En conclusión... ¡Lanzaos a la aventura!

Para concluir mi blog sobre mi viaje, ¡solo podría animaros a vivir una experiencia similar!

Este viaje ha sido simplemente genial en cuanto al ambiente, a las visitas, a los aspectos culturales... Me he divertido como una loca (de una forma diferente de la que me suelo divertir en Bélgica, por ejemplo), he conocido a grandes personas con un gran corazón, generosas y honestas, sin importar sea cual sea su estatus social, sus rentas, su historia... Los senegaleses son claramente personas que me han inspirado una gran confianza y un gran respeto. Quiero recordar que en tres meses que he estado allí, jamás he sufrido un problema en cuanto a robos (bueno si, tres días antes de irme, pero era un carterista y ese robo no me impactó para nada), o violencia, ni nada por el estilo. Pero también ha sido muy enriquecedor desde el punto de vista personal. De hecho, este viaje, no solamente en parte modifica mi visión del mundo, de ciertos problemas, de mi forma de pensar; sino que también me he dado cuenta de eso desde la distancia y he dado una vision totalmente diferente a mi trabajo.

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La estancia Léonardo, que estoy realizando refuerza esta idea. Trabajar es antes de todo (para mí y según mi educación) hacer que el prójimo aprenda, dar lo mejor de uno mismo y mejorar en diversas disciplinas, sobre todo humanas. Este cambio de conducta hacia el prójimo, (hacia los niños, a mis alumnos por ejemplo), solo se puede hacer si adoptáis vosotros mismos esa actitud.

Golpear a los niños en el colegio es un acto que nunca pude resolver. Esto por supuesto conlleva consecuencias: alumnos distraídos, que se levantan sin pedir permiso, etc. He tenido que hacer frente a unos problemas de disciplina a los que nunca me he enfrentado, y encontrar una alternativa a la violencia. El hecho de ser nueva y haber conseguido tener más o menos mi clase en orden en los primeros dos meses, es para mí, la prueba de que el comportamiento del profesor se puede ver reflejado en el de los alumnos.

No voy a contar aquí todas las ventajas de vivir en una familia de acogida, pero claramente, vivir con los autóctonos, permite empaparse totalmente con la cultura del país, las costumbres y además aumenta la tolerancia. Por supuesto, hay que acatar las normas de la familia, pero también aprenderéis poco a poco a aportar las vuestras, a que las comprendan y a crear un verdadero intercambio. Intercambios verbales, por supuesto, pero también de amor, ya que el afecto que os dará la familia quedará grabado en vuestro corazón y en el de ellos. Finalmente, está claro que tener una familia de acogida tiene muchas ventajas. Tenéis vuestro propio espacio, aunque se pueda ver limitado y compartido y os sentiréis realmente como en vuestra casa.

Me encantaría añadir una anotación para aquellas personas que intenten reteneros por todos los medios, esas personas que nunca han viajado, porque tienen demasiado miedo para enfrentarse a una realidad alejada de la suya. A esas personas no les escuchéis, haced vuestra elección por vosotros mismos y daos los medios para cumplirlas. Por ejemplo, yo formo parte la asociación WEP (World Education Program) que, claramente, no se lo pueden conceder a todo el mundo porque este viaje ha costado mucho dinero. Pero es posible que con esta organización podáis ir, por menos dinero a Australia o Canadá, por ejemplo; o también hacer voluntariados, donde solo pagáis vuestro billete de avión y seréis acogidos y alimentados. Y sí, en África, hay mosquitos; y sí, hay otras enfermedades; y sí, los servicios de sanidad son escasos... pero en vuestro país también pueden pasar estas cosas. Me quedé anonadada cuando sentí que estaba más segura en Dakar que en Lieja, la ciudad donde estudiaba. Si buscamos excusas sin parar nunca hacemos nada. Atención, no digo que haya que irse sin ninguna preparación ni vacunas, sino que si vais a hacerlo siempre hay que tener dinero guardado para coger el billete de vuelta y ganaréis a cambio ¡una picadura de mosquito que os parecerá muy poco para las aventuras tan extraordinarias que vais a vivir!

Si tuviera que acabar mi blog con una palabra, sería: ¡Idos!

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