Coinquilini (compañeros de piso)

Si te vas de Erasmus, ¡no te puedes saltar el paso de compartir piso!

La primera vez que compartí piso fue en Palermo. Puede que de algo de miedo al principio, puedes sentirte un tanto reticente, pero he vivido el año más increíble de mi vida. ETU me ayudó a encontrar piso, al llegar cambié enseguida porque no había mucha conexión con mi compañera de piso. Al estar ya allí, me resultó mucho más fácil encontrar otro piso. ¡Que no te cueste preguntar! No tengas miedo de preguntar lo que necesites, te aseguro que te van a ayudar.

¡Menuda locura de piso! Cinco personas. Tres sicilianas, dos erasmus (sí, conseguí que entrara una chica erasmus de Alemania). Una locura, te lo digo yo. Todas tenían una personalidad diferente, molaba mucho. Iba a unas fiestas con mis compañeras que de otra manera no habría podido hacer, he conocido a gente, tanta gente, y gracias a ellas mejoré mi italiano y pude diferenciar entre italiano y siciliano. ¡Los sicilianos son un amor! Les gusta mucho picar a la gente y tienen muy buen sentido del humor. ¡Abstenerse susceptibles! Es divertido, convivial, animado. Han sido mi familia durante un año.

Ahora, unos años más tarde, sigo en contacto con ellas y miro en Facebook a ver cómo van. No veo el día en el que nos reunamos de nuevo porque, confieso que ¡echo de menos a "le mie coinquiline"!

Exposiciones, fiestas, comidas conjuntas, conversaciones sin fin, rutinas, fotos, risas y lágrimas. Giulia, Oriana, Sonia y Jule se han quedado grabadas a fuego en la memoria de mi pequeña familia de Palermo.

Vi voglio bene ragazze! Bacini!

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