Escalé un volcán - segunda parte

Escalé un volcán - segunda parte

En el último post hablé de manera breve sobre Guatemala y sus principales volcanes. He mencionado también que cuando se quiere escalar un volcán, hay que hacerlo con un guía. Mi amiga asiática de Taiwán llamada Kiki y yo "contratamos" a un guía llamado Neri que nos ofreció un tour privado para el cual tuvimos que salir de casa a las 2:45 de la mañana.

¡Dejadme contaros la historia de cómo conocimos el volcán Pacaya!

Estamos listos para empezar

Ya habíamos pagado la entrada para el parque por el que se puede llegar a Pacaya. Empezamos a caminar hacia adelante. Neri no hablaba mucho inglés, lo que me hizo tremendamente feliz (siempre prefiero hablar en español). Sin embargo, como Kiki no sabía demasiado español, yo le iba traduciendo lo que decía.

Foto: Kiki, nuestro encantador guía Neri y yo.

Primero empezamos la caminata con una sola luz que era la de Neri. Después de un tiempo nos dimos cuenta de que (obviamente) sería mucho más fácil utilizar aunque fuese nuestras linternas del móvil, para incluso caminar más rápido. Durante el trayecto, también conocimos a un grupo de hombres que transportaban objetos pesados. Empezamos a hablar con ellos porque Neri los conocía de antes. Estas personas trabajaban en la "cima" del volcán que estábamos escalando, y como existe un snack bar allí, escalan el volcán todos los días para llevar la mercancía. Además, lo escalan con todo el peso a sus espaldas.

Por qué necesitas un guía

Como se mencionó anteriormente, no se permite entrar si no vienes con un guía. Esto tiene todo el sentido del mundo, pues estás a punto de escalar un volcán activo. Supongo que no muchos de nosotros tenemos un amplio conocimiento sobre los volcanes y sobre cómo funcionan. Además, Guatemala no es Europa, donde vivimos sin jaguares. Aquí hay muchos bosques y selvas donde no sólo encuentras monos balanceándose en algunas ramas de los árboles, sino que también es muy probable que te encuentres con bestias salvajes de presa.

Nos detuvimos en un lugar apartado para beber y admirar un árbol súper viejo. Oímos un ruido que parecía provenir del árbol. Neri echó un vistazo pero nos aseguró que no pasaba nada y que podíamos continuar tranquilamente nuestra aventura de escalada.

¡Por fin! ¡Vemos la lava!

Después de menos de dos horas llegamos al punto desde el cual pudimos ver corrientes de lava. No te lo creerás, pero cuando la lava sale y la parte sólida del volcán se abre/se rompe, hace mucho ruido.

Todavía estaba oscuro afuera. Fue nuestra idea llegar a la cima todavía de noche para poder ver la lava aún mejor. Hacía bastante frío, ya que el viento era muy fuerte. Me agradó mucho ver la lava flotando en el volcán y luciendo tan tranquila. Sin embargo, esperaba que toda la experiencia fuera más impresionante. Además, Neri nos dijo que haría calor, no frío. Eso sí, la lava estaba muy caliente.

Afortunadamente, este no fue nuestro punto y final en la experiencia. Neri nos llevó unos 300 metros más allá y lo que vimos allí fue exactamente lo que yo me había imaginado. La lava estaba a un metro de distancia de nosotros. Tenía la sensación de que podía incluso tocarla. Ya no hacía frío allí arriba. Neri incluso asó unos marshmallows para nosotras. Nos encontramos con otro grupo de cuatro o cinco personas. Neri nos dio mucho tiempo para disfrutar de la vista y vivir esa experiencia al máximo. No nos estaba apurando para abandonar el lugar. Hizo que toda la aventura fuera especial, única.

Neri trabaja también durante el día para algunas compañías de viajes, y también hace tours en grupo. Puede que estos sean un poco menos caros, pero como él mismo dijo, la experiencia adquirida no es la misma: no es tan asombroso ver la lava durante el día porque no se puede ver su color de "llama"; se sube al volcán con otras 20 personas, así que no se puede controlar el espacio cuando se sube o se baja en el camino de regreso. Todos quieren hacerse una foto y cuando por fin se la han hecho todos, ya toca volver. Neri nos dijo que los guías normalmente pasan allí aproximadamente entre 15 y 20 minutos cuando caminan en grupo durante el día. ¡Nosotros pasamos allí probablemente 1 hora y media o 2 horas! Hasta que la luz del día apareció.

Foto: ¡Estar tan cerca de la lava fue una experiencia increíble!

Cuando estuvimos allí, fui a una parte donde podía estar sola. Simplemente disfruté viendo la lava flotante y observando las formas de las piedras de lava. Disfrutaba del sonido de la lava y simplemente de estar allí.

El camino de vuelta

Hubo una cosa interesante que noté sólo en el camino de regreso. Al lado del camino, había unos agujeros enormes y bastante profundos en el suelo. Pregunté para qué estaban ahí. Neri respondió que ayudaban a mantener el camino del suelo más o menos seguro, especialmente durante la temporada de lluvia(que es cuando hay verano en Europa). El agua se desplaza del camino hacia el agujero profundo. De esta manera se puede caminar por el camino tranquilamente. ¿No es esta una solución inteligente?

Foto: Los agujeros que se pueden ver en muchos puntos del camino ayudan especialmente durante la temporada de lluvias.

¿No eres capaz de escalar un volcán?

Existe la posibilidad de alquilar un caballo que te lleve todo el camino de arriba a abajo. No sé cuál es el precio de este servicio.

Bien, ahora os contaré algo a tener en cuenta cuando se habla español europeo o americano. Neri nos contó una historia en la que había dos chicas en un grupo de turistas escalando el mismo volcán. Una de ellas era española y la otra era mejicana. La chica mejicana estaba muy cansada y la española le recomendó lo siguiente: "Cuando estés cansada, "coge" un caballo. En español europeo simplemente significa coger un caballo, cabalgarlo. La mejicana se ofendió porque en su español significaba: "Si estás cansada, fol*ate a un caballo". Afortunadamente, Neri ya había conocido a gente de todo el mundo y explicó que "coger" en español europeo significa "tomar". Así que si estás a punto de tomar un taxi, ir en coche o barco o incluso montar a caballo, usa la palabra "tomar" en Guatemala (y en el resto de los países de habla hispana de América).

Foto: Neri conoce a gente de todo el mundo. ¡Siempre cuenta sus historias y recuerda a las personas que hicieron un tour privado con él!

¿Mereció la pena?

¡Esta experiencia valió la pena en un 100%! Pagamos un total de 350 quetzales (42 euros) cada una, pero si hubiésemos sido más, hubiésemos pagado menos. Sin embargo, hacer este tour privado fue una buena decisión.

Si estás a punto de ir a Guatemala y te gustaría tener la misma experiencia: caminata nocturna en un grupo pequeño, puedo facilitarte el número de teléfono de Neri (le consulté primero a él y estuvo de acuerdo con ello).

¿Escalarás un volcán?

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