Cerveza: el líquido elemento
En este post, el cual espero que se encuentre en constante expansión, voy a hablar de una de mis mayores aficiones (si se puede considerar como tal). Y no es otra cosa que la cerveza.
A lo largo de mi mayoría de edad he tenido la oportunidad de probar multitud de cervezas de países en los que he vivido o visitado durante un tiempo. Es un aspecto que se puede considerar de los más básicos en la vida de la gran mayoría de los jóvenes, por lo que mi objetivo es crear una especie de guía por países con todos los datos que me habría gustado conocer acerca de la relación de cada país con sus cervezas. Así como algunos otros datos en relación con la legislación que existe en cada lugar con respecto a las bebidas alcohólicas en un nivel más general.
Como en todo, lo que opino está sujeto a debate. Tengo mis preferencias en base a los gustos personales que he ido adquiriendo, por lo que tengo opiniones que podrían considerarse impopulares, como por ejemplo que no tenga mucha devoción por las cervezas belgas, las cuales ni siquiera tengo el privilegio de poder opinar sobre ellas.
En cualquier caso, espero que mis opiniones e historias con la cerveza sean de utilidad (pero con moderación).
España
Como es obvio, es el país del que mejor conozco la cerveza que se fabrica en él. Y en cuanto a la calidad de la misma hay luces y sombras de todo tipo.
En primer lugar hay que darse cuenta de que en España no existe una gran tradición cervecera ya que, al igual que en nuestros países vecinos Francia e Italia, tenemos una cultura de vinos mucho más extendida y acorde con nuestro clima y con nuestra historia. Por lo tanto, la cerveza que tenemos aquí está ciertamente condicionada por estos aspectos, lo cual se puede ver principalmente en que la cerveza está asociada a refrescarse, como una bebida con la que sobrellevar el calor. Y esto no siempre es así.
La cerveza, con cualquier otro alimento, con el frío pierde matices de sabor, así que para saborear bien una cerveza esta debe encontrarse a una temperatura normal, que no sea la de una nevera pero que tampoco esté demasiado caliente. El problema en España es que durante muchos meses del año es complicado encontrar este punto de temperatura en el ambiente, así que tendemos a tomarlas prácticamente congeladas, porque si te la estás tomando en la terraza de un bar durante el mes de julio lo más probable es que a los 10 minutos esté realmente caliente.
Esto se traduce básicamente en que la mayoría de cervezas españolas tomadas a una temperatura ambiente de unos 15 grados o más se hacen completamente imposibles de beber. No es que la cerveza sea una bebida para tomar caliente, pero en cuanto pruebas una de más calidad puedes notar como se hace mucho más agradable de beber a una temperatura “suave” (véase Estrella Galicia).
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Mahou Clásica y Mahou 5 Estrellas
He aquí una de las principales rivalidades que existen en España después de la de Barcelona o Real Madrid. La Mahou Clásica es la barata, la que te sirven en todos los sitios y la que se encuentra en todos los supermercados de España y que tiene una graduación de 4’8 grados. Cabría pensar que la Mahou 5 Estrellas es mejor que la Mahou Clásica, ya que es como una versión mejorada y con más graduación de alcohol (5’5 grados) pero hay mucha gente que no lo opina y que prefiere el sabor de la Clásica. Yo no me encuentro entre ellos, pienso que el sabor de la 5 Estrellas es más potente, un sabor más a cerveza. Además la diferencia de precios entre ambas no es excesiva.
En cualquier caso es la apuesta segura en cuanto a cerveza estés en la parte de España que estés. Una Mahou no enamora, pero tampoco decepciona.
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Cruzcampo
La cerveza que Andalucía distribuye al resto de la península. Es sin duda la cerveza más odiada, aunque muy popular gracias a la cadena 100 montaditos, que ofrece pintas de Cruzcampo a 1’5 euros, una oferta inigualable.
No es una cerveza que esté buena. Nadie, o casi nadie, pedirían una Cruzcampo por deseo propio. Simplemente es una opción a la que agarrarse cuando no hay otra cosa.
Corre el rumor de que la Cruzcampo que sirven en Andalucía es mucho mejor que la que ofrecen “exportada” al resto de España. Sólo hay que viajar al sur y comprobar y opinar si el rumor es cierto o no.
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Estrella Galicia
Esta cerveza de origen gallego es la mejor de toda España. No hay mucho debate con respecto a eso, si la ves en un bar simplemente pídela. Es más cara que el resto de cervezas y no suele ser ofrecida habitualmente en los bares, pero sin duda es la que más merece la pena.
En cuanto a calidad es la que más se acerca a las cervezas alemanas, las cuales para mí son la máxima expresión de calidad si a cervezas se refiere.
Con 4’7 grados de alcohol y un sabor fuerte con el amargor perfecto la hacen sin duda la mejor lager que se puede encontrar uno en España.
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San Miguel
Es una de las cervezas más antiguas de España y de las que más se exporta internacionalmente, que no por ello la mejor.
Al igual que la Cruzcampo, suele tener críticas muy duras entre la gente, pero no llegan al mismo nivel. Es cuestión de gustos, para mí no es una cerveza que considere que destaque en ningún sentido, me resulta demasiado suave a pesar de tener una gradación superior al 5 por ciento. Pero no tengo ningún problema en tomarla en cualquier caso.
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Estrella Damm y Voll Damm
Son las principales cervezas de elaboración catalana. La primera, la lager, es considerada a un nivel cercano a la Estrella Galicia. No es una cerveza que haya tenido la suerte de probar demasiado, sin embargo por lo poco que he podido probarla puedo confirmar que se encuentra a un nivel bastante superior con respecto al resto de cervezas españolas. Es de sabor potente y con una graduación de 5’4 por ciento de alcohol.
La segunda, la Voll Damm, se caracteriza por ser la versión especial, con doble de malta, lo que le hace tener un sabor mucho más potente y una graduación que supera el 7 por ciento de alcohol. Es considerablemente más cara que la Estrella Damm normal, pero si uno se lo puede permitir merece muchísimo la pena.
- Alhambra
Una mención especial podría tener esta cerveza procedente de Granada como su nombre deja intuir. Pero de ella no solo cabe destacar la lager tradicional, la cual posee un precio considerablemente más alto que la Mahou clásica y tiene una calidad más que aceptable. Además suele ser una cerveza muy habitual en lo que a servirse en los bares se refiere, sobretodo en Andalucía.
Aunque quizás si haya que destacar algo que haga de la Alhambra una cerveza realmente digna de mención es la Alhambra Reserva 1925. Es una de las versiones especiales que la marca fabrica. Se caracteriza, tal y como pone en el envase, por seguir los procesos de fermentación clásicos que se seguían en la época de la fundación de la misma fábrica de cerveza. Y no creo que se trate de una simple artimaña comercial, al menos no del todo. Y es que el sabor de esta cerveza es especialmente amargo y potente, del mejor que te puedes encontrar en cuanto a cervezas comerciales nacionales. Una gradución que supera el siete por ciento de alcohol se hace notar en la intensidad de su sabor, y por tan solo 5 euros aproximadamente el pack de seis botellas de cristal de 0'33 centilitros. Un precio realmente a considerar si se quiere beber bien.
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Marcas blancas
En algunos casos, las marcas blancas no son una opción del todo mala si se quiere disfrutar de una cerveza. Te puedes encontrar latas de cerveza por 24 céntimos, como es el caso de las latas de cerveza que se venden en el supermercado Día, las cuales no están muy alejadas a la Cruzcampo en cuanto a calidad y sabor se refiere. Además, por algo menos del doble puedes comprar la versión Premium de esas latas del día, la cual se vende por 56 céntimos y tiene una graduación de 8 por ciento de alcohol. Está lata poco o nada tiene que envidiar a muchas marcas de cerveza consagradas.
Opciones como la Steinburg o la Buguer Maister son otros ejemplos de cervezas de marcas no conocidas que ofrecen una muy buena relación calidad precio.
Finlandia
En Finlandia la legislación con respecto al alcohol es muy distinta a la que nos encontramos en España muchos aspectos. Allí, además de estar permitido beber en la vía pública, la cerveza que se vende en los supermercados está diferenciada por niveles que vienen señalados en las propias latas:
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El nivel I oscila entre el 0 por ciento y el 2’8 por ciento de alcohol.
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El nivel II oscila entre los 2’8 grados y los 3’7 grados.
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El nivel III, el cual es el de la cerveza más común, oscila entre los 3’7 grados y los 4’8 grados.
Todos estos niveles son los que se pueden encontrar en cualquier supermercado. Eso sí, por un precio mucho mayor que el que estamos (mal) acostumbrados en España, ya que en Finlandia los impuesto a las bebidas alcohólicas son los máximos posibles. Si en cualquier supermercado de España puedes encontrar marcas de cerveza que venden latas por 30 céntimos o menos, aquí en Finlandia la más barata que llegué a encontrar no bajaba de los 90 céntimos la lata de 33 cl.
Con lo que respecta a las cervezas especiales o de graduación superior a 4’8 grados sólo se pueden encontrar en los establecimientos Alko, lo que vienen a ser las licorerías, las cuales ofrecen una amplia variedad de bebidas alcohólicas cuya graduación supera ese 4’8 por ciento de alcohol.
Yo, como estudiante de Erasmus que estaba viviendo allí, intentaba buscar las cervezas más baratas, las cuales se encuentran en el LIDL. En pocas ocasiones compré en un Alko, más que nada porque mi bolsillo no me lo permitía. A pesar de ello tuve la oportunidad de probar una cerveza finlandesa de 8 por ciento de alcohol durante una ocasión.
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Karhu
Es la cerveza más característica de Finlandia, ese fondo negro con un oso estampado es allí tan conocido como el ciervo de Jaggermaister. En los bares y pubs es la que más se sirve, de hecho no recuerdo entrar en un bar en el que no se sirviese Karhu.
Pero no nos vamos a engañar, la cerveza finlandesa es muy mala. Sin excepción. Al nivel de la Cruzcampo. Yo al menos no le llegué a encontrar el punto a ninguna, aunque al fin y al cabo todo es cuestión de acostumbrarse al sabor.
Ni siquiera las pintas de barril tiradas en pubs conseguían mejorar el sabor de la misma. Finlandia puede destacar por muchas cosas, pero no por la cerveza.
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Karjala
De fondo negro, al igual que la Karhu, es otra de las cervezas principales. No la llegué a probar tanto como la Karhu, a pesar de que el precio de esta no es mucho mayor, pero lo suficiente como para darme cuenta de que no había mucha diferencia de sabor.
Fue de esta marca la única cerveza que llegué a comprar en un Alko. Era una lata de cerveza de medio litro que tenía más de 8 grados de alcohol. Y la verdad es que no estaba mal, tenía un sabor muy fuerte con un amargor bastante intenso. Ni punto de comparación con las que se venden en los supermercados. Eso sí, el precio fue disparatado, costó aproximadamente 4 euros.
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Lapin Kulta
La cerveza procedente de Laponia es quizás la que a mi parecer más destaca con respecto a las demás.
Yo como estudiante de Erasmus con una beca que cubría lo justo, no pude probar lo suficiente esta cerveza cuando vivía en Finlandia. Me limitaba a buscar la Karhu en cuanto entraba en el pasillo de las cervezas del supermercado. Es lo que tiene vivir con un presupuesto limitado.
Efectivamente, la Lapin Kulta es unos céntimos más cara que las otras dos. Sin embargo es la única de la cual puedo decir que se le nota un aroma especial alejado de ese extraño amargor que tiene la Karhu y la Karjala.
Alemania
En Alemania es probablemente el lugar del mundo en el que se puede disfrutar de la mejor cerveza del mundo. Todo el mundo conoce Oktoberfest, la fiesta de la cerveza más importante y grande del mundo que se celebra de finales de septiembre a principios de octubre en la ciudad alemana de Múnich. De mi experiencia en Oktoberfest hablé en el post que escribí sobre mi viaje a Múnich, viaje que quizás fue el inicio de lo que es ahora mi amor por la cerveza bávara.
Como cabe suponer, en Alemania la tradición cervecera es muy importante. La cantidad de marcas y tipos de cerveza es casi innumerable. Se dividen principalmente por el tipo de fermentación (alta o baja), si se usa trigo, cebada o ambas, etcétera.
En verano, con el buen tiempo son típicos los ‘biergarten’, lugares con mesas al aire libre en los que la gente se sienta a comer y a beber cerveza.
Para hablar de todos los tipos de cerveza alemana haría falta dedicarle un escrito kilométrico y yo, además de no tener el tiempo suficiente para hacerlo, tampoco tengo el conocimiento suficiente sobre todas ellas como para poder decir algo útil. De lo que sí puedo hablar es de las cervezas de denominación alemana que más me han sorprendido. Y de las más conocidas, claro.
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Augustiner Helles Vollbier
Es la principal que se encuentra en las tiendas y a día de hoy puedo decir que es mi cerveza favorita (gracias a la recomendación de un amigo).
Fue la primera cerveza que probé cuando viajé a Alemania, y lo que más me sorprendió fue ver el precio tan bajo que tenían todas las cervezas. Esta en concreto me costó 90 céntimos, vendida en botella de cristal de 0’5 litros a temperatura ambiente. No hacía falta que estuviese fría, de hecho a temperatura ambiente (siempre que no sea excesivamente alta) es como mejor se disfruta.
Hace demasiado tiempo que no pruebo una, demasiado, pero el suficiente como para recordar su sabor. Es una ‘helles’, es decir, una clara, la cual tiene un 5’2 por ciento de alcohol y un sabor fuerte para ser una clara con una amargura perfecta.
No sé cómo se lo deben pasar los Erasmus que estudian en Alemania, pero desde luego tienen la suerte de disfrutar de la mejor cerveza de Europa y al mejor precio.
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Hacker-Pschorr
Este fue la cerveza que pude probar en una de las carpas durante Oktoberfest. Es una marca muy poco conocida fuera de Alemania, es de origen bávaro y yo por lo menos no he tenido la suerte de encontrarla importada en ningún otro país.
Cuando decidimos entrar a esta carpa en Oktoberfest yo tenía mis dudas, prefería entrar a la de Hofbräu, Paulaner o Augustiner, que son mucho más conocidas. Pero no tuve ningún tipo de queja al final del día.
La cerveza que se sirve en Oktoberfest es simplemente única. Entra como un refresco cualquiera, es imposible que a alguien no le pueda gustar. Eso sí, hay que andarse con ojo porque, como bien es conocido, la cerveza que se sirve es de elaboración especial para la fiesta, por lo que tiene una graduación de alcohol bastante más alta que la habitual.
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Paulaner Hefe-Weißbier y Paulaner Salvator
La Paulaner de trigo es quizás la cerveza más internacional del mundo. Al menos es lo que he podido comprobar con mis propios ojos visitando pubs y supermercados de diversas partes del mundo.
Pero, a pesar de ser una cerveza de muy buena calidad, cualquier persona que haya probado más de dos cervezas alemanas en su vida podrá decir que ni de lejos es la mejor cerveza alemana que se fabrica.
Paulaner sólo es la punta de un iceberg lleno de maravillosas cervezas por descubrir, aunque no por ello su fama (que no su precio) es inmerecida.
Por otra parte nos podemos encontrar con la Paulaner Salvator, que a mi parecer es la segunda cerveza de la marca más destacable. Se vende a sí misma por intentar vovler a los orígenes de la propia cervecería Paulaner, creando así una cerveza que imita el sabor de aquellos líquidos creados durante el siglo XVI en Baviera.
De la misma se pueden extraer una gran cantidad de matices. Lo primero que destaca es que es una cerveza de un color muy oscuro y de textura muy espesa como se puede comprobar en el primer trago. Una vez saboreada resulta una cerveza bastatne suave, con muchos matices dulces, que contraponen el amargor inical.
Su graduación es de 7'5 grados de porcentaje de alcohol, lo cual se nota en cuanto te tomas dos seguidas. Su precio es bastante elevado por botella de 33 centilitros y es bastante complicada de encontrar tanto en bares y pubs como en supermercados. Al menos en España.
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Franziskaner Hefe-Weissbier
Es la principal competidora de Paulaner por el puesto de cerveza de trigo más internacional del mundo. Cuando alguien va a un supermercado cualquiera son las dos cervezas alemanas que aparecen juntas. Y también, normalmente las únicas.
No está al nivel de la Paulaner desde mi punto de vista. Si puedo elegir no la elegiría por delante en ningún caso (aunque suele ser algo más barata, lo cual a veces influye).
No sé nada de comercio internacional, pero es una lástima que otras marcas de cerveza alemana no hayan conseguido el nivel de exportación que la Franziskaner y haber ocupado su lugar.
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Weihenstephaner Vitus
Se trata de una cerveza fabricada por la cervecería activa más antigua del mundo. Su cerveza data del 1040, y esta versión de su cerveza se trata de una cerveza especial de alta fermentación.
Tiene un sabor muy intenso y un color oscuro por ser una cerveza de trigo. No es una cerveza que sea imprescindible probar, yo la primera vez que la he probado ha sido en España tras haberla comprado en una tienda de cervezas especiales, ya que es imposible encontrarla en otro tipo de establecimiento. En cualquier caso será una de esas cervezas que intente buscar el día que vuelva a viajar a Alemania.
Bélgica
Las cervezas belgas para mí siempre han sido un mundo al que no me he adentrado nunca en especial. No me suelen gustar demasiado las cervezas aromatizadas, pero aún así lo que he llegado a probar me ha sorprendido de forma muy stisfactoria.
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Afligem Triple
Esta es una de las marcas de cervezas más famosas de Bélgica. Se suelen caracterizar por servirse en unos característicos vasos con forma de cono cuya capacidad es 33 cl.
Esta cerveza destaca sobre todo por su altísima graduación de alcohol, nada menos que 9 grados. Sin embargo no se notan en exceso a la hora de tomarla, ya que prácticamente tiene el sabor de cualquier cerveza rubia. Aún así se nota un sabor fuerte que deja ese característico aroma dulce que suelen dejar este tipo de cerveza, todo ello sin perder la pureza de lo que debe ser el sabor de una cerveza.
Cervezas internacionales
Este es quizás el apartado menos útil de todos, y es que casi cualquier persona del mundo ha tenido la oportunidad de beber una de estas cervezas a lo largo de su vida, las cuales a mi parecer no son otras que la Heineken y la Carlsberg. La primera holandesa y la segunda danesa, las cuales por algún motivo has conseguido tener el honor de ser las cervezas que más se exportan alrededor del mundo.
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Heineken
Es imposible no conocer el sabor de una Heineken si te gusta la cerveza por mínimo que sea. Además de ser su etiqueta y su envoltorio verde famosos en todo el mundo, es esta empresa la que controla la producción de muchas de las cervezas de otros países, como es el caso de San Miguel o Cruzcampo en España.
Normalmente su precio es el más caro de las cervezas lager normales. Pero la pregunta que todo el mundo se hace alguna vez en la vida: ¿merece la pena su precio? O lo que es más interesante: ¿es realmente mejor que una Mahou (o cualquier otra cerveza de mínima calidad?.
La respuesta a lo primero, para mí, es un rotundo no. No ofrece nada especial para ser más cara que las demás, simplemente la fama. Y esto responde casi por completo la segunda pregunta ya que, a pesar de que para mí una Heinken está por encima de la Mahou en sabor y en calidad, está muy por debajo de lo que puede ser una Estrella Galicia, por la cual te suelen cobrar un precio parecido en España. Resumiendo, es una cerveza de muy buena calidad pero no merece ni la fama ni su precio.
Cabe destacar que es la cerveza que por lo general más se sirve en conciertos y festivales de España y de toda Europa. Por ella, lo normal es que te cobren unos 9 euros por un litro de cerveza, lo cual es una barbaridad se mire por donde se mire. Pero son festivales, es lo que tiene.
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Carlsberg
La cerveza danesa más internacional y una de mis preferidas en cuanto a cervezas “mainstream” se refiere.
No suele ser cara en supermercados, de hecho durante mi estancia Erasmus en Finlandia fue una de las cervezas que más compré al ser sin duda la cerveza que mejor calidad precio ofrecía en los supermercados de allí.
Por otro lado, en pubs no es una cerveza tan común como la Heineken y por tanto no tan cara. Personalmente, cada vez que veo que la venden de tirador o en botellín la suelo pedir. No es ni mucho menos mejor que la Heinken pero es una opción muy aceptable.
Perú
Por desgracia, nunca he tenido la oportunidad de viajar a Perú, pero he tenido la suerte de conseguir porbar la cerveza peruana, concretamente la marca de cerveza Cusqueña.
Pude probar las tres variedades principales que ofrece esta cerveza, las cuales son la rubia, la tostada y la negra. Es de estas tres la primera la que más me sorprendio. Tiene un sabor suave y no un amargor demasiado intenso, lo que hace que se pueda beber de forma muy fácil, perfecta para acompañarla con las comidas.
En segundo lugar, la tostada también destaca. Tiene una graduación de alcohol algo mayor que la rubia y un sabor a trigo intenso. Y en tercer lugar está la negra que tiene un sabor mucho más fuerte que las otras dos pero no llega a tener una amargura al mismo nivel. Tiene un sabor bastante inteso a café y un regusto dulce que se queda en la boca después de tragarla.
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Comentarios (1 comentarios)
Adolfo Cruz Gutiérrez hace 7 años
muy util, volveré a este artículo si me dan la beca.
PD: a mi me gusta la cruzcampo