Mi experiencia viajando low-cost | Autobús, vuelos y alojamiento

¡Hola a todxs!

Sé que no soy la única que adora viajar, pero cuyo bolsillo se resiente cada vez que lo hace. Y es que somos estudiantes, ahora es cuando tenemos tiempo para viajar, pero no dinero. Sin embargo, es muy fácil viajar y no dejarnos un ojo de la cara, pero para ello hay que renunciar a ciertos lujos y comodidades que, sin embargo, cuando veáis cómo vuestro bolsillo no se resiente, merecerá la pena.

En concreto vengo a hablaros de tres conceptos, el de viajar en autobús, concretamente de mi experiencia con Flixbus; de viajar en compañías de bajo coste, en particular con Ryanair y por último de buscar alojamientos más baratos, como son los hostales.

Con todo esto dicho, voy a comenzar a hablaros de mi experiencia para que veáis cómo se puede viajar bien con mucho menos.

Autobús

Voy a empezar con este concepto. Mis dos últimos viajes, a Lisboa y a Toulouse los hice viajando en autobús. Sé que de primeras suenan dos destinos muy lejanos y que la idea de viajar en autobús no suena a lo más cómodo del mundo.

La principal ventaja del autobús es su precio. Es mucho más barato que un vuelo o un tren y no tienes ningún problema con el equipaje, no hay costes extras.

En mi caso, además, he viajado con Flixbus, una empresa de trayectos largos que existe en toda Europa. Es más, en España apenas existe todavía. Los precios de normal son bastante baratos, unos 20 euros a los destinos más lejanos e incluso 6 euros a los más cerca, como puede ser a Portugal. Desde España solamente hacen trayectos multinacionales. Desde Madrid, por ejemplo, hay buses a Lisboa, Oporto, Toulouse, Lyon, Montpellier, … solo Francia y Portugal (por razones obvias).

Además, cada cierto tiempo, lanzan ofertas relámpago de autobuses a un euro, dos o tres. Estos son verdaderos chollazos y creedme que merece la pena pasar todas esas horas metida en un bus cuando ves por cuánto te sale el viaje.

La mejor opción de todas es viajar de noche. Normalmente tienen un autobús por el día y otro por la noche. Sinceramente creo que viajando de noche se gana mucho tiempo y dinero. No pierdes horas que podrías aprovechar en casa o ya en el viaje y, además, te ahorras una noche de alojamiento.

Sé que dormir en un autobús no es lo más cómodo, pero he visto a la gente ingeniárselas de mil maneras distintas. Yo en dos ocasiones no tuve a nadie en el asiento de al lado, lo que es un verdadero lujo, pues puedes tumbarte o al menos intentarlo en los dos asientos.

Un consejo mío es que os llevéis una almohada pequeña y una manta. La almohada porque os ayudará a dormir mejor y la manta porque el aire acondicionado puede ser muy traicionero y a la mañana siguiente amaneceréis con un constipado, que es lo último que necesitamos para hacer turismo.

Una vez vi a una pareja ponerse de acuerdo: el chico dormía en los dos asientos y la chica tiró una manta al suelo y durmió a los pies de los asientos. Me pareció rarísimo al principio, pero cuando pasaba el conductor no le llamaba nada la atención. Ha acabado pareciéndome la mejor manera de conseguir dormir, al menos en la que más espacio tienes. Y es, cuanto menos, bastante graciosa.

Normalmente los asientos son libres o son aleatorios, por lo quete puede tocar con cualquier persona. Una recomendación que os hago, si vais al menos dos personas, es pagar un pequeño extra y colocaros juntos. Si al final el autobús no se llena os podréis cambiar de sitio y que cada uno tenga dos asientos, pero, si al final sí se llena, será mucho mejor intentar dormir con esa persona que al lado de un desconocido.

Avión

En cuanto a los vuelos low-cost, he cogido varios con la compañía Ryanair. No estoy nada de acuerdo con algunas de sus políticas, y entiendo perfectamente las huelgas constantes de sus trabajadores, pero hay muchas veces que, si no fuera por esta aerolínea, no podríamos permitirnos viajar a ciertos sitios.

Sin embargo, desde hace poco han puesto un suplemento por llevar tu maleta de mano por lo que al final el precio que te ofrecen no va a ser el que acabes pagando y puede que otras compañías acaben resultando más baratas que esta.

Un caso que yo recomiendo, aunque tiene muy pocas conexiones, es Volotea. Es también una aerolínea low-cost pero que sí te incluye una maleta de mano, por lo que es fácil llegar hasta Génova por 20€ con maleta incluida, lo cual casi siempre está por debajo de los precios de Ryanair.

En cuanto a mi experiencia con la compañía, yo nunca he tenido ningún tipo de problema. Sí que he visto cancelar vuelos, a mi estuvieron a punto de cancelarme uno, pero lo único que tuve fue un retraso de un vuelo, aunque al final, a pesar de salir veinte minutos más tarde, llegamos a la hora prevista. Lo malo de estos retrasos es que se producen cuando ya estás dentro del avión y al final el viaje se hace más largo de lo que es en realidad.

Estando a bordo no recuerdo ninguna diferencia respecto a otras aerolíneas. Sí que en otros vuelos he visto pantallas que te decían cuánto te quedaba para llegar o tenías unas pantallas, aunque de pago, en las que ver películas. También me he encontrado con aviones con wifi. Todo esto en este tipo de vuelos no es posible, pero tampoco se echa en falta. En mi caso he hecho siempre vuelos relativamente cortos, por lo que no hacen falta estos grandes servicios.

Hostales

Por último, vengo a hablaros de este tipo de alojamientos. Sé que lo más normal es que ni siquiera os planteéis dormir en uno de ellos, pero sí que me parece un tipo de alojamiento que está totalmente infravalorado.

Si vais en grupo, a partir de cuatro personas, no hay un alojamiento que os vaya a salir más barato.

Lo primero de todo es esto, el precio. Puede que un alojamiento de este tipo os salga por la mitad de lo que os costaría un hotel. Es verdad que igual que con los hoteles, con los hostales te puedes encontrar cualquier precio, pero siempre os saldrá por menos dinero. Por esto mismo me parece una gran opción cuando se van a visitar ciudades caras.

Como decía, lo mejor es viajar en grupo, aquí las habitaciones suelen ser mínimo de cuatro personas y he llegado a encontrar con un máximo de hasta dieciocho personas. Si conseguís ser el mismo número de personas que de camas, será lo mejor, pues tendréis la habitación para vosotros solos. Si os sobra una cama, lo más normal es que se quede vacía, pues muy poca gente viaja sola y en estas condiciones, aunque tenéis que estar abiertos a la posibilidad de compartir habitación con un desconocido.

Aun así, podéis decidir coger una habitación de más camas y compartir con otros grupos. Os saldrá más barato. Las habitaciones tienen taquillas donde puedes guardar tus cosas cuando te vas. No siempre tienen un candado, por lo que no os olvidéis de meterlo en la maleta.

Otra de las particularidades es que normalmente los baños son compartidos. Yo no tuve ningún problema con eso, siempre han estado limpios y han sido suficientes.

También es muy posible que tengáis una cocina que podáis usar todos. Ahí lo mejor es salirse un poco de los horarios más típicos y dejareis de encontraros a gente y podréis tener la cocina para vosotros.

Cuando os hablo de estos hostales, os hablo siempre de hostales juveniles, además yo siempre ellos he encontrado con Hostel World, que es la que te recomiendan para viajes de Interrail, por lo que suele ir gente que tiene poco tiempo en la ciudad y el hostal se convierte únicamente en un lugar para dormir. Pero si os cruzáis con más gente también puede ser muy bueno, son otro grupo de gente joven de cualquier parte del mundo haciendo lo mismo, puede ser divertido.

Para mí, las experiencias en estos tres modos low-cost siempre han sido buenas, lo único es que hay que bajar un poco las expectativas y ponerlas todas en el destino. Todo el dinero que os ahorréis viajando así lo podréis invertir luego en visitar cosas o guardarlo para un próximo viaje. Con esta mentalidad, estoy segura de que los inconvenientes os parecen mucho menos importantes.

¡Gracias por leerme!


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