Las fiestas de marzo

Continuando con lo que os estaba contando antes erasmusitos, he venido a concluir con los juegos del bebercioy con los buenos ratos que pasé en la cocina del octavo piso del edificio número ocho.

La primera mini fiesta tuvo lugar el miércoles cuando vino el hermano de Flavie con un amigo de Francia de visita. Fue una fiestecita light en la que dimos rienda suelta a nuestros juegos del erasmus para beber. Además, es una muy buen prueba de que no hace falta música ni demasiada gente para pasarlo bien.

El primer juego del que quiero hablaros consistía en disponer la baraja de cartas de póker en forma de pirámide. La fotografía ilustra bastante bien. Nosotros las dispusimos en siete filas y cada fila añade una carta más que la siguiente, de modo que la primera fila es de una carta, la segunda es de dos, la tercera de tres... y así sucesivamente hasta la séptima y última fila que tiene siete cartas.

Luego, se reparten cuatro cartas entre cada uno de los jugadores. Si se ha acabado la baraja se pueden repartir cartas de una baraja diferente, eso no importa. La cosa es que tú miras tus cartas y las memorizas. Nadie más puede verlas y tú tampoco podrás más adelante. Debes recordar donde has puesto cada una de ellas porque luego quizás tengas que levantar alguna.

El juego comienza con el levantamiento de la primera carta de la séptima fila. La idea es que si tú tienes la carta que se acaba de levantar puedes mandar beber a la persona que tú quieras. La otra persona, generalmente en las primeras tiradas, se fiará de lo que tú le digas, pero tú puedes mentir en realidad. Puedes mandar beber sin tener la carta. El juego consiste en adivinar quien tiene cada carta a medida que se manda beber.

Imaginemos pues que en la mesa sale el dos de corazones y yo tengo esa carta, pero estamos ya en la cuarta fila y no se fían mucho. Mando beber a Pierre, pero Pierre no me cree. Así que para yo demostrarle que eso es verdad, que yo tengo el dos de corazones debo de recordar dónde lo había puesto y enseñárselo. Si es cierto y yo tengo esa carta, en lugar de un trago corto Pierre debe beberse todo el vaso y si he mentido, no le enseño ninguna carta y muero bebiéndome todo mi vaso.

Es un poco chorra pero logra el propósito: que todos beban xD.

El siguiente juego me encanta. Se trata de colocar todas las cartas en un círculo alrededor de un vaso, todas pegadas. Por turnos, cada vez uno de los jugadores va cogiendo una carta y cada una de ellas tienen una norma (a ver si me acuerdo de todas):

• As: todo el mundo bebe
• 2: bebes tú
• 3: mandas a alguien beber
• 4: beben las chicas
• 5: es la regla que me baila y que no recuerdo :/
• 6: beben los chicos
• 7: Heaven: gritas seven heaven y subes las manos al cielo. El último que las suba bebe
• 8: eliges un compañero de modo que cuando tú bebas, él también
• 9: nueve chupitos que debes repartir como tu quieras. Juntos o separados asignarlos a alguien.
• 10: regla. Inventas una regla y todos deben hacerla al beber sino, beben doble.
• J: eye master. Esto quiere decir que mientras tengas esta carta quien te mire a los ojos bebe
• Q: question master: si haces una pregunta y alguien te contesta con sí o no, esa persona bebe
• K: vaso de la muerte: el vaso del principio se pone por algo. Cuando saques esta carta viertes un poco de tu vaso en el de la muerte. El que tenga la suerte de coger la última carta se beberá el vaso.

También existe la norma de que quien rompa el círculo por primera vez deberá beber de su vaso.

Como véis es un juego que puede ser muy divertido y por experiencia os digo que quieras o no, te emborrachas. Yo empecé a jugar un poco a lo tonto y a sorbos más bien cortos y acabé riéndome sola. Uno de los franceses se puso fatal (era el amigo del hermano de Flavie... Inexperiencia ea xD).

A lo largo de las noches se iban inventando toda una serie de chorrijuegos como el de la botella del vodka con las cartas encima. Algo tan simple como colocar cartas encima del tapón de modo que si pones carta y se caen todas te bebes todo el vaso.

Pues esto fue el miércoles, muy de tranquis y entre amigos. Luego el sábado tuvo lugar otra kitchen party en la cocina del edificio 46 con motivo de la visita de los amigos malagueños de Tristán. Todavía recuerdo la revolución de las mujeres cuando comentaron que habían venido chicos guapos jajaja. Lo de los chicos guapos es una broma que hicimos entre nosotras porque los noruegos tienen unos rasgos muy específicos y característicos y los españoles, pues, bueno... Donde está un moreno generalmente que se nos quite lo demás.

La fiesta fue entretenida y bastante tranquila. Había música, mucha gente que no conocía, la gente estaba curiosa,... Estuvo interesante y amena la verdad.

Y la verdad es que en marzo no pasaron demasiadas más cosas porque entre el trabajo que tenía que hacer, la poca pasta para viajes y la falta de gente, se quedó en algo familiar y entre amigos, pero me gustó. Recuerdo el mes con cariño. Quizás no es el marzo que me habría podido esperar, y menos teniendo vacaciones de pascua, pero estoy satisfecha y no me arrepiento. Las circunstancias a veces vienen como vienen y así es como vinieron entonces.

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