El 25.º aniversario de mi familia de acogida

Estoy seguro de que esto os va a sonar a película, pero ahí va. El domingo, mis padres estadounidenses celebraron su 25. º aniversario de boda y dieron una fiesta en casa, por lo que tuvieron que prepararlo todo con antelación.

¡Tarta va!

El viernes anterior, despejé la entrada de nieve con mi hermano estadounidense y ya que estábamos, despejamos también la del vecino. Fue una pérdida de tiempo porque esa noche volvió a nevar y tuve que despejarla otra vez a la mañana siguiente. El sábado, mi padre estadounidense fue a Denver a recoger la tarta que habían pedido para toda esa gente. Tardó dos horas en ir y dos en volver porque estaba nevando y era peligroso conducir deprisa. Cuando volvió, aparcó y trató de sacar la tarta del coche, pero pesaba mucho y se le cayó bocabajo. La recogió rápidamente y se le cayó... ¡otra vez! Imposible.

Yo estaba dentro, hablando con mi madre estadounidense cuando entró y dijo: «Oye, que se me ha caído la tarta. Llevo las manos llenas de glaseado». Mi madre no se lo tomó en serio. De hecho, respondió: «Venga ya, mentira. ¡Eso es nieve! ». Pero sabemos que no lo era. Todos entraron en pánico porque al día siguiente iban a venir unas setenta personas y no había tarta suficiente. Inmediatamente, llamaron a la confitería y pidieron otra. Pero claro, no podían hacer otra tan grande, así que mi padre volvió y compró varias pequeñas. Era gracioso porque habían preparado una bandeja enorme para poner la tarta, pero ahora había muchas pequeñitas y quedaba rarísimo ver una tarta diminuta en una bandeja gigante.

Bueno, la cosa es que la celebración estuvo genial, vino un montón de gente a casa, estuvimos dos semanas comiendo lo que quedó de la tarta de zanahoria y todos lo pasamos muy bien. El día comenzó con una misa en la iglesia y terminó con la fiesta en casa. Por la tarde, mi hermano estadounidense y yo fuimos a su habitación a jugar al «Call of Duty».

Dicen que todo pasa por un motivo. ¡La destrucción de la tarta hizo que el día fuera aún más memorable!

También fue un día importante para mí porque se cumplían tres meses desde que llegué a Estados Unidos.

- Cristian

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