Cómo el Erasmus te cambia la vida

¡Hola a todos!

En este post me gustaría dar mi opinión sobre el Erasmus. Como ya habréis leído en mis blogs, he escrito (en inglés) sobre un Erasmus corto (de dos semanas) en Helsinki, unas prácticas Erasmus de dos meses en Austria, y un curso de idiomas intensivo de tres semanas en Estados Unidos.

Prefiero los programas Erasmus cortos porque son más intensos. En todos los aspectos. Por eso siempre solicito estancias cortas. Como hay poco tiempo, los días están llenos de cosas que hacer, los horarios están bien organizados, y no faltan actividades a cualquier hora del día. Los Erasmus cortos los puede organizar la universidad de destino o los miembros de la Erasmus Student Network, pero cada uno es libre de planificar su estancia también.

Si se cuenta con un periodo corto de estancia, se aprovecha mejor el tiempo. Así es como lo veo, mi filosofía de vida. Y esta forma de pensar me vino del Erasmus. Puede que opines todo lo contrario, pero creo que en nuestro día a día no somos conscientes del tiempo que tenemos y de todo lo que podemos hacer. No es fácil describir la vida estudiantil, pero creo que "quedarse en casa", "comer", "ver series", "Facebook", "salir de fiesta", "hacer deporte con amigos", y "trabajar/estudiar" se puede resumir bastante bien. Sí, así es la vida diaria incluso para mí, y considero que la gente es muy afortunada por tener amigos, un trabajo exigente, una carrera o profesión que le guste... Pero esto no es excusa para llevar una vida pasiva, sin aspirar a más ni de nosotros mismos ni de la vida. Tomarse la vida y las oportunidades que nos brinda en serio nos da control sobre ella. Significa pensar, planificar, formar parte de algo y esforzarnos por ello. Por lo que sea. Hacer todo lo que he mencionado antes, pero además querer ser personas mejores, y desear una vida que no puede describirse en tres palabras sino en muchas más, como intrigantes capítulos de un libro, son las cosas que considero importantes.

La gente que no es capaz de contarme cosas emocionantes de sus vidas, incluyendo sus intereses, experiencias, ideas, formas de pensar, viajes, situaciones en las que probaron algo nuevo y salieron de su zona de confort, no me interesa. ¿Son aburridos? No. Pero me parece más cómodo hablar con otra gente. Y esto llega (¿por desgracia? ) con el Erasmus, aunque no me sienta orgullosa de haber llegado a esta conclusión. Sin embargo, siento que tengo más en común con la gente como yo, gente que ha hecho cosas interesantes con su vida, que les gusta ponerse a prueba y que me puede contar cosas nuevas. Gente que es única a su manera.

¿Cuándo fue la última vez que cogiste la mochila y te fuiste a explorar la naturaleza? ¿Cuándo es la última vez que fuiste al teatro? Este último año, ¿cuántas ciudades has visitado en el extranjero? ¿Has ido a nadar, a jugar a juegos de mesa o a patinar sobre hielo en los últimos 6 meses? Creo que la respuesta depende de la personalidad de cada uno (sé que mucha gente nunca se iría a otro país solo con un mapa, o que no les gusta viajar, o que por sus amigos y parejas están encantados con la vida que llevan y no les interesan cosas nuevas), pero entonces, ¿de qué podemos hablar? ¿Quiénes somos? ¿Cómo somos? ¿Qué intereses nos definen? El Erasmus me ayudó a encontrar las respuestas a estas preguntas, y además me permitió conocer el mundo y a otra gente. Si estuviese en mis manos, haría que el Erasmus fuera obligatorio para todo el mundo. Porque la experiencia que te da no se puede enseñar en las aulas, ni te la puede enseñar tu familia ni tu pareja.

No he tenido la oportunidad de hacer un Erasmus largo, de varios meses, pero reconozco que puede tener muchas ventajas como conocer el lugar y su cultura en profundidad y hacer amistades más duraderas. Sin embargo, creo que también te hace caer en el riesgo del "ya lo haré luego" y de acomodarse o dejar los días pasar sin hacer nada. Por eso, mis becas preferidas son las organizadas, en las que los participantes tienen actividades diarias, programas culturales y también desarrollo profesional. En conclusión: sin importar cuánto tiempo estés de Erasmus, es una gran aventura. Hacer senderismo por Europa es maravilloso, y vivir con la mente abierta e intentando aprovechar todas las oportunidades que te da esta beca para estudiar y vivir en el extranjero es un gran impulso para tu mente.

P. D. Siento la calidad de las fotos, no soy fotógrafa profesional.

Muchas gracias por leerme, Bis später, Dóra

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