En pleno verano entre las nubes de Noruega
Ya llega el verano
(Todas las fotos las he hecho yo)
Una mañana a mediados del verano me encontraba tranquilamente sola, en lo alto de la orilla de un río, en el porche de una cabaña escandinava con una taza de té humeante y con vistas a la nieve derretida.
El viaje ha sido realmente duro, pero conocí a unas almas caritativas que me ayudaron a cargar con mi equipaje. Una estadounidense de Montana que estudia en Praga y que ahora está investigando su árbol genealógico en Noruega, y un chico alemán que se ha mudado a Bergen en la costa oeste de Noruega (ahí es donde llegué). No muy cerca de la costa, en una pequeña ciudad que se llama Voss, aparentemente antes conocida por sus prostíbulos.
Exceso de peso
Me advirtieron que Noruega me vaciaría los bolsillos. "¡Llévate comida y cerveza!". Mi objetivo en Voss era ser voluntaria, pero también disfrutar del festival de deportes extremos que tenía lugar todo el fin de semana.
Así pues, con 36 cervezas y comida para 10 días, todo mi equipamiento de camping, ropa abrigada y un chubasquero (mis amigos me advirtieron: "el tiempo puede ser muy traicionero, así que llévate ropa abrigada"), necesitaba ayuda para mover todo eso, menos mal que estaban allí la chica de Montana y el alemán de Bergen.
La ciudad extranjera en la que decidí estudiar fue Karlstad en Suecia, el primer trayecto hasta Oslo fue breve, dulce y tranquilo. No me sorprendió demasiado con la primera mitad del trayecto en tren con ese traqueteo. ¿Dónde están las legendarias montañas y vistas propias de Noruega?
Ya en las dos primeras horas del viaje de 5 horas hasta Noruega comencé a ver la nieve. En parte sucia y la mayoría ya derretida, pero había más limpia, blanca y acumulada en zanjas y en las crestas de las montañas.
Las casas pintorescas de madera con tejados color tierra comenzaron a ser de lo más normal entre las casas austeras modernas. Los tractores formaban parte del paisaje, las fresas crecían en hileras y me preguntaba si los caminos algo sucios se mantendrían sin nieve durante el invierno. Pregunté a mi vecino. "Sí", me contestó. "Y no solo eso, sino que parte de esa gente que vive y trabaja en la granja durante todo el año, y los niños tienen una hora de trayecto para ir al colegio. Lo sé porque mi madre era uno de ellos".
A medida que nos acercábamos a Voss, los ríos iban apareciendo y en ellos rugía el agua azul turquesa fría procedente del hielo derretido: ¡perfecto para hacer kayak!
"El año pasado, mi vecino se asomaba por mi ventanilla con sus agujas de punto haciendo ruido, estaba tan seco que alguno de estos ríos ni tenían caudal".
Y a continuación, anunciaron Voss y el alemán de Bergen apareció de la nada en el tren y me ayudó a descargar mi equipaje con eficiencia escandinava. Mi fantástico amigo, al que había conocido hace 10 años en Uganda, llegó para recogerme en la estación y así es como mi experiencia en Voss comenzó con una fiesta: el cumpleaños de Julian, un amigo suizo que también había hecho en Uganda, que había hecho una fiesta de estilo internacional. Cócteles de guindilla y rosa en vasos de Martini estaban presentes en las manos de ingleses, noruegos, un keniano, un holandés, algún sueco, unos pocos alemanes, una francesa, un finlandés y un polaco.
Supongo que mi aventura en Voss comenzará con una resaca en pleno verano, pero no me puedo quejar por mi alojamiento esas primeras noches.
Recuerda:
En Voss llueve mucho en verano, así que prepárate para ello.
En Voss hay que ser una persona activa y tratar de disfrutar de todos los deportes que te ofrece.
Los noruegos hablan muy bien en inglés, así que no tengas vergüenza de pararte y preguntar.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Midsummer among clouds in Norway
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