pusimos en la terraza y cenamos muy a gusto. También preparamos limonada casera.
Estuvimos viendo la última temporada de Suits. Al principio, me quedé alucinada porque no sabía qué había pasado en episodios anteriores. Es raro porque a veces me acuerdo claramente de cosas que pasaron hace años y otras veces no recuerdo nada. En serio. Estuvimos hablando sobre esto en la cena. Hay muchas cosas que me han pasado de las que no recuerdo los detalles. No sé cómo es posible, pero me ha pasado varias veces que, por ejemplo, se me olvida que he trabajado en cierto sitio. O sea, sería normal si fuera poco tiempo, ¡pero estuve trabajando allí casi medio año! Por tanto, no estaba segura de si había visto los episodios anteriores y no me acordaba o si es que no los había visto. Tendré que descubrirlo. Pero antes, tengo que terminar la mejor serie del mundo: ¡Crónicas vampíricas!
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