Elegir tus asignaturas cuando estás de Erasmus: ¿elegir o no elegir?

Una de las decisiones más importantes que uno toma cuando se va de Erasmus es elegir las asignaturas que vas a cursar durante un semestre. Creo que este paso es muy determinante, ya que tu vida académica y oportunidades futuras dependerán de los cursos que hagas y el conocimiento y habilidades que adquieras al final del día. En cierto sentido, este aspecto de tu vida Erasmus requiere pensar de manera estratégica. Es como meter un enchufe en el agua en medio de una batalla naval y decidir más tarde qué hacer en el campo de batalla.

Es interesante cómo solo unos cuantos estudiantes piensan detenidamente en este aspecto de su vida Erasmus. Creen que estudiar en otra universidad de intercambio es simplemente una forma de turismo educacional. No estoy de acuerdo. Si lo miras de manera contemplativa, uno tiene que darse cuenta de que una experiencia en una universidad en tierras extranjeras con una organización completamente diferente va a tener mayor o menor impacto en las decisiones que tomes acerca de tu futuro en tu vida.

Las asignaturas que cogí durante mi Erasmus en la universidad ejercieron un gran impacto en mis expectativas futuras.

Quiero hablar sobre dos puntos de vista predominantes sobre cómo los estudiantes deciden los cursos que van a realizar durante su Erasmus; por ejemplo, los factores que se tienen en cuenta a la hora de elegir. Por una parte, están los estudiantes Erasmus que eligen las asignaturas que van a realizar basándose en sus intereses y aptitudes. En contraposición están los segundos, que eligen las asignaturas pensando en las puertas que puedan abrirles en el futuro.

Aquellos que abrazan la idea de que la decisión primordial a la hora de escoger las asignaturas son los talentos e intereses de la persona. Tienen una serie de argumentos que apoyan esta idea. Hay un chico asiático que me contó lo inútil que es escoger una clase que no tiene nada que ver con sus intereses. Según él, es muy difícil sacarse una asignatura que no te gusta. Tiendes a dedicarle más tiempo y esfuerzo para entender una asignatura que no es de tu agrado. Este chico me explicó que, cuando te gusta de verdad una clase, es más posible seguirla y sacarla con buenas notas. Y como tiene que ver con cosas que te interesan, el aprendizaje es mucho más eficiente y efectivo, ya que absorbes las ideas y adquieres competencias mejor. También estimula tus nervios, y tu cuerpo produce la hormona de la felicidad cuando asistes a clase, además de animarte a participar en las actividades. Por lo tanto, los estudiantes tienen mejores resultados y son más productivos. Un ejemplo que podemos usar para apoyar este argumento es la elección por parte de un alumno de una asignatura que no le gusta. Si esto ocurre, es más probable que no termine la asignatura por una razón u otra. Además, al final se cambiaría a otras asignaturas que le llamaran la atención. Para ser claros, elegir una asignatura que no te gusta es una pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo.

Por otro lado, están los que se aferran a la idea de que es mejor elegir asignaturas durante el Erasmus que vayan a suponer tener más oportunidades laborales en un futuro y tengan relevancia en el mercado laboral. Estoy del lado de los que se inclinan más o menos hacia una perspectiva más práctica. No es fácil elegir tus asignaturas cuando hay varios factores importantes presionándote. Uno puede elegir un curso de finanzas o de administración en lugar de humanidades o ciencias sociales porque tenga en mente dónde realizar unas buenas prácticas o una mejor oportunidad laboral. Otros creen que es más importante y pragmático hacer cursos de inteligencia empresarial o de bases de datos en lugar de asignaturas más recónditas como sociología o ciencias políticas, ya que esta formación abre más puertas de cara al futuro. Esto se debe a que los cursos informáticos como los de inteligencia empresarial y bases de datos están más demandados, ya que el mercado se orienta en esa dirección. Por lo tanto, hay una alta demanda de especialistas en informática que cumplan con los requisitos que exigen algunas empresas y firmas informáticas. ¿Qué tiene más sentido? ¿Elegir tus asignaturas según tus intereses o según las oportunidades futuras?

Me encontraba en el edificio E cuando estas ideas me vinieron a la cabeza. Si hacer una lluvia de ideas es una manera de explorar tu mente, ¿tengo entonces que realizar sesiones más complejas pensando en lo que quiero para mi futuro?

Desde mi humilde opinión, cuando tienes que elegir las asignaturas del Erasmus, tiene mucho más sentido pensar en lo que te interesa y en tus aptitudes. Hay muchas más razones que sustentan este argumento aparte de las ya mencionadas anteriormente en otros párrafos de esta publicación. Dejadme que añada otras ideas para corroborar este argumento. En primer lugar, creo que el entusiasmo y pasión por algo mueve montañas. El entusiasmo y la pasión por adquirir más conocimiento y habilidades son dos ingredientes muy importantes que permiten sacar el máximo rendimiento de una experiencia Erasmus. Si de verdad te gusta lo que haces, no estás estudiando, si no que estás disfrutando de este aprendizaje. Aprender y divertirse no son incompatibles. Uno puede aprender mientras disfruta. Lo contrario es igualmente cierto. Uno también puede disfrutar de las clases mientras aprende. En primer lugar, la primera ventaja de aprender es poder cambiar a mejor. Si tienes ganas y pasión por lo que haces, con seguridad tendrás más éxito. No es una buena idea hacer algo que tu mente y cuerpo detesta. En segundo lugar, si los cursos que has elegido te interesan, es mucho más fácil adaptarte y readaptarte a distintas situaciones. Esto no es posible si todas tus asignaturas te suenan a chino y no tienen nada que ver con tus intereses. Como suele decirse, algunas personas están hechas para algunas profesiones, mientras otros están destinadas a otras disciplinas. Finalmente, puedes disfrutar mucho más la vida y vivir con menos estrés si las asignaturas que has elegido son las que de verdad te gustan. Te libera de la obligación de cumplir con las expectativas que ese curso exige, que suele acabar con tu tiempo y energía. Como se dice, la vida es demasiado corta para malgastarla. Por qué pasarlo mal por algo que no quieres en tu vida. Es una decisión mucho más acertada concentrarse en los campos que te interesan y dar lo mejor de ti y poner todo tu empeño en ello. Cuando lo haces, tu alma tiene muchas más ganas y está más decidida a conseguir tus objetivos.

Podrías acabar como las aguas del Danubio en invierno si intentas ir en contra de la naturaleza.

En algunos sentidos, tiene que mencionarse que en nuestras decisiones influyen razones sentimentales y emocionales. Nuestro cerebro nos dice que tenemos que guiarnos por nuestro corazón, y hacer aquellas cosas que nos gustan. Otra parte de nuestro cerebro nos dice que tiene más sentido pensar en un futuro a corto plazo, y adentrarnos en lo pragmático y relevante para nuestras necesidades. Hay algunos que siguieron sus intereses y tuvieron éxito en la vida. Hay otros que se vieron forzados por las circunstancias y se vieron envueltos en una situación de la que tuvieron que salir para finalmente seguir a su corazón, seguir a aquello en lo que creen y guiarse por una inteligencia infinita que escucha lo que su corazón desea de verdad. Es más probable que encuentren aquello con lo que están conectados, vuelvan a trazar su camino y reorienten su destino hasta lograr aquello que deseaban, que no habían descubierto hasta ese momento de su vida. Puede que esta reflexión llegue un poco tarde, pero nunca es demasiado tarde para rectificar si quieres algo de verdad, aceptar el problema y estar preparado para solucionarlo.

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