Celebración del fin de año en Colombia

En este blog les hablaré de una de las tradiciones mas importantes de mi país que, aunque varía en cada rincón del mismo, en todos y cada uno de esos lugares es una festividad sinónimo de alegría, tristeza, nostalgia, pero sobre todo prima la felicidad. Hablo de las festividades de fin de año.

Desde muy pequeño supe el significado y la importancia que tenía esta fecha y me fue inculcado que lo mejor era pasarla al lado de las personas que más queremos, sin importar cualquier circunstancia siempre van a estar ahí incondicionalmente (mi familia). Por eso lo mas común era que en los últimos días de diciembre viniera cualquier cantidad de parientes sin importar donde vivía, ya fuera en otra ciudad o en otro país. Magangué (https://erasmusu.com/es/erasmus-magangue/blog-erasmus/esta-es-mi-ciudad-magangue-555760) se vuelve una fiesta, porque no solo celebramos que un año haya concluido sino también el retorno de aquellos a quienes amamos.

La importancia de esta fecha se ve reflejado en lo mucho que solemos preocuparnos por lucir bien, quizás esto tenga un trasfondo que en realidad es una creencia de pensar que, si el año llega y nos encuentra siendo la mejor versión de nosotros, ese año estaremos siempre mostrando esa parte a los demás. Sin embargo, es solo un decir. Recuerdo que desde que comienza a asomarse noviembre todos empiezan a pensar como vestir el 31 de diciembre y se recurren a los ahorros de todo el año para que “el estreno” valga la pena y seamos la sensación del barrio con nuestra ropa. Aunque parezca tonto es algo tradicional y uno ve a los niños alardeando de sus nuevos zapatos o a las niñas mostrando lo hermosamente novedoso que es su vestido.

¿Cómo es un 31 de diciembre en mi familia?

El día empieza muy temprano y es muy normal levantarse con el canto de los gallos y se escuchan juegos artificiales en todas las direcciones y normalmente el vecino ya tiene encendido su equipo de sonido a todo el volumen, en el que algún locutor de la emisora es diciendo ¡Ya llegó! Contando las horas y los minutos que hacen falta con el sonido de una sirena en el fondo; pues un año nuevo está a la puerta. Al encender la televisión se puede ver los países que ya han celebrado y dicho feliz año, normalmente países como Nueva Zelanda, Australia y toda la parte más oriental del mundo.

Si bien es cierto que es una fecha para celebrar, ese día en mi familia es un día de trabajo normal y es uno de lo más pesados, ya que mucha gente incluye en sus cenas de año nuevo las deliciosas butifarras (https://erasmusu.com/es/blog-erasmus/recetas-erasmus/de-colombia-para-el-mundo-las-butifarras-556520) y mi papá es el encargo de comandar la preparación de las docenas de encargo, con todos los demás bajo su mando. Este es uno de los días en los que mas se preparan butifarras, podemos hablar de unas 2000 o 3000. Así que solemos terminar la preparación y la entrega de los pedidos muy entrada la tarde.

Al salir a la calle se puede sentir los olores de las comidas como los pastales o tamales, asados y cualquier cantidad de delicia. En casa de mi abuela siempre se prepara un gran sancocho con la intención de poder brindar a todos y a cualquiera que llegue a visitar y desear un feliz año.

Cuando entra la noche, normalmente todos están con la pinta de 31 y la mayoría de las casas de los vecinos tiene una pequeña fiestecita en frente, pero en general es una gran fiesta y entre todos se sirven y llevan bebidas y comida. Yo suelo visitar a algunos amigos y a eso de las 10 de la noche regreso a casa. Nos sentamos a ver los fuegos artificiales de la noche e incluso a encender algunos, mientras comemos y bebemos.

En la emisora siguen informando cuántos minutos hacen falta aún, informando de los países que recientemente han celebrado el inicio de un nuevo año y colocando las tradiciones canciones de la época. Cuando faltan 5 minutos para la media noche es colocada la canción Faltan cinco para las doce; esta canción nos llena de ilusione y nostalgia. Al escuchar vienen a nosotros esos hermosos momentos de felicidad y tal y como lo dice la canción no importa donde esté uno, saldrá corriendo a su casa a pasar el año con su gente. Un minuto antes de las 12 se encienden los años viejos y se comen 12 uvas.

Los Años viejos

Son muñecos cuya fabricación va a variar según la ciudad de Colombia, pero en el caso de mi ciudad, se toma un pantalón, unos zapatos y una camisa vieja y se cosen rellenándose de hojas seca, aserrín o cualquier otro material que pueda arder con facilidad. La gente muchas veces recrea personajes famosos que ese año fueron tendencia, y usualmente se saca a la calle en una silla para que parezca que al igual que una persona normal, está esperando que llegue su momento.

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Los años viejos reflejan todas esas cosas malas que nos afectaron ese año que está por acabar, las tristezas, las cosas malas como enfermedades o problemas de cualquier tipo. Con la quema de este muñeco se busca que dichas cosas malas no pasen al nuevo año y no nos vuelvan a afectar dejando todo en el pasado, es una tradición que me gusta mucho porque hace parte de la cultura de mi pueblo.

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Las 12 uvas

La tradición de las uvas también existe desde que tengo memoria, mi madre sobre todo es quien lo hace y según ella se debe pedir un deseo por cada uva que reflejan los 12 meses del nuevo año que esta por comenzar. Es decir, al comer una uva y pedir un deseo lograremos cumplir dicho deseo en el mes cuyo número sea el de la uva que hayamos comido.

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¡Feliz año nuevo!

Entre luces en el cielo y los años viejos incendiándose se dan los abrazos de fin de año, en mi casa suelo comenzar con mis papas y luego mis hermanos. Las calles comienzan a llenarse de gente y entre la multitud busco a mi abuela (madre de mi papá) para darle feliz año mientras abrazo a mis tíos y mis primos que voy encontrando en mi camino. Cerramos la puerta, aunque en realidad no haga falta en esa fecha. Salimos con dirección a la casa de mi otra abuela donde está el resto de mi familia y el sancocho. En el camino voy dando feliz año a mas primos, a amigos de infancia del barrio y a los vecinos que me encuentro; entre todos nos deseamos los mejores deseos para el año que ya esta corriendo.

Llego a Casa de mi abuela y comienzo con mis abuelos dándoles un fuerte abrazo, paso seguido por mis tíos y primos. Lo sé mi familia es inmensa pero aun así todos son igual de especiales y únicos, nunca faltan las lagrimas de la nostalgia que nos invaden por las personas que partieron, los que no están y por la felicidad de tener la dicha de compartir juntos. Tampoco faltan los tíos y primos que están bastante eufóricos y embriagados y nos hacen reír con sus ocurrencias. Y así se termina entre risas, un buen vaso de guandolo de corozo y un sancocho.

El guandolo de corozo

En mi familia esta bebida es muy tradicional y es hecha prácticamente cada año para conmemorar fechas especiales como año nuevo y navidad. Su preparación puede empezar inclusive desde mitad de año ya que es una bebida fermentada a base de corozo, azúcar y agua que con el tiempo toma un sabor muy rico, aunque no se dejen engañar por su dulce sabor ya que con un par de vasos de esto y su cuerpo ya comenzará a sentir los estragos del alcohol que tiene.

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El nuevo año en las ciudades vs el nuevo año en los pequeños pueblos

Es cierto que para nadie es un secreto que muchas veces las personas prefieren vivir en la ciudad por la “mayor calidad de vida” y todo los servicios y productos que pueden adquirir aquí con mucha facilidad y que usualmente en los pueblos no podemos conseguir. Pero algo que no podemos negar (por lo menos no en Colombia) es que los pueblos son mucho mas tranquilos y esto se debe con plena seguridad a la unión entre sus habitantes.

Muchas cosas varían entre los pueblos y las ciudades e incluso la celebración del fin de año y aunque ya les hablé de como lo celebran en Magangué, esta es un pueblo bastante grande que puede considerarse de cierta forma una ciudad. Porque los pueblos mas pequeños como los que quedan en el área rural que tienen escasos 500 habitantes que para fin de año casi que se triplica por toda la gente que se una la fiesta, suelen celebrar de una forma un poco mas diferente. Allí, todas las familias se unen en una sola fiesta y cada una se encarga de hacer una comida para brindar a las demás, pero no cualquier comida es LA COMIDA; literalmente botan la casa por la ventana y contratan un pick-up (gran equipo de sonido que cuenta con muchos parlantes o amplificaciones) o arman el suyo. Inclusos muchos pueblos a pesar de la poca gente contratan a reconocidos artistas para que anime la celebración y forman de cierta forma sus propios conciertos.

Ahora hablemos de la celebración de año nuevo en las ciudades y tomaremos como ejemplo a Cartagena, aquí al igual que en Magangué la celebración se divide por familias, pero a diferencia de Magangué los vecinos no son tan unidos entre ellos, pero es imposible negar que todos están en una sola fiesta. Además de que muchas personas van al centro de la ciudad donde los bares, discotecas y hoteles siempre tienen algún evento.

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Es una fecha tan especial casi nadie trabaja, pero algunos realizan compras de último minuto, así que el mercado se mueve mucho esa época y es normal ver tiendas y negocios abiertos hasta incluso el año siguiente, pero ojo no son todos, por lo que la mayoría de gente hace sus compras con antelación. La gente suele tener sus propias tradiciones como vestirse de una forma particular, hacer juegos y dinámicas para quitarle el aburrimiento al cara larga de la fiesta. Cada familia es muy especial y única. Así como en la mía están los familiares que son un personaje como los que ya mencioné, están las otras que tienen a la tía con un espíritu de actriz y presentadora que se baila hasta los comerciales. Las abuelas que cocinan todo con amor, y alguien que hasta pendiente que todo este perfecto ese día.

Resumiendo todo, año nuevo es una fecha bastante especial donde prima el amor y la alegría, la celebración y las costumbres varían del lugar, pero en casi todos ellos siempre se baila, se ríe, se disfruta y se desea lo mejor. Porque el fin de año mas que el fin de una época, es la importancia de empezar otra.

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