El Turismo Experencial

¿Qué es el turismo experencial? ¿En qué consiste?

Para muchos el turismo consiste en ir al aeropuerto, coger un vuelo, hospedarse en un hotel, visitar los lugares más emblemáticos de ese destino turístico, coger el vuelo de vuelta e irse a casa. Pero hoy en día los turistas que vamos a visitar mundo buscamos tener el recuerdo de una experiencia irrepetible e indescriptible. Últimamente se habla mucho del turismo experiencial.

La oferta que nos ofrece el turismo es amplia, ya que además de las infraestructuras que tiene, los servicios, las facilidades, etc., ya nos lo ofrece todo a la carta. Es decir, hoy en día es posible poder planificar un viaje a gusto de cada demandante, para que todo sea una experiencia, es decir, algo que jamás nadie olvidará. No es un viaje como los de antes, en los que no se podía vivir todo lo que hoy en día se puede, solo observabas lo que ocurría y no era posible vivir la experiencia desde dentro, pero esto no sería posible sin la ayuda de los ofertantes.

El turismo experiencial consiste , de alguna manera, en ofrecer al turista o demandante vivir experiencias que le permitan recordar siempre y guardar un buen recuerdo de lo vivido y experimentado allí. De esta manera los turistas volverán contentos a sus casas. A pesar de que muchos pensemos que la experiencia vivida depende de las cosas que nos ofrecen y del destino que hemos elegido, esa satisfacción de la experiencia vivida no está basada en ello, si no que las capacidades que estos tienen para que los turistas tengan unas buenas vacaciones. Los turistas quieren ser aquellos que viven en primera persona experiencias irrepetibles, no quieren ser aquellos que se quedan al margen y solamente observan como otros hacen su vida cotidiana, quieren vivirlo ellos mismos. Por ello, la creatividad, la innovación, la originalidad son claves para llevar a cabo este turismo experimental. Hoy en día los ofertantes tendrán que prestar más atención a lo que el demandante espera de ese viaje y convertirlo en una experiencia personal para cada uno de los visitantes.

Hay muchos ejemplos del turismo experiencial hoy en día. Podemos reparar en las experiencias que nos hacen vivir en una barquita al embarcarnos al corazón de las Cataratas del Niágara. O cuando nos llevan a un hotel de hielo para poder vivir el frío de la Antártida en primera persona. Pero sin ir más lejos podemos encontrar este turismo experiencial en España, en Euskadi y en Gipuzkoa. Podemos poner el ejemplo del Mercado de Ordizia. Allí, es posible hacer la compra en la feria y el turista tiene la posibilidad de cocinar allí con la ayuda de un cocinero. Esto embarca al turista a una experiencia en la cual puede conocer la gastronomía de Euskadi en primera persona.

Yendo un poco más lejos podemos encontrar experiencias buenas en España. Al sur del país existe el flamenco, actividad por la que mucha gente conoce la cultura española. Vivir una experiencia como la de bailar flamenco o vivir un fantástico espectáculo sería muy significante para el turista. No sólo el flamenco, si no degustar las tapas, pintxos y la tortilla patata sería para los turistas una vivencia única.

Respecto al mundo, no hay sitio donde no encontremos algún ejemplo del turismo de ocio o experiencial. Podemos irnos a las Cataratas del Niágara y observar desde cerca el agua cayendo en nuestras caras. También podríamos ir al parque Nacional de Everglades en Florida, montarnos en una barca y conocer profundamente esa zona encantadora que quedará para el recuerdo. Al igual que en Nueva York, donde podrás subir a lo alto del Empire State y asustarte con las alturas, o ir a París y contemplar la capital francesa desde las alturas.

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