Las colinas de Malvern

Ya llevo bastante tiempo viviendo en Inglaterra, así que mis amigos y yo empezamos a sentir la necesidad de salir del campus y visitar otros lugares de la zona antes de que los árboles perdieran las hojas y empezara a llover a diario.

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Uno de nosotros vio fotos en Internet de un bonito lugar para ir de excursión y decidimos buscar más información, así que fuimos al punto de información para turistas del centro a hacer algunas preguntas. La señora era muy amable, nos dio un mapa gratuito de la zona, que se llama Malvern, y nos dijo qué buses llegan a ese pueblo. Creo que hay más opciones, pero según el bus que cojas, tardarás más o menos. Ya estábamos preparados, sabíamos qué medios de transporte podíamos coger y cuánto iba a durar el viaje. Solo nos faltaba saber el precio del billete de autobús y si podíamos pagar con tarjeta de crédito o débito.

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El domingo pasado, concretamente ayer, decidimos ir, así que cogimos el bus y descubrimos que:

• no hay descuento para estudiantes (¡maldita sea! );
• cada viaje cuesta cuatro libras;
• se puede comprar el billete con una app para el móvil;
• si se compra en el propio bus, solo se puede pagar en efectivo.

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El viaje en bus duró unos cuarenta minutos y cuando llegamos, vimos que la ciudad era incluso más pequeña de lo que parecía en los mapas, pero no nos importaba mucho porque habíamos ido por las colinas y la caminata. Encontramos un punto de información para turistas y pedimos que nos guiaran. La señora era tan amable como la de Worcester y nos dijo que podíamos andar todo lo que quisiéramos, que los caminos eran fáciles de seguir y que según ella, era muy difícil perderse.

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Así que empezamos nuestra caminata en St. Ann’s Well y llegamos al punto más alto, a cuatrocientos veinticinco metros de altitud, llamado Worcestershire Beacon. De camino allí, empecé a sudar y me quité la sudadera, pero me la tuve que volver a poner porque empezó a hacer viento. Vimos un banco al pie de la colina y desde allí la vista era maravillosa, por lo que hicimos unas cuantas fotos allí y unos minutos después ya estábamos en la cima. El viento era fortísimo, costaba no salir volando. Mis amigos y yo nos hicimos una foto estúpida haciendo como que nos costaba mantenernos en el suelo (por el viento, ¿lo pilláis? ), que vale más que mil palabras:

A continuación, seguimos adelante. Me gustaba estar allí porque nos sentíamos libres. La tierra era tan verde, las hojas en el suelo tenían muchos colores y la vista dejaba sin aliento. Todo estaba tranquilo y no hacía ni mucho frío, ni mucho calor. Sobre la una, llegamos a la parte sur del primer trozo de recorrido y decidimos parar a comer algo. Llevábamos almuerzos de todo tipo, desde pizza hasta sándwiches, incluso patatas y pan con mantequilla de cacahuete.

También fuimos al baño y retomamos la excursión. Me voy a ahorrar detalles sobre el estado de los aseos, no quiero que a nadie le de angustia mientras lee mi blog. Mientras intentábamos llegar al campamento británico, empezó a haber niebla y llegó un punto en el que hacía tanto viento que apenas se veía nada. Al parecer, Beacon era el punto más alto de toda la caminata, pero yo sentía que lo era aquel lugar, seguramente por la niebla. También vimos animales, como toros y ovejas, tumbados en la hierba (o igual comiéndosela).

Al final pensamos que seguir andando iba a ser una pérdida de tiempo si no íbamos a poder ver nada por la niebla. En las fotos que habíamos visto parecía que lo que nos esperaba era precioso y hasta había un lago, pero el tiempo no estaba de nuestra parte (al menos no llovió, que habría sido horrible), así que dimos la vuelta y nos fuimos, pero por otro camino. Había más barro, pero menos viento porque estaba como en mitad de un bosque. Luego llegamos a la carretera principal y seguimos andando en línea recta. Cuando tuvimos el punto de información para turistas justo enfrente, giramos a la derecha y fuimos al Costa Café a estar calentitos un rato y tomarnos un café o té.

Yo estuve mirando las fotos que había hecho porque no podía esperar a llegar a casa. Me gustaron un montón. Quizás en Reino Unido llueve más que en otros países, pero lo bueno de eso es que la hierba siempre está verde y bonita. Cuando haces una foto de un campo inglés, no tienes que aumentar la saturación porque ya de por sí es precioso. Si tuviera que puntuar esta excursión del uno al diez, le daría por lo menos un ocho. No es demasiado complicada, así que la puede hacer gente que no esté acostumbrada al senderismo y no está lejos de Worcester, se tardan once minutos en tren y media hora en bus y si vas en tren en temporada baja, te cuesta aún menos que el bus.

Después de la excursión, me fui directo a la ducha y a cenar porque estaba muy cansado. No tenía agujetas, pero estaba agotado.

- Cristian

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