Ponta de Sao Lourenco - mi experiencia
Ponta de Sao Lourenco - ¿Qué tan difícil es ascenderla?
Han pasado unos días desde que escribí un artículo sobre información general para planear un viaje al punto más oriental de la isla de Madeira. En ese artículo, prometí traeros uno nuevo que incluyera mi propia experiencia del viaje. Así que dejadme empezar. Tengo también mucha curiosidad por saber si tu experiencia fue o será la misma que la mía.
Foto: Me he puesto a conjunto con este lugar.
Complicaciones en el autobús
Llegué a Madeira a la mitad de septiembre de 2018 y rápidamente conocí a muchos estudiantes Erasmus con los que me llevé muy bien. Cuando alguien me propuso la idea de hacer un viaje a Ponta de Sao Lourenço, no me lo pensé dos veces. Como era a principios de octubre, aún no sabía mucho sobre Madeira si sobre cómo funcionaban las conexiones del autobús. Por suerte, algunos de mis amigos que llegaron antes a Madeira ya lo sabían.
Nos reunimos temprano por la mañana para poder empezar nuestro viaje alrededor de las 9. Llegamos a la parada de autobús (que describí en el artículo anterior) después de un tiempo preguntando a la gente por la calle para saber cuál era la parada de autobús correcta. En esa zona, hay muchas paradas de autobús que pueden resultar confusas cuando eres nuevo en Funchal. El autobús finalmente llegó y nuestro grupo de ocho personas subió a bordo con otro grupo enorme de chicos que querían hacer la misma caminata.
Nuestro plan era conseguir un billete de ida y hacer autostop en el camino de vuelta. Tuve que pagar más de seis euros por el billete, al igual que el resto del grupo. "Es bastante caro, ¿no?" dijimos. "Oh, eso es porque parece que hemos cogido también el billete de vuelta". Uno de nuestros amigos se dio cuenta. Bueno, quiero decir, yo no le especifiqué al conductor que quería un billete de ida solo, pero como tampoco mencioné que quería uno de vuelta, pensé que me vendería solo el de ida.
Fui a preguntarle al conductor si nos podía dar nuevos billetes y cancelar los que habíamos comprado, pero este se enfadó muchísimo y nos echó en cara que no habíamos dicho nada sobre la opción de ida. "Sí, pero tampoco dijimos nada sobre la de vuelta", dije. Para resumir la historia, no nos quería cambiar los billetes. Él estaba completamente seguro de que lo había hecho bien y añadió: "Deberías haberme avisado antes de que te parecía caro", a lo que yo respondí "¿Cómo? Si no conocemos la tarifa". Al final nos sentamos en nuestros asientos y comenzamos el viaje. Luego ya veríamos si usamos los billetes de vuelta o seguimos haciendo autostop.
No sólo me llevé un bocadillo y mucha agua para el viaje, sino que también metí una pequeña guía de bolsillo en mi mochila. Así que después de unos kilómetros en la carretera la abrí y empecé a informarme sobre nuestro punto de interés del día y sobre sus pueblos vecinos.
Foto: Sabíamos que queríamos llegar allí, sin importar el mal humor del conductor.
Baía d’Abra
Si has leído mis artículos anteriores, probablemente recuerdes que la isla de Madeira es bastante pequeña. Así que aunque Funchal y el punto más oriental de la isla no están tan lejos el uno del otro, se tarda aproximadamente una hora y cuarto en llegar a Baía d'Abra. Esto también es porque cuando vas en autobús, se detiene en muchos lugares por lo que el viaje se prolonga. Además, hay muchas montañas que hay que rodear, por lo que no se puede contar una distancia como si fuese una línea recta.
Hoy en día, la situación con el transporte es más fácil ya que se han construido muchos túneles. Los locales dicen que incluso los túneles salvan muchas vidas. Solía ser muy peligroso conducir por los caminos, pues muchas veces las rocas se caían inesperadamente.
Ahora, echemos un vistazo a Baía d'Abra. Baía d’Abra es el punto de partida de la caminata de Ponta de Sao Lourenco. Así que mis amigos y yo caminamos unos pasos y nos detuvimos para disfrutar de la asombrosa vista. No importa en qué parte de la caminata estés, simplemente disfrutarás de la naturaleza todo el tiempo.
Tan pronto como empezamos, conocimos a una chica que venía sola. Y como hablaba ucraniano, se unió a nuestro grupo. Es curioso, éramos un grupo formado principalmente por chicas checas. Quiero decir, en el Erasmus se supone que conoces a gente de todo el mundo, pero lo que me pasó en Madeira fue realmente inesperado. Me gustaría escribir un artículo a parte tratando este tema. Fui al viaje con chicas del mismo país de origen. En nuestro grupo, sin embargo, también había dos chicas que hablaban eslovaco con nosotros (nuestros idiomas son casi iguales), aunque sus idiomas nativos eran el húngaro y el ucraniano. Así que esa es la "chica desconocida" de Ucrania que se unió a nuestro grupo, lo que fue perfecto para practicar también nuestro inglés.
Foto: Éramos muchos, así que nos lo pasamos en grande.
¡Dame tu comida!
Aproximadamente a la mitad de camino hay un lugar donde puedes sentarte, comer tu merienda, relajarte y hacer simplemente lo que quieras. Así que hicimos todas estas cosas y disfrutamos de un tiempo de diversión juntos.
Al final no estábamos solos, pues tuvimos compañía de varios animales. Madeira está lleno de lagartos por todas partes. Están en Funchal, están en Porto Moniz (donde practiqué buceo), están en las ciudades así como en la naturaleza. Supongo que olieron nuestra comida, porque de repente había muchos. Al principio te parecen muy monos, pero después de un tiempo se vuelven insoportables, como los monos en Gibraltar. Empezaron a subir a nuestras mochilas y a nuestros cuerpos. No pude evitarlo, cuando se subieron a mi pierna salté. No fui la única que reaccionó así, he de decir. En cambio, una de las chicas de nuestro grupo estaba disfrutando de ellos y comió con toda la calma del mundo. Uno de los lagartos subió más alto para acercarse a ella y de repente saltó sobre ella porque tenía comida en sus manos. ¡Nos metimos un gran susto! Pero todos nosotros, incluyendo la chica, nos empezamos a reír.
Foto: Estos lagartos te atacarán rápidamente cuando te detengas a comer algo.
El resto del camino
Ahora no hay mucho que decir, pues seguimos caminando hasta llegar al punto final. Mientras caminábamos íbamos conociendo a gente nueva con la que nos tropezábamos cada 200 metros. ¡Fue muy divertido!
Empecé el viaje con un dolor en la espalda. El día anterior apenas podía moverme, pero por la mañana me sentía mejor. A medida que iba avanzando el camino, mi espalda se calentó y el dolor se relajó bastante. Así que este camino me ayudó mucho a aliviarlo. Sin embargo, con esto no te estoy animando a que hagas este viaje si tienes un dolor fuerte de espalda. ¿Y qué hay de mi compañera de cuarto? Ella tenía un dolor de garganta bastante fuerte. Pero el camino también le vino bien para ello. ¿Te lo puedes creer? Tal vez fue gracias al océano, tal vez gracias a las rocas, tal vez gracias a toda la diversión que tuvimos.
Caminamos con facilidad, hablamos, nos divertimos y luego llegamos a la parte final, la más difícil. En ese momento dejamos de hablar y dejamos de reír. En vez de eso, nos centramos únicamente en continuar y en respirar. Excepto por Kamca, que prefería hablar con su amiga a través de Skype para no tener que concentrarse en la enorme colina que quedaba por subir. Nuestras estrategias son diferentes. ¿Cuál es la tuya?
La asombrosa vista
Sí, llegamos hasta el punto final. Hicimos algunas fotos y disfrutamos de estar allí. ¡La vista por sí sola ya vale la pena!
Después, tuvimos que caminar todo el camino de regreso. Al menos hacía buen tiempo y nos detuvimos en una terraza de un bar de bocadillos que se encontraba en medio del camino para descansar un poco. Claro, en el camino de regreso nos sentíamos más cansados, pero aún teníamos suficiente energía para volver a la parada del autobús.
Decidimos ir en autobús en lugar de hacer autostop. Mientras esperábamos a que llegara, fui a practicar mi nivel de principiante de portugués con un hombre que tenía una tienda de bocadillos.
Teníamos las piernas sucias por los caminos polvorientos de la caminata y la cara y los hombros rojos por el sol, que era más fuerte de lo que parecía. Así que aprovecho para decir que cada vez que vayáis a Ponta de Sao Lourenco, ¡llevad crema de protección solar!
Foto: El final del camino ofrece una hermosa vista.
Segunda vez con algo de lluvia
Cuando fui al mismo lugar por segunda vez, ya era abril. Abril es un mes en el que llueve mucho en Madeira. Fui allí con mis padres porque vinieron a visitarme. Antes de ir, comprobamos el pronóstico del tiempo, que decía que simplemente chispearía durante un periodo corto de tiempo, lo que era cierto. Empezó a llover de repente y no duró mucho. Pero a pesar de que nos protegimos cerca de la terraza de la cafetería, nos empapamos. Sin embargo, como dije, el sol en esta parte de la isla pega muy fuerte. Así que antes de subir al autobús para volver a casa, ya estábamos secos otra vez.
Prepara tu mochila y haz este viaje
Esta caminata es muy bonita y el lugar es digno de ser visitado. Después de todo, no es nada caro llegar allí y estoy segura de que disfrutarás de estar en un lugar tan bonito como este (mis amigos y mis padres también lo creen).
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