El Carnaval II

El lunes por la tarde, los niños se vuelven a reunir en un salón del ayuntamiento llamado “la asociación”, donde la asociación de madres y padres, prepara una merienda para todos los niños que por allí se pasan. Es un día que a los más pequeños les gusta mucho y yo aun me acuerdo de cuando íbamos de pequeños a merendar y después a estar toda la tarde por la zona de la asociación jugando. Era y seguramente sea uno de esos días clave para los niños del pueblo. El lunes, los quintos suelen seguir con su línea ya mencionada, pinar, río, pasarse por el pueblo “dando guerra”, en definitiva pasándolo bien.

Y seguramente uno de los mejores días de los carnavales en Chañe sea martes de carnaval, día en el cual todos los niños se echan a la calle a pedir la perra de carnaval, término que hay que explicar ya que no son muchos los pueblos donde yo sepa a ciencia cierta que tienen arraigada dicha tradición que tanto gusta a los niños. La perra de carnaval consiste en que todos los martes de carnaval, los niños y no tan niños se echan a la calle en grupos de amigos o quintas, con sus disfraces para pedir dinero por las casas y después ir todos juntos a comer o a merendar. Se suele tener como “edad límite” para pedir la perra de carnaval los 18 años en los que se supone se es quinto y siendo además este, el grupo al que se le da más dinero, ya que antiguamente dicha “propina”, era los ahorros que iban a tener los quintos cuando hicieran la mili o iban a sufragar ciertos gastos de la fiesta que llevaban encima durante todos los carnavales. Si se busca en Google que es la perra de carnaval, los resultados que aparecen están todos relacionados con maquillajes de disfraces de perro, frases echas o directamente videos e historias de perros. Pero la perra de carnaval, no tiene nada que ver con el animal, sino que por perra nos queremos referir al dinero que se va pidiendo de casa en casa. Cuando se llama a las casas y te abren, lo que hay que decir es simplemente “la perra de carnaval” y quien te ha abierto sabe que te tiene que dar algo de dinero, siendo la cantidad totalmente voluntaria y por supuesto sin ningún tipo de obligatoriedad aunque la gente está acostumbrada a ello y “paga” sin problema. Como digo no hay una tarifa plana y cada uno paga lo que quiere a los grupos que van llegando, siendo normalmente los quintos los que más reciben. Se sabe que son los quintos porque en un pueblo como Chañe, nos conocemos todos y además se suele ir con un bombo para pedir la perra de carnaval por las casas, tiendas y bares, para que la gente sepa quién son ese año.

(El día de la perra también es un buen día para pedir la propina a las abuelas, ya que tienen la cartera preparada para soltar a diestro y siniestro XP)

Durante toda la mañana las calles del pueblo están llenas de grupos de niños que van pidiendo la perra allí por donde pasan y también se está poniendo de moda pedir a los coches pasan por la carretera, imponiéndoles un “peaje especial” por pasar por el pueblo, transformado el tan utilizado “quien no pite no pasa” en un “quien no pague no pasa”. A la gente que se para por la carretera y que no conoce la tradición, es normal que se piense que se trata de unos pocos caraduras que pretenden sacarle algo de pasta por la cara, pero la gente ya va conociendo la tradición y saben que si pasan por Chañe, se exponen a que los chavales del pueblos les paren y les toque pagar.

A mi personalmente el martes de carnaval, con el salir a pedir la perra y posteriormente ir a comer con los amigos, a las casas de alguno de ellos o a algún restaurante cuando se es más mayor, es el día de carnaval que siempre he preferido y la pena es que ya a mi edad no se pueda seguir pidiendo la perra y ya nos toque empezar a pagarla.

Pues este es el carnaval de mi pueblo, que hay que decir que está sobre todo enfocado al disfrute de los niños y los jóvenes, aunque todo el que quiera y  puede lo puede pasar de fábula sin ningún tipo de problema y es que como decía al inicio, el carnaval es una fiesta y como todas las fiestas tiene que estar y está enfocado a pasarlo bien, tanto los niños como los adultos. Así que animo a todo el mundo a que celebre el carnaval, tanto en mi pueblo, como en el de al lado, en toda España y en todo el mundo, ya que pasarlo bien durante unos días no le sienta mal a nadie, sino todo lo contrario, hace mucho bien.

Un saludo.

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