9 lecciones que aprendí durante el Erasmus

#Lavar la ropa no es tan difícil

Antes de empezar el Erasmus tenía mucho miedo de lavar la ropa! Es gracioso, pero a los 21 años nunca había usado la lavadora. Así que, durante las primeras semanas, intenté no pensar mucho en ello, pero al final tuve que lavar la ropa allí por primera vez. Miré la lavadora como si fuese un bicho raro, y después acudí a Internet para ver algunos videos (¡gracias Youtube!). Decidí empezar con ropa muy básica, separé los colores de los blancos, puse todo dentro y recé para no hacer un desastre. Después de 1 hora la ropa estaba lista. Saqué la ropa y voilá: ¡todo estaba perfecto! Nada se encogió, nada cambió de color... ¡todo bien! Me puse la ropa y no hace falta decir que fue el primer lavado de muchos que he hecho durante el semestre. ¡Superado!

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#Es difícil pensar en la comida

Cuando tenemos a alguien que nos cocine, nunca tenemos que preocuparnos demasiado por la comida, simplemente aparece, y eso es todo. Pero durante el Erasmus, la historia cambia completamente: primero, el estrés de ir al supermercado! Caminar por los pasillos buscando ingredientes, sin entender el idioma, sin encontrar cosas que encontramos fácilmente en nuestro país, y peor aún, sin saber qué vamos a cocinar y qué ingredientes necesitamos. Al principio todavía tenemos algunos platos en la cabeza, pero después de unas semanas la originalidad desaparece. "¡¿Pollo otra vez?!" fue una pregunta que me hice muchas veces. Cuando vivimos solos nos damos cuenta de que la comida desaparece o que la fecha de caducidad no dura por siempre. ¡Lo peor es con la fruta! ¿Cuántas veces he comprado demasiada fruta y he dejado que se estropee... ¡¿Y descongelar comida?! Sí, ya no tenemos a otras personas haciendo eso por nosotros. Muchas veces llegaba tarde a casa deseando comerme un filete y resultaba que no lo había sacado del congelador, lo que significaba que tenía que esperar más tiempo para descongelarlo. Por eso a menudo terminaba saliendo a cenar, lo que no es una gran solución porque hace que el dinero desaparezca!

#Se puede soñar en otro idioma

Durante mi Erasmus casi no conocí a ningún portugués, lo que significó que pasé días, semanas, meses hablando sólo en inglés, 24h al dia. Si al principio algunas palabras todavía eran difíciles de entender, después de un mes me encontré hablando inglés con fluidez, sin problemas, e incluso aprendí nuevas palabras y expresiones. Rápidamente me di cuenta de que mis pensamientos diarios se volvieron ingleses e incluso mis sueños. Así es, empecé a soñar en inglés. Y recuerdo que cuando volví a Portugal todavía había unos días en los que me salían expresiones en inglés de la nada. ¡Ahora entiendo a los emigrantes!

#El dinero vuela

Yo soy una persona responsable cuando se trata de dinero, y al principio apunté todos los gastos en un pedazo de papel. Por supuesto, esto sólo duró unas pocas semanas, y cuando empecé a viajar, y sobre todo a salir de noche... ¡el dinero desaparecía! Confieso que hubo momentos en los que si no fuera por mis padres para transferir algo más de dinero extra, habría tenido que preguntar a mis amigos. ¡De hecho, incluso presté dinero a amigos que tenían exactamente ese problema! Pero es importante vivir esta experiencia para aprender a ahorrar y a administrar el dinero a principios de mes teniendo presente las prioridades. Y es importante resistir la tentación de salir a cenar constantemente - al final de Erasmus era tan perezosa con la cocina que comía fuera el 90% del tiempo!

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#Cada nacionalidad tiene su propia personalidad

Incluso rima la frase. Aunque hay muchos estereotipos asociados a cada nacionalidad, la verdad es... cada país tiene su cultura, peculiaridades y manías! ¡Descubrí que los italianos están muy obsesionados con la comida! Para ellos es impensable mezclar comida, usar ketchup, comer pizza congelada o comprar una marca blanca en el supermercado. ¡Pero los alemanes son muy precisos con las horas! Fue gracioso porque al principio acordamos una cita a las x horas y yo, los italianos y los españoles siempre llegábamos tarde! Después de algún tiempo los alemanes se adaptaron a ello y empezaron a adaptar una cierta hora de antelación, contando ya con nuestro retraso. De todos modos, hay pequeñas cosas que pensé que serían falsos estereotipos pero que revelan las verdaderas personalidades! Lo mejor de vivir con tantas culturas es que nos hace adaptarnos los unos con los otros. Al final, tal vez también me volví rara con ciertos alimentos, y los alemanes acababan llegando tarde. ¡Y eso es muy gracioso!

#Viajar por Europa puede ser barato y asequible

A veces a la gente no le gusta viajar a otros países porque es todo caro y bla bla bla. Pero la verdad es que si tienen la suerte de estar en un país central como Hungría, ¡pueden llegar fácilmente a todas partes en autobús a precios asequibles! Viajar en autobús o en vuelos de bajo coste, alojarse en albergues, cocinar, hacer excursiones gratuitas a pie... por supuesto es un estilo de viaje muy “low budget” (bajo presupuesto) que mis padres, por ejemplo, podrían no ser capaces de hacer. Pero mientras somos jóvenes, creo que deberíamos aprovechar esta energía y explorar tanto como sea posible! También me pareció gracioso que con mis amigos en Portugal siempre es una complicación reservar un viaje, incluso dentro del país. Pero durante Erasmus, hacíamos decisiones espontáneas a través de Whatsapp y quien se unía, se unía! Y todo salía bien.

#Hay un equilibrio entre el estudio y la diversión

Yo me divertí mucho durante Erasmus. Salí mucho y viajé mucho. Pero también terminé el semestre con buenas notas. ¿Cómo? Todo es cuestión de equilibrio. Tal vez hubo algunas noches en las que bebí menos o volví a casa temprano porque sabía que al día siguiente tenía una presentación o un trabajo en grupo. También recuerdo que en el día de un examen tuve una fiesta de cumpleaños y el día antes del examen estaba jugando al beer pong en un bar. Pero siempre fui capaz de hacer todos los deberes. Mi universidad en Budapest también era asequible, lo confieso, ¡pero aún así!

#Podemos sentirnos como en casa en cualquier lugar

El día que me fui de Erasmus estaba muy nerviosa. Fui con mis padres al aeropuerto y en el momento de la despedida derramé una lágrima: ¡después de todo, me iba sola a lo desconocido! Pero luego llegué a Budapest y nunca extrañé mucho mi casa. Claro que había días en los que me apetecía hablar en portugues, beber una cerveza en frente del mar con amigos o comer un plato cocinado por mi madre. Pero sabía que los meses de Erasmus llegarían y me concentré en disfrutar el momento. ¡Y creo que lo aproveché al máximo! Después de un tiempo la gente de allí se convirtió en mi nueva familia prestada. El hecho de estar viviendo todos la misma experiencia creo que une a las personas de una manera muy bonita. Me sentí súper cómoda en la ciudad, como si fuese mía. Y en mi camino de regreso a Portugal, adivina qué: ¡derramé una lágrima! Porque no quería volver. Y creo que es un gran reflejo de la experiencia de Erasmus. "Hogar" ya no tiene el mismo significado que antes. No tiene que ser un espacio físico. Creo que tiene más que ver con la forma en la que no sentimos en cierto momento con determinadas personas. ¡Y me alegra ver que puede ser en cualquier lugar! Eso me hizo sentir más “europea”, lo cual creo que es uno de los objetivos del programa Erasmus+.

¿Y tú? ¿Qué lecciones has aprendido durante tu Erasmus+?

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