16 viajeros que te inspirarán en tus viajes

¡Hola a todos y a todas! Me encanta ser una apasionada y soñadora de los viajes. ¿Qué hay mejor que sumergirte en las verdaderas historias de viajeros apasionados que han tenido un impacto, en menor o mayor medida, en la historia de la humanidad?

Personalmente, he decidido no nombrar a Marco Polo, Cristóbal Colón, Bartolomé... para poder centrarme en otros personajes de los que, generalmente, se habla menos. De todas manera, he seleccionado personajes de los que no sabía casi nada hasta después de haber investigado sobre ellos.

Disfrutad de la lectura. ¡Espero que descubráis nuevas historias en este artículo!

1. Xuanzang (602-664)

En 629, un monje chino llamado Zuanzang se marchó con una mochila para llevar pergaminos desde la capital Tang. Emprendió un viaje de 16 000 km en la India que duró unos 17 años para estudiar y recoger textos sagrados del budismo.

Como viajero y escritor incansable, Xuanzang siguió el itinerario norte de Ruta de la Seda, mediante la documentación de las regiones que ahora son Kirgistán, Ouizbékistan, Afganistán y Pakistán. Su peregrinaje a la India se describe como muy difícil, pero intelectualmente enriquecedor.

Hoy en día, se honra a Xuanzang por ser un lingüístico, un historiador, un fiel héroe conocido y, sobre todo, un apasionado viajero.

En resumen, Xuanzang era un intrépido viajero y traductor que documentó la interacción entre China e India al principio de la dinastía Tang. A lo largo del viaje, los bandidos le emboscaron en muchos casos; estuvo a punto de morir de sed y sobrevivió a una avalancha.

Como anécdota, hay un rumor que cuenta que Xuanzang tuvo un sueño que le convenció para visitar India, por lo que el escuchar su corazón le hizo recorrer este viaje que le convirtió en uno de los viajeros más conocidos de la historia.

2. Ibn Battuta (1304-1369)

Ibn Battuta fue un gran explorador musulman que recorrió más de 120 000 kilómetros a travès de las regiones que comprenden hoy en día 44 países; de Italia a Indonesia, de Tambuctú a Shanghái.

Los piratas le agredieron, le atacaron y lo tomaron como rehén e incluso una vez le escondieron en un pantano. Sus escritos sobre los viajes ofrecen una perspectiva rara sombre el imperio medieval de Mali del siglo XIV (son pocos los documentos que han sobrevivido).

El viaje de Battuta es un viaje de devoción alimentado por el deseo de vagabundear, y el relato que soltó, contado de memoria a un escritor, es más que una guía del mundo islámico a la Edad Media: es una historia de más de 40 años de ruta, una historia de geografía, de naturaleza, de política, de religión, de encuentros (se menciona alrededor de 2 000 personas) y de reflexión personal.

Rihla (o «The Journey»), como su historia es conocida, está mejor resumida en su largo título original: Un regalo para aquellos que contemplan las maravillosas ciudades y las maravillas del viaje.

3. Thomas Jefferson (1743-1826)

El tercer presidente americano era igualmente el primer presidente americano más viajero. Sus viajes en Europa le hicieron dirigirse a Inglaterra, Francia, Países Bajos, Alemania e Italia; destinos que él mismo eligió para su riqueza cultura y su producción vitícola

Para Jefferson, el vino era una ventana hacia el mundo. Como asesor nacional de vino, Jefferson transformó sus curiosidades e interés en un motivo económico al declarar la apertura de importantes industrias comerciales de vino a partir de Francia, Italia, Portugal y España. Volvió a Estados Unidos con esquejes de vid que plantó en Monticello y ¡se convirtió en último enólogo de Estados Unidos!

Pero no os preocupéis, las misiones de viajes de Jefferson no se limitaron al vino. En el extranjero, estudió el derecho, el gobierno, la historia, la arquitectura, la agricultura, la literatura, la música y las ciencias, entre otras. Sin embargo, nada superará su pasión mundial por la uva.

Lo que demuestra que ¡dejar que vuestra pasión os dirija a todas las partes del mundo te enriquecerá como nada!

4. Annie Smith Peck (1850-1935)

Peck era una alpinista y una erudita reputada que consiguió muchos récords de alpinismo. En cuanto a su debut feminista, escandalizó a la sociedad al escalar en pantalón y por llevar más el traje de escalada que el de falda.

Era una apasionada sufragista; colocó, por ejemplo, una bandera en defensa de los votos de la mujer en la cima del monte Coropuna en Perú.

Como primera escaladora de la cima norte del Huascarán en Perú, el pico fue seguidamente llamado Cumbre Aña Peck en su honor.

No solo fue una de las primeras mujeres que se introdujo en la Royal Geographical Society, sino que fue la fundadora del American Alpine Club.

Dió muchas conferencias a través del mundo durante muchos años y escribió cuatro libros que incitan a viajar y a explorar.

5. Fridjof Nansen (1861-1930)

Fidjof Nansen era un explorador noruego, científico, diplomado, humanitario y laureado con el Premio Nobel de la Paz. Dirigió el equipo que efectuó la primera travesía del interior de Groenlandia en 1888, travesando la isla en ski de fondo.

Fue reconocido a nivel internacional después de haber alcanzado un récord de latitud norte de 86 ° 11 ′ ´(¡Nadie más había llegado más al Norte!

Aunque se retiró de la exploración después de su vuelta a Noruega, sus técnicas de viaje polar y sus innovaciones en el equipo y los trajes influyeron en una generación de expediciones árticas y antárticas posteriores.

Él y uno de sus colegas aguantaron, incluso, nueve meses de invierno en una cabaña hecha de piedras y pieles de morasa a base de osos polares y de morsas. En conclusión, Nansen exploró el gran norte blanco ¡tuvo el derecho de ponerle a un asteroide su nombre!

6. Nelly Bly (1864-1922)

En 1890, Bly se convirtió en la persona más rápida en hacer el tour del mundo. Se propuso superar al ficticio Phileas Fogg de «La vuelta al mundo en 80 días», y ¡lo hizo en solo 72 días!

Cuando ella le comentó a su redactor sus proyectos de viaje, el le contestó que solo un hombre lo podría hacer porque una mujer necesitaría muchas maletas pesadas que molestarían.

Bly le quitó la razón, viajando con una mochila pequeña solamente y la ropa en la espalda.

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