Algunas recomendaciones de los mejores cócteles

¡Hola de nuevo! Ahora que ya estoy bien instalada en Inglaterra (gato en mi regazo y un gin-tonic), puedo continuar escribiendo. Algunas de mis publicaciones estarán relacionadas con experiencias que he tenido durante mis viajes, otras podrían ser recomendaciones de algunos de los lugares que he descubierto en el camino. Como muchas veces mis aventuras tienen algo que ver con los cócteles, me parece adecuado dedicar esta publicación ¡a mis bares de cócteles favoritos! Están repartidos por varios países, y son lugares ideales tanto para viajeros como para entusiastas del alcohol.

Rita Blue

Este es quizás el primer bar de cócteles al que entré en Barcelona, situado justo al lado de la Rambla en la tranquila plaza San Agustín. Este es quizás el primer bar de cócteles al que entré en Barcelona, situado justo al lado de la Rambla en la tranquila plaza San Agustín. Al aire libre, bajo la sombra de los árboles, junto a una iglesia católica del siglo XVI, se puede disfrutar de una amplia gama de cócteles clásicos como el martini (más adelante hablaré sobre esto) o más originales como el black nadia o el ginpera.

Durante varios años, en mis visitas fui más o menos fiel al gin martini, a veces alternaba con una caipirisima (una de uva) o un vino rosado. Los ingredientes del martini son perfectos: ginebra muy fría, un poco de vermut y una aceituna. Es cierto que el tamaño es casi el doble que el de un martini en Inglaterra. Eso es genial a primera vista, pero después de dos de estos (o dependiendo de tu estado emocional en ese momento, incluso solo uno) puedo garantizar que cualquier problema interno, sin importar lo oculto y/o absurdo que sea, saldrá a la luz. En mi caso, los martinis de Rita Blue me hicieron llorar de manera muy melodramática, hasta dos de cada tres veces. Ahora me limito a sus cócteles más deliciosos y los martins me los tomo en casa. Están muy buenos, así que si eres una persona fuerte, te lo recomiendo, aunque después del primer martini tal vez deberías cambiar a otro cóctel más ligero, como un daiquiri.

Berimbau

Siguiendo con Barcelona, uno de mis bares favoritos siempre será el Berimbau. Es un bar brasileño acogedor e íntimo, con una luz tenue y a menudo tocan música samba bossa nova en vivo. Aunque incluso cuando no hay conciertos en directo, la música melancólica y estimulante se cuela por el bar, lo que da una sensación de intimidad, pero a la vez es lo suficientemente tranquila como para mantener una conversación. Y aún no hemos llegado a hablar de los cócteles.

Mi relación amorosa con la caipirinha, una bebida sencilla pero deliciosa hecha de cachaza (bebida alcohólica elaborada a partir del azúcar de caña), lima y azúcar. Esta bebida se remonta a mucho tiempo atrás. Lo probé por primera vez cuando tenía trece años en un festival brasileño en el South Bank de Londres, era un día muy soleado y colorido, con música y carne a la parrilla. Al poco tiempo, un amigo brasileño me enseñó cómo preparar una caipirinha, una habilidad que ahora considero totalmente esencial. Ahora, diez años después, sigo preparando caipirinhas con el mismo entusiasmo que entonces. Una mala caipirinha es equivalente a un corazón roto. Así que confía en mí cuando digo que las caipirinhas de Berimbau son geniales. Me siento como si me transportara a ese día soleado de Londres, con el mejor sabor de Brasil. La clásica caipirinha de Brasil es perfecta y, en mi opinión, no hay nada mejor que eso. Pero no dejes que esto te impida probar otras bebidas, porque hay una gran variedad de deliciosas caipirinhas y mojitos con sabor a fruta, e incluso cócteles dulces y cremosos para los menos entusiastas de la lima. Aunque no entiendo a los que no les gusta la lima.

Y como si los cócteles no fueran suficientes (lo son), cada vez que pides una bebida te dan un aperitivo gratis. A menudo son palomitas saladas, o a veces mezcla de bombay. Un pequeño truco: la sal siempre hará que quieras beber más, para después otra vez disfrutar de algún aperitivo salado, y así continuamente, aunque me encanta caer en este vicio una y otra vez. He estado en Berimbau muchas veces, y solo una vez me he ido después de una copa ( por falta de tiempo, no porque quisiera). Si encuentras un corazón en una de los rincones más oscuros del bar, seguramente será obra mía.

Houlihan's

Ahora vamos a hacer un viaje rápido al otro lado del mundo para este próximo bar. Houlihan's es un bar irlandés en el distrito de Miraflores en Lima. Sé que suena un poco raro, pero hazme caso. Yo me quedé afuera del bar, sentada al aire libre (me gusta sentarme fuera), así puedo ver a la gente disfrutar. El bar está situado en la calle Berlín, un lugar ideal para observar a todo tipo de personas que pasan caminando o conduciendo mientras disfrutas de una margarita o un pisco sour. Me encantan estas dos bebidas, y este era mi bar habitual cada vez que me encontraba en Miraflores. La margarita de maracuyá es deliciosa, pero no te olvides de pedir un poco de sal. Una vez por error me pusieron azúcar en el borde de mi copa, y como soy una persona a la que le gusta mucho la sal, no me gustó mucho. Sin embargo, quizás soy una de las pocas que no les gusta mucho el azúcar aquí, ya que el Inca Kola proviene de Perú, una bebida nacional que tiene sabor a chicle muy dulce y es de un amarillo intenso. El servicio es muy amable (pero sin ser pesado), los deliciosos cócteles, la cerveza cusqueña, y la oportunidad de relajarse y ver pasar los típicos taxis de Lima (en mi familia, se convirtió en una competición encontrar el taxi más deteriorado), mientras que los peatones los adelantan, hacen de este pequeño restaurante un lugar ideal en el corazón de Miraflores.

La Rosa Náutica

La Rosa Náutica es una maravilla para la vista. También se encuentra en Miraflores, este restaurante-bar está situado al final de un muelle que se extiende hacia el océano Pacífico Sur. Recuerdo la paz que me transmitía el sonido de las olas que rompían por debajo de unas tablas de madera y la vista a través de unas enormes ventanas donde se podía ver la puesta de sol entre los surfistas, personas que practicaban surf a remo, también los pelícanos y nosotros mismos. Es cierto que solo bebí un gin martini durante todas las veces que vine aquí, pero era un martini increíble. Quizás era el lugar más elegante que había visitado en la ciudad de Lima, y con un menú espectacular. Quizás era el lugar más elegante que había visitado en la ciudad de Lima, y con un menú espectacular.

Tengo una gran obsesión por las luces (luces de hadas, luces de fiesta, cualquier cosa que brille y cree un ambiente especial). En cualquier habitación que tenga, tengo al menos tres juegos de luces, desde las más clásicas a las más ridículas. Por lo que al anochecer el bar (y todo el muelle) se veía maravilloso: luces doradas que se reflejaban en la cima del acantilado y en sus aguas coloridas y movedizas. Y todo esto sin ni siquiera haber puesto un pie en el restaurante.

El martini aquí ocupa un lugar especial en mi corazón, porque lo descubrí en un momento en el que echaba de menos mi hogar y necesitaba un toque de placer. La ginebra (mi veneno habitual) no es muy popular en Perú, y quería algo amargo y muy frío, y también un pequeño y tranquilo descanso de las calles ruidosas de la ciudad. Esta era la respuesta a mis súplicas. Te recomiendo que vayas con alguien especial, un buen amigo, o incluso un libro, y que te tomes un tiempo para disfrutar de este privilegio. Sin duda, es un lujo, que merece la pena mencionarlo.

The Cuban

Y aquí estamos, de vuelta en casa. Este bar en particular se encuentra en Canterbury (aunque también hay uno en Camden Lock), donde estudié mi carrera en la Universidad de Kent. Este fue uno de los primeros bares que visité en Canterbury, y sigo haciéndolo cinco años después. Por desgracia, a finales de mi segundo año de universidad, mi cóctel favorito ya no existía; era el martini de flor de saúco, una mezcla bastante fuerte de ginebra, licor de flor de saúco, zumo de lima y pepino. Sin embargo, pude conseguir la receta de uno de los camareros antes de que lo quitaran.

No soy de las personas que se rinden cuando hay un obstáculo, así que enseguida encontré otra bebida favorita. Lo que nos lleva al martini de júpiter. Lo había probado antes, pero siempre encontraba la manera de volver al martini de flor de saúco, y ahora era el momento ideal para destacar esta bebida. El martini de júpiter estaba hecho de maracuyá, canela y servido con una media maracuyá en llamas, es un espectáculo incluso antes de probarlo. Solo diré que estoy muy feliz con mi nueva bebida. Anhelar el pasado es tan inútil en los cócteles como en la vida.

El bar se convierte en un club nocturno después de cierta hora, aunque en mi opinión, es mejor durante las horas más tranquilas del día: se puede escuchar música latina tradicional y moderna mientras bebes un cóctel, puedes probar su menú de tapas y disfrutar con uno o dos amigos... Al menos, así es como lo hago yo. The Cuban es un lugar fundamental en la calle principal de Canterbury, y en mi lista de bares de cócteles favoritos en todo el mundo. A veces es genial estar en casa.

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