El encanto del casco histórico

¿Estáis dispuestos a viajar en el tiempo?

El casco histórico os transportará a la época de los caballeros.

Al mismo llegar, me apresuré por dejar mis cosas y salir a visitar Tallin. Como estaba en el casco histórico , empecé mi excursión por esos caminos pavimentados. Tras unos cuantos tropiezos acrobáticos por culpa de los numerosos baldosines que dan el encanto al corazón de la ciudad, me encontré de golpe con una plaza que desprendía un calor particular. No solo porque cada terraza estuviera decorada con llamas que calentaban a los valientes que estaban tomándose una cerveza, sino por el ambiente en general que desprendía ese lugar.

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Los camareros, vestidos con trajes de época, os llaman para entrar en sus "tabernas". Caigo en la tentación y enseguida estoy en una terraza, abrigada con una manta de piel de oveja, una tazón de cerveza en una mano y un delicioso caldo en la otra.

Ese tiempo en el que pude pararme a observar a la gente que paseaba por la ciudad fue un momento muy agradable. La noche empezaba a despuntar, todas las luces cobraban vida y aquella plaza daba aun más la impresión de un ambiente cálido. Estaba perdida en mis pensamientos, cuando de repente, un caballero apareció en la plaza seguido de un prisionero que iba a la horca...Supuse que el museo de las torturas no estaría lejos y que iría a hacer un tour histórico para sumergirme de lleno en la época de la Edad Media.

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De momento era hora de ir a dormir, el viaje desde Nantes había sido muy largo y se me empezaban a cerrar los ojos.

Con la barriga llena, volví a mi encantador hotelito, muy satisfecha con este primer "día".

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