Cinco consejos para encontrar tu oasis europeo
Normalmente, cuando tienes un viaje pendiente, lo primero que haces es buscar los sitios de los que tanto has oído hablar en libros o en portadas de revistas. Pero más allá de todos estos famosos puntos turísticos, encontrarás la oportunidad de ampliar la forma en la que ves el mundo, a conocer una nueva cultura, escuchar un idioma que nunca antes habías escuchado y, obviamente, disfrutar de la comida. Europa es el sitio ideal para este tipo de experiencias, ya que se enorgullece de haber tenido algunos de los imperios más poderosos y antiguos del mundo, los mejores platos y gran cantidad de maravillas naturales.
Sin embargo, cuando visites alguno de estos archiconocidos sitios puede que acabes un poco decepcionado, porque tendrás que luchar para poder hacerte paso entre las masas y con el inglés estará destronando al idioma local. Y por si eso fuera poco, lo primero que verás cuando llegues a la plaza principal serán unos arcos dorados. Los grandes complejos arquitectónicos se han contaminado, e intentarás abrirte camino a empujones entre la multitud para alcanzar entrever desde lejos, aunque sea por un segundo, esa pequeña parte de la historia. Para colmo, si ni siquiera te interesa visitar estos aterradores lugares, tendrás que hacer frente a las reacciones de la gente que se quedarán boquiabiertos cuando les digas que has estado en Roma pero que no has visto el Coliseo.
¿Qué puedes hacer si eres este tipo de personas?
Para mí, viajar es comprender a fondo un lugar, ver sus paisajes y conocer sus culturas no contaminada por los turistas.
Tengo la suerte de que en los últimos meses he tenido el privilegio, al ser una estudiante Erasmus, de viajar a 6 países diferentes en Europa. A lo largo de mis diversas aventuras he aprendido un par de truquillos para escapar de grandes multitudes turísticas con el fin de conocer la ciudad, la región y el país por lo que realmente es.
Una de las mejores maneras de tener una auténtica experiencia y librarte de las masas es buscar intencionadamente aquellos lugares apartados. Eso puede resultar difícil, porque normalmente conlleva un esfuerzo extra ir a estos sitios menos conocidos. Sin embargo, todo esfuerzo trae su recompensa. Además, experiencias como esta son mucho más baratas, ya que entablarás conversaciones con la gente de allí y descubrirás cachitos de una belleza natural difícil de encontrar.
He hecho una lista de cinco maneras que te ayudarán a encontrar estos tesoros ocultos a lo largo del continente (y evitar ir a aquellos lugares a los que nadie va por un buen motivo), que puede que te venga muy bien a la hora de organizar tu próxima aventura Erasmus.
1. Hazlo “a la vieja usanza” y cómprate una guía turística
Ve directamente a la librería más cercana y cómprate una guía turística. Mis favoritas son Frommer’s y Lonely Plantet. A pesar de que internet pueda ser una buena herramienta a la hora de organizar viajes, con páginas web como TripAdvisor que te dice inmediatamente qué es lo que te puede ofrecer la ciudad, a veces puede ser un poco demasiado. Será tentador tirar la toalla cuando estés buscando sitios menos conocidos, porque las recomendaciones las encontrarás normalmente en fórums interminables y serán de gente con muy poca credibilidad a la hora de dar consejos sobre viajes.
La información que viene en las guías turísticas es mucho más fiable y normalmente en cada perfil te añade una pequeña sección de una ciudad o región con consejos e información privilegiada sobre dónde encontrar esos sitios escondidos. Así, lograrás tanto hallar un refugio como escaparte de las multitudes de turistas en verano.
Esta táctica fue muy útil cuando fui a Florencia con mi familia. Florencia es una ciudad que recibe cientos de miles de turistas cada año, todos ansiosos por probar la cocina toscana, por disfrutar los tonos sepia de las calles medievales y por enterarse del legado de Da Vinci y Miguel Ángel.
Después de haber visitado los principales sitios de atracción turística, empezamos a encontrarnos muy cansados y a quejarnos del dolor de pies y de las quemaduras de sol en los hombros. Mientras nos estábamos tomando una pausa en una cafetería, saqué la guía turística de la mochila y me puse a escanear cada página en búsqueda de los mejores secretos de Florencia. Mi esfuerzo obtuvo sus frutos cuando descubrí el municipio de Fiesole. Este pueblecito se encontraba en lo alto de una colina y las vistas eran impresionantes. Nos quedamos ahí admirando la ciudad donde nació el Renacimiento, una experiencia tranquila y serena.
Cómo llegar:
- Ve a la Via La Pira para encontrar el autobús número 7. Siéntate y relájate mientras poco a poco vas dejando atrás el bullicio de la ciudad y en su lugar se te empieza a aparecer el verde típico del paisaje de la Toscana.
- Cuando llegues, sigue los carteles azules que te señalan un mirador panorámico. Está un poco en una colina, pero no te preocupes porque en cuanto empieces a ver las vistas del valle, con puntitos naranjas de los tejados y miles de los cipreses típicos toscanos, sabrás que habrá merecido la pena.
Otro tesoro escondido que me encontré en la guía de Frommer’s fue Castelmola, un pueblo medieval en Taormina, Sicilia. Taormina puede ser un sitio fantástico para pasar un par de noches, pero a veces la cantidad de turistas en temporada alta puede ser desorbitada. Si lo que buscas es alejarte del ruido, te recomiendo que cojas el autobús justo antes del atardecer a este pueblecito para disfrutar de la grandeza de la isla en un estado de paz y tranquilidad.
Mis amigos y yo estamos muy contentos de haber seguido los consejos de la guía turística, sobre todo cuando nos tomamos un café con las impresionantes vistas de una panorámica 360 grados al Mar Jónico y al Etna, el volcán más grande de Europa.
Cómo llegar:
- Dirígete a la estación de autobuses de Taormina, en la Via Luigi Pirandello y pide en la taquilla un billete de ida y vuelta a Castelmola.
- Comprueba los horarios del último bus de vuelta para evitar tener que pasar la noche allí.
- Para los más aventureros, también puedes caminar hasta Castelmola desde Taormina.
Precio:
- El billete de autobús a Castelmola es 2, 20 euros. Una opción bastante asequible.
Alojamiento:
- Es mucho mejor pasar la noche en Taormina que en Castelmola, porque está mucho mejor situada para después irte de excursión a Giardini Naxos, que acoge la increíble playa de Isola Bella.
- Para encontrar un lugar económico donde dormir, busca el anuncio en AirBnb con el nombre de “Hey, I’m Francesca” en Taormina. Francesca, junto con su hijo, fueron anfitriones muy atentos y nos trajeron el mejor cruasán con Nutella de mi vida.
2.Deja a un lado el teléfono y ponte a hablar con la gente del barrio
Para romper el hielo a la hora de hablar con la gente de allí, te recomiendo que te intereses por la historia y el idioma del lugar. Tu esfuerzo merecerá la pena ya que te irás habiendo conocido y apreciado las costumbres, las tradiciones y los platos locales. Y antes de que te des cuenta, habrás hecho un amigo nuevo.
Como una buena entusiasta de los idiomas y para aprender un poco más sobre el maltés, decidí ponerme a hablar con dos señoras mayores que estaban sentadas fuera de una tienda donde mi hermana y yo nos paramos a comprar. Sus ojos brillaban mientras nos explicaban el origen de la lengua y sus raíces en el árabe y en el italiano. Y desde ahí, seguimos hablando sobre miles de cosas, desde la calidad de la educación, a recomendaciones de dónde encontrar un buen conejo, que es el plato por excelencia del país. Después de despedirnos, me era imposible parar de sonreír y de pensar lo agradecida que estaba a estas señoras por dejarme entrever un poquito el modo de vida de los malteses.
Hablar con la gente local es muy gratificante, sobre todo para aprender sobre otras culturas, pero también ha sido muy útil a la hora de descubrir pequeños pueblecitos. Uno de mis sitios favoritos en Italia es Gubbio, me lo comentaron por primera vez en una conversación con un nativo italiano. He visitado muchas ciudades medievales en Europa, pero Gubbio sin duda fue la más impresionante. Mientras caminas por las calles, se manifiesta claramente la presencia de caballeros medievales a través de estandartes morados que cuelan de las casas de piedra. Asegúrate de ir a la terraza principal del pueblo y da rienda suelta a tu imaginación mientras fantaseas con antiguos gobernantes admirando sus tierras, atentos a cualquier señal de peligro en el horizonte.
Con punto de partida debajo de la ladera, puedes también llegar caminando desde el Santuario de San Ubaldo, que te da unas maravillosas vistas de las campiñas umbras. Así que comprate unos sándwiches tradicionales en el pueblo y haz un picnic en la cima.
Cómo llegar:
- La mejor manera de llegar al pequeño pueblo umbro de Gubbio es alquilando un coche.
Alojamiento:
- Una opción económica e interesante es la Residenza Le Logge, donde nosotros nos quedamos. Su decoración y su localización hacen que te sientas como si te estuvieras despertando dentro de un castillo. Además, el personal es muy amable y estaban siempre dispuestos a ayudar.
3. Hazte amigo de los taxistas o los conductores de autobús
Hablar con un taxista o un conductor de autobús a veces puede resultar muy difícil, si no imposible, pero como se pasan el día conduciendo por la ciudad, puede que te den algunos truquillos de algunos lugares secretos.
Mi hermana y yo nos dimos cuenta de esto cuando nos pusimos a hablar con un conductor privado en Malta. Mientras nos llevaba, nos iba dando explicaciones muy detalladas de cada ciudad que cruzábamos de camino a Mdina, una ciudad fortificada con torreones a lo largo de toda la isla que han servido de sets de rodaje para una de las famosas series del momento: Juego de Tronos.
Nuestro conductor no solo nos dio consejos sobre dónde encontrar los mejores bares y restaurantes, sino que también nos explicó todo sobre las elecciones en Malta y la opinión pública sobre que el Primer Ministro haya salido reelegido. Nos recomendó ir a comer a el restaurante de Mondion y acabó siendo uno de los sitios en los que más he disfrutado de una comida, con unas vistas impresionantes desde la azotea y unas mantas para combatir el viento. Pero lo mejor de todo fue el debate que tuvimos sobre todo tipo de temas, desde puntos de interés hasta política, con un hombre que llevaba décadas viviendo en la isla. Todo en conjunto contribuyó a que tuviésemos una experiencia maltesa auténtica.
Cómo llegar:
- En la isla de Malta hay varios servicios de transporte privado que te llevarán allá donde quieras. Busca estas furgonetas para evitar el disgusto de que el autobús no aparezca.
Precio:
- Las empresas de transporte privado son bastante baratas. Los precios varían dependiendo de donde vayas, pero te dan descuento si vais varias personas.
- El restaurante de Mondion tiene un precio muy razonable teniendo en cuenta su localización. Los platos costaban de media 15 euros.
4. No tengas miedo a pasar una noche en un sitio que no tenga mucha vida nocturna o entretenimiento
Yo normalmente busco en Airbnb o en Booking zonas que se encuentren cerca de sitios naturales, en vez de apostar por aquellos sitios que tienen una increíble vida nocturna. Descubrí esta estrategia cuando estaba organizando mi viaje a Malta, donde opté por quedarme en Bahía Mallieha en vez de irme a los sitios más famosos por la fiesta como la Bahía de San Julián o incluso La Valeta, la capital.
A pesar de que no había casi restaurantes o sitios de entretenimiento, el hecho de que el sitio estuviese relativamente vacío (y gracias a nuestra increíble anfitriona de Airbnb Samantha Jane y su familia) nos ayudó a realmente relajarnos y apreciar la belleza del paisaje. Aunque solo nos quedamos tres noches con Samantha, muy rápidamente nos hicimos amigas y compartimos historias, como la valiente decisión que tomó su familia de dejar el Reino Unido para irse a Malta al enamorarse de la isla en unas vacaciones pasadas.
Nuestra habitación en la azotea de Samantha tenía cortinas en vez de puertas, lo que dejaba pasar la brisa marina maltesa que nos acompañaba mientras nosotras dormíamos y soñábamos con este pequeño trozo de paraíso en la tierra. Cuando amanecía solíamos salir a mirar esta parte tan silenciosa de la isla, con playas de piedra vírgenes y unas increíbles vistas al mar Mediterráneo. Sin embargo, lo mejor de todo era cuando caía la noche, entonces nos tirábamos a mirar las nubes, las estrellas y la luna.
La Bahía Mallieha es uno de los mejores sitios a donde ir, ya que es una de las pocas playas de arena de la isla. Al anochecer mi hermana y yo solíamos bajar a la playa, cuando ya todos los turistas habían recogido sus cosas y se volvían a sus resorts lujosos para darse algún festín de conejo asado. Con toda la playa vacía para nosotras y el cielo mediterráneo adornado de naranjas y rosas, lo único que podía pensar era que si esto fuese una película, yo tendría una cesta de picnic, una botella de vino y, por supuesto, un chico que pareciese una estrella de cine.
Cómo llegar:
- Para ir desde el Aeropuerto de La Valeta hasta la Bahía Mallieha puedes coger el X1, X4 o el 72, y tardará mínimo una hora.
- Los billetes de autobús son 1, 50 euros por dos horas.
- En Malta, el servicio de autobuses es bastante ineficiente, así que espérate que haya grandes retrasos ya que a veces los conductores se saltan una parada sin ningún motivo.
- Si estás planeando salir por la tarde de Malliehla a La Veleta o San Julián, comprueba antes los horarios que se encuentran en cada parada de autobús, porque los autobuses dejan de pasar a las 21:30 entre semana.
Alojamiento:
- El sitio de Samantha Jane y su familia fueron solo 25 euros la noche. Para encontrarla en Airbnb busca “The Olde Wash Room, simple rooftop double room” en Mallieha Bay.
5. Aléjate de los principales sitios de interés turístico y encuentra esos callejones secretos
Si vas a viajar a una ciudad extremadamente turística, asegúrate de alejarte de las plazas principales para así encontrar las mejores exquisiteces. Muchas veces, los restaurantes que se encuentran en las áreas principales suelen ser muy caros y bastante malos, porque muchas veces los dueños de los restaurantes se suelen aprovechar de la ingenuidad de los turistas y su desconocimiento sobre qué es realmente comida tradicional de calidad y cómo saben.
Tras haber escuchado este consejo de algunos viajeros más experimentados, decidí llevarlo a cabo en mi visita a San Gimignano, un pueblo toscano famoso. Cerca de la entrada posterior de las murallas, descubrí una tienda de aceite y queso. En cuanto al diseño no era muy sofisticado, pero de todas maneras entré. Dentro, había una chica muy amable encantada de hablar conmigo en el italiano que chapurreo. En reconocimiento a mi esfuerzo, me ofreció probar una gran variedad de vinagre balsámico y se puso a explicarme todas las texturas y sabores muy orgullosa. Soy incapaz de recordar el nombre de la tienda, pero te lo dejo a ti para que vayas a investigar por tu cuenta en búsqueda de sitios tan maravillosos como este, escondidos a simple vista.
Así que, la próxima vez que estés buscando en un mapa tu próximo destino, ten en cuenta estos consejos. ¿Quién sabe? Quizás acabes siendo el primero en descubrir lo que en un futuro será un punto de gran interés turístico. Si esto sucede, entonces estarás lo suficientemente preparado para encontrar tu próximo oasis europeo.
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Contenido disponible en otros idiomas
- English: Five ways to find your European oasis
- Italiano: 5 modi per scoprire la vostra oasi europea
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