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Pilares, Zaragoza, 12 de octubre.

Me dispongo a contaros hoy la siguiente quedada Erasmus. Después de los meses de julio, agosto y septiembre iba siendo hora de volver a vernos de nuevo. Esta vez el plan era ir a las fiestas del Pilar en Zaragoza, a casa de Claudia. Allí también estaría Pili, nuestra otra amiga maña, pero a su casa no fuimos porque estaba hasta los topes.  Pero quedamos también con ella, cómo no. Al ser fiestas es normal, viene la familia entera yno hay hueco por ninguna parte, pero en el caso de la casa de Clau ella no iba a tener problema con los huecos así que desde el primer momento nos ofreció dormir allí.

El curso había comenzado, estábamos ya todos incorporados en la Universidad para sacar nuestro último año de carrera. Ese era el caso de todos nosotros exceptuando a Claudia que solo le faltaba presentar el trabajo. Aun así, por esas fechas no estábamos muy liados así que no hubo problema para quedar e irnos a verlas a Zaragoza, de cualquier modo, aun teniendo cosas que hacer (que siempre hay algo) la idea estaba ya fijada y como dice el dicho, sarna con gusto no pica.Teníamos muchas ganas de vernos de nuevo y eso de alguna forma estaba por encima. Iban a ser cinco días los que pasaríamos allí, aunque a Álvaro y a mí se nos alargó la estancia un día más por problemas del bus que ya os contaré más tarde.

Empezando por el principio, primero me gustaría hacer una pequeña introducción para explicaros a aquellos que me leáis y no sepáis muy bien cómo va el tema de Pilares, qué es, qué se hace y todas esas cosas que engloba. Bueno, para aquellos que no lo sepan, el día 12 de octubrese celebra el día de la Hispanidad, por decirlo de alguna manera es el día de nuestro país, España. Es fiesta en todas las comunidades autónomas y no hay que ir a trabajar ese día, es libre para todos. Es el díade la Virgen del Pilar, de ahí el nombre de "Pilares" como conmemoración a la virgen que representa de algún modo el día de los españoles y sobre todo el día de Zaragoza y Aragón por el hecho de que la virgen pertenezca a esta ciudad. Para los católicos es una fecha muy emotiva ya que esta festividad se celebra sobre todo con eventos religiosos, entre ellos yendo a misa ese día, y en Zaragoza poniéndole un manto de flores precioso a la virgen, construido por ramos de todas partes del mundo. Sí, habéis entendido bien, de todas partes del mundo. Viene mucha gente de latino América, países europeos e incluso y asombrosamente gente asiática. Como veis la fiesta hace eco en cada rincón.

El día 8 de octubre marchamos hacia Zaragoza. No os he dicho antes quiénes íbamos a ir, íbamos Sara, Álvaro y yo ya que Meriem no podía y Miguel tampoco. Así que al final nos juntamos solamente nosotros, pero bueno ya habría otra ocasión de quedar todos de nuevo. Bueno, el caso es que nos organizamos un poquito mal. Digo esto porque yo por ejemplo siendo de Guadalajara podría haberme cogido un bus desde aquí, desde mi ciudad y podría haber ido directamente. Igual le pasó a Ál, que desde Salamanca podría haber ido directo en autobús o Blablacar. Pero, decidimos ir los tres juntos, y eso suponía bajar a Madrid y coger un autobús allí. A Sara le venía que ni pintado, claro está porque ella es de allí pero a nosotros nos venía un poco, bastante mal. Yo por ejemplo podría haber hecho el viaje en un par de horas (que es lo que se tarda de Guadaa Zaragoza) y al final tardé casi el doble por el hecho de bajar a Madrid, pero bueno ya estaba hecho y pensado así que así lo hicimos.

Después de haber cogido los billetes de bus por internet (estaban bien de precio) el siguiente paso era ir a la estación de buses, he aquí donde viene el primer problema y anécdota del viaje. Resulta que teníamos todo preparado y estábamos a un día del viaje cuando dijimos la hora de quedada y el lugar. Ál estaba conmigo en Guada ya que se había venido unos días antes para verme y estar conmigo y para no pegarse la paliza del viaje en un solo día ya que desde Salamanca supondrían unas 10 horas siguiendo el camino que teníamos marcado (bajando a Madrid). Hablamos con Sara, más concretamente hablé yo con ella para preguntarle dónde se cogía el bus. Al ser de Madrid yo suponía que ella tendría más idea que nosotros dos. Ella me contestó diciéndome que dónde iba a ser, pues donde siempre en la Estación Sur de Autobuses. El caso es que ya dijimos hora para quedar e ir con tiempo. Álvaro me preguntó que si estaba segura ya que en el billete no decía eso pero yo le dije que hiciésemos caso a Sara que era la que era de allí. Bueno, así hicimos, llegó esa mañana, nos preparamos todo y salimos de mi casa con tiempo de sobra. Llegamos a Méndez-Álvaro que es la parada de renfe donde se encuentra la estación de buses y esperamos allí a Sara. Cuando nos juntamos los tres y fuimos con el billete a ventanilla y nos dicen que no, que desde allí no salía ningún bus a Zaragoza, que nos habíamos confundido de estación. Fue un momento de suma tensión y cabreo a la vez pero tenía su toque de gracia, sobre todo cuando miré Ál. Él sabía que no era allí y no le hice caso, me daban ganas de llorar y de reir a la vez.

Resulta que los buses con destino Zaragoza salían desde la Estación Avenida de América, a unas cuantas paradas de metro más lejos desde Méndez- Álvaro. Le preguntamos a la señora o señor (ya no recuerdo bien qué era) y nos dijo que el próximo autobús salía a las cinco de la tarde... En ese momento nos cabreó bastante pero ya no había marcha atrás, no teníamos una máquina del tiempo así queante estas situaciones lo mejor es respirar hondo y asimilar cuanto antes que ha sido un fallo y que la parte positiva sería que ya no volvería a pasarnos otra vez.  Lo que decidimos en el momento fue hacer tiempo, porque claro eran las 12 o así, hasta las 5 de la tarde quedaban muchas horas. Sara propuso ir a su casa y enseñarnos dónde vivía. Eso fue lo que hicimos. Llegamos a su casa y después fuimos a un parque que tenía un mirador muy chulo y desde el cual se veía casi todo Madrid. Después nos comimos allí el bocadillo y según se fue acercando la hora fuimos rumbo a la Estación de buses, esta vez a la correcta. Menos mal que fuimos con tiempo porque allí no sabíamos desde dónde salía exactamente el autobús. Se lo preguntamos a uno de los que estaba por allí y nos indicó. ¡Vaya día llevábamos! Bueno, por fin ya encontramos nuestro bus, subimos y nos sentamos cómodamente. Pero, no nos habíamos dado cuenta y resulta que para rematar la faena del día...¡teníamos buses diferentes! Así es, a Álvaro y a mí nos había tocado un autobús diferente al de Sara. Ese no era nuestro día, ni mucho menos. Así que nada, a Sara le tocó ir sola en el bus, lo bueno era que salían a la misma hora y llegaríamos allí a la vez o casi a la vez.

En Zaragoza nos esperaba Clau, Sara finalmente llegó la primera, nos esperaron por la estación de allí. Al final acabamos llegando sobre las 9 de la noche casi, contando que el conductor del bus paró en el camino a descansar. Sara había llegado como mucho unos 10 minutos antes, no más. Una vez estábamos allí no lo podíamos creer, menos mal. Ahora tocaba ir a casa de Clau y dejar las cosas. Después nos prepararíamos para la primera noche de Pilares. Cogimos un bus en la estación y fuimos a su casa, ya se notaba el ambiente de gente a esas horas.

-Primera noche, Pilares:

Una vez llegamos a su casa, dejamos todo y fuimos a comprar al super más cercano algo de cena y de bebida para esa noche. Por la noche, en estas fiestas Zaragoza tiene conciertos y un montón de cosas para hacer e ir a ver. Está claro que el aburrimiento no tendrá hueco en tus planes. Hay una zona un poco más alejada del centro que es donde ponen el recinto de las carpas con música, es decir la fiesta. Para entrar ahí necesitas o un abono o un ticket. Por ejemplo Claudia al estar allí durante toda la semana de fiestas se compra el abono que a lo mejor le cuesta unos sesenta euros pero lo amortiza porque sale todas las noches. En nuestro caso, como íbamos a salir dos o tres días como mucho nos teníamos que comprar ticket. Cada noche para entrar al recinto son doce euros, pagando eso te puedes mover por toda la zona, de una carpa a otra sin ningún problema. Así que esa misma noche, según llegamos, Claudia nos compró a todos los tickets y luego le dimos el dinero. Supuestamente se compran en un puestecillo al lado de las carpas, pero hay bastante accesibilidad para conseguirlas, las vende mucha gente en otros puntos también.

Cuando ya nos asentamos en su casa, conocimos a su madre, a su hermana y a su hermano, muy majos todos por cierto. Al poco rato cenamos algo y nos preparamos para salir esa noche. Teníamos muchas ganas de ver el ambiente que habría esa noche por allí, aunque a mí me daba un poquito de cosa el hecho de que fuese a estar lleno de gente y no cupiese ni un solo alfiler. Y en efecto, así fue. Cuando estuvimos listos salimos rumbo a las carpas, no sin antes ponernos el famoso "cachirulo" , y os preguntaréis, ¿qué es eso? Pues el cachirulo es un pañuelo que se ponen los aragoneses en símbolo de su ciudad cuando son fiestas. Depende en la ciudad en la que estés será de un color o de otro. En Zaragoza es rojo y negro a cuadros, en Huesca creo que es morado y negro y en Teruel creo que verde, no lo recuerdo del todo bien. Claudia nos dio uno a cada uno, ahora sí que sí estábamos listos para salir. Se vinieron unos amigos de Claudia con nosotros y también su hermana. Llegamos a la zona donde la gente se ponía a hacer botellón y comenzamos a charlar todos un rato. Creo que no he visto tanta gente junta en toda mi vida, no os hacéis a la idea. Era una auténtica pasada de gente la que había ahí. La noche transcurrió bastante bien, estuvimos de acá para allá. Una vez que decidimos entrar dentro del recinto no se podía pasar bebida dentro, nada de botellas ni vasos ni nada de eso.

En esta segunda foto podéis ver el cachirulo mucho mejor:

Había un montón de carpas con música, cada uno ahí podía buscar más o menos su estilo e ir a bailar un rato. Había carpas de rock, pop, reggaeton, pachangueo, más o menos lo que se suele escuchar en unas ferias. Estuvimos bailando un buen rato y así fue la noche. Cuando se empezó a hacer ya tarde o temprano, según se vea, decidimos irnos a casa. Además al día siguiente teníamos pensado ir a ver la ciudad y hacer un poco de turismo por allí.

-Segundo día, Pilares:

A la mañana siguiente, nos despertamos no muy pronto, todo hay que decirlo. Estábamos un poco cansados de la noche anterior aunque con fuerzas aun para ir esa tarde después de comer a ver algo de la ciudad.

Zaragoza es una ciudad preciosa, para los que no hayáis estado os voy a hacer una pequeña descripción de esta:

En primer lugar se encuentra entre las dos provincias aragonesas Huesca y Teruel. Es una ciudad bastante grande, de hecho una de las más grandes de España después de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. Entra en el segundo rango de ciudades grandes del país. En Zaragoza, a la gente nacida allí se les denomina "maños" tienen un acento un tanto peculiar ya que pronuncian las vocales más acentuadas, una cosa así: "Zárágózáá". En Zaragoza se encuentra el río más caudaloso de España, El Ebro. Este cruza la ciudad y la Catedral queda a uno de los lados dejando a la vista una foto espectacular.

Como veis las vistas son magníficas.

Lo que hicimos nosotros fue ir a ver un poco la ciudad, qué había por el barrio de Claudia (ella nos hacía de guía, por supuesto). Esa noche Álvari, Sari y yo no salimos de fiesta, Claudia salió con sus amigos de allí y nosotros nos quedamos en casa ya que no nos apetecía mucho.

-Tercer día y tercera noche, Pilares:

Era sábado, ese día por la mañana hicimos ruta turística y vimos cosas por allí. Estuvimos en la Plaza del Pilar, en el camino del río Ebro y por los puestecillos de la feria que la verdad que había bastantes cosas; desde puestos artesanales, hasta puestos de comida o de objetos de cualquier tipo. Había gente fueses a donde fueses. A la hora de comer fuimos para casa de Claudia y ya después por la tarde creo que no salimos, pero esa noche sí que tocaba fiesta además que era el pregón de las fiestas, luego iríamos a las carpas de nuevo. Había que ir a comprar los tickets. Esa noche veríamos a Pilar, que por cierto no la veíamos desde Murcia.

Por la noche salimos, fuimos a hacer botellón. Pilar como ya os digo se vino y estuvimos charlando con ella y contándonos cómo nos iba. Después ella se fue a un concierto y nosotros nos fuimos a las carpas, al recinto del primer día. Allí estuvimos un rato y así pasamos la noche.

-Cuarto día, Pilares:

Este día se marchaba ya Sara a su casa y nosotros nos quedábamos un día más. Teníamos la vuelta abierta por si acaso queríamos irnos antes o lo que fuese. Habíamos decidido que el lunes, después de ir a la Plaza del Pilar a ver la ofrenda nos iríamos. Así que nada, despedimos a Sara y esa noche no salimos nos quedamos viendo una peli en casa de Claudia los tres y su hermana. Al día siguiente era la Virgen del Pilar e íbamos a ir a la Plaza a ver la ofrenda, a mí me hacía bastante ilusión ir la verdad. La idea era ver la ofrenda e irnos a casa, es decir, coger el bus y marcharnos ya que además el martes teníamos clase y quehaceres. En breves os cuento qué fue lo que nos pasó con el bus...

Bueno una vez conseguimos llegar a la Plaza del Pilar entre tanto barullo y multitud nos colocamos en buen sitio para ver cómo la gente iba trayendo distintas flores para construirle el mantón a la Virgen. Fue un auténtico espectáculo, había cantidad de ofrendas, además no solamente gente ofrenciendo flores, había bailes regionales que se le hizo a la Virgen. Por otra parte es tradición en España pasar a los niños por el manto de la Virgen del Pilar ya que dicen que da muy buen suerte y protección. Es una especie de tradición.

Después de estar un rato viendo cómo hacían la ofrenda acompañados de un magnífico día de verano tocaba marcharse a casa de Claudia, coger las maletas e irnos a la Estación a coger el tren rumbo Madrid. Os preguntaréis por qué no cogimos ya cada uno el billete a nuestra ciudad, en primer lugar porque queríamos estar juntos un rato más,y en segundo lugar porque cuando cogimos la ida a Zaragoza también cogimos la vuelta. La cogimos abierta y por eso podíamos volvernos el día que quisiéramos, pero con ese intinerario. Bueno como ya os digo, volvimos a su casa, cogimos las maletas y nos fuimos en bus a la estación de Zaragoza. Allí llegamos a ventanilla, fuimos a pedir viaje para el siguiente a Madrid y lo que nos dijo el hombre fue que no había hasta el día siguiente por la mañana. Nuestra cara fue de: ¿qué hacemos ahora? Fueron risas en el momento porque al día siguiente no sólo teníamos clase si no que yo por ejemplo tenía que trabajar por la tarde. Claudia nos dijo que no había problema, que fuésemos a sus casa y que nos quedásemos esa noche. Eso fue lo que hicimos. Así que a lo tonto alargamás la estancia un día más y cogimos  billete ya seguro para la mañana siguiente a las 11 creo recordar. Cuando volvimos a su casa nos tiramos toda la tarde-noche viendo pelis y poco más. 

Finalmente a la mañana siguiente Ál y yo nos marchamo, fueron unos días muy buenos, tocaba decir: hasta la próxima