Mi viaje en familia I

Pues bien, como todos sabéis, los padres siempre desean visitarte cuando te vas de erasmus. Pues mis padres y mis tios me vinieron a visitar en semana santa (que no era semana santapara mi, pero al ser tan flexibles con los horarios no hubo problema).

Para la visita tuve que organizar el viaje completo y me encantó hacerlo. Vimos las ciudades principales de Noruega, aparte de todos los fiordos que los rodean y los paisajes tan espectaculares del camino.

Bien, ellos llegaron a principios de abril a pasar un poco más de una semana. Aterrizaron en Oslo y nada mas hacerlo cogieron el tren hacia Lillehammer. Llegaron ya de noche y les llevé al hotel, a cnco minutos de la estación y en pleno centro de Lillehammer. Era un Scandic, una cadena de hoteles que me encanta y está por tda Escandinavia. Esa noche fuimos al bar mítico de la serie de tv Lillyhammer (a mi padre le encanta esa serie) y al día siguiente visitamos la ciudad. Dimos una vuelta por el centro y fuimos a la zona olímpica, donde se encuentra el salto de esquí.

Ese mismo día hacia las 17h de la tarde cogimos el tren hacia Trondheim. Después de unas cuatro horas en el tren viendo vistas espectaculares (nieve, sol, de todo), y de estar emocionados ya que mis padres y mis tios no habían visto mucho de Noruega aún, nos fuimos a cenar y al hotel. Un hotel de la cadena BB en el que el desayuno lo servían a la habitación. Estabamos emocionados pensando en una bandeja con zumo, croissants... pero vaya, que era una bolsa con un sandwitch y un zumo de bote. No estaba mal pero bueno, tampoco podíamos pedir mucho si el precio tampoco era muy elevado.

Trondheim me pareció una ciudad bonita. Obviamente, tenía partes muy bonitas y otras no tan bonitas. Pero en general era muy colorida y con zonas muy chulas. Vimos un lugar muy curioso; había una cuesta en la que existía una máquina que servía para subir la cuesta en caso de ir en bici. El pie derecho tenía que estar apoyado en un pedal de la máquina y el otro pie en el pedal de la bicicleta, y la máquina ayudaba a subir la cuesta. Me pareció un show en toda regla.

Fuimos a la cadena mítica Noruega Egon para comer (la misma a la que fuimos en Lillehammer el día anterior) y comimos un buffet de pizza por 99kr/persona. Barra libre de pizza. Peligro.

Dormimos una noche más en Trondheim y a la mañana siguiente mi padre y yo fuimos a recoger el coche de alquiler. Nos dieron un BMW bastante chulo y pusimos rumbo a Alesund. El camino duraba aproximadamente unas cinco horas de coche, pero los paisajes nos hicieron olvidar la paliza. De hecho, en el camino a Alesund teníamos una parada (o una carretera?) obligatoria: La carretera del norte. Puede ser que mucha gente no lo conozca, pero los frikis de noruega y de los viajes en general sabemos lo que es. s una carretera que va por encima del mar con unas curvas espectaculares y que durante otoño e invierno es muy peligroso dado que las olas llegan a alcanzar la carretera.

Tras el viaje y varios ferrys que nos encantaron, llegamos a Alesund, una ciudad que realmente merece la pena. En el próximo post hablaré de a segunda parte del viaje con mis padres y mis tios.

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