Último fin de semana en Viena. Tour en bicicleta por la U6 y por el otro lado del Danubio [parte 1]
Después de 4 meses llegó por fin mi última semana en Viena. Ha estado escribiendo en mi diario y esta es mi semana o fin de semana 18 desde que llegué aquí el 13 de octubre. Ahora mismo estoy disfrutando de los últimos días de la semana 19.
¿Qué hice el 13 y 14 de febrero? En primer lugar, llegué a casa feliz, después de terminar "mi último día" en el estudio ese viernes. Aún había que terminar un trabajo que no se contemplaba en mi contrato de prácticas así que lo haría como freelancer desde Zagreb o cualquier otro sitio. Respecto a eso, tengo que decir que he encontrado un estudio (o agencia) donde podría trabajar después. Sería en Graz y tengo que encontrar pronto un alojamiento porque empezaría en marzo y tendré que apañármelas yo solo durante 3 meses (a no ser que ocurra algún milagro). Por lo que el fin de semana estará enfocado a este tema.
Cosas que hacer el sábado
- Tenía varias cosas en mi lista para estos últimos días. Acabé tachando varias porque algunos planes cambiaron. Aún me gustaría visitar Werkerbund Settlement en la parte oeste de Viena pero creo que no voy a tener tiempo suficiente para ir en UBahn a Schönbrunn, coger una CityBike en la estación e intentar hacer 4, 5 km en una hora hasta el Werkbundsiedlung en Veitingergasse, disfrutar de la visita a un lugar histórico, hacer fotos, documentar las partes importantes y volver. Sin embargo, las cosas cambian. Primero quería visitar Instant Flohmarkt y fui caminando desde Florianigasse hasta Kandlegasse, pero luego leí en Facebook que todo estaba cerrado. En realidad, antes había escuchado decirlo a un amigo con el que iba a quedar, pero al final solo quería disfrutar un poco del sol y caminar si presiones ni necesidad de transporte público. Así que recorrí una milla o algo más a pie y fui hasta la estación Burggasse-Stadthalle. Allí contacté con mi amigo, que estaba en un bar, le hablé de mis planes y dijo que me acompañaría a Schönbrunn. Así que quedamos en la estación de Ubahn Meidlinger y caminamos durante una hora más o menos. Pude ver por primera vez Schönbrunn durante ese día soleado y relativamente cálido; subimos a la Gloriette, a la cima de la colina frente al castillo.
- Otra cosa que quería y conseguí ver fue Hundertwasser House. Fui allí una semana antes y conseguí cumplir mi deseo de forma muy satisfactoria. Tiene un aspecto increíble y en Zagreb no hay edificios como esos. Tiene una fachada expresionista y colorida con una superficie deformada o en relieve. Cuando salí con la bicicleta el sábado (este fin de semana) me dirigí al norte y vi el edificio Wien Fernwärme (calefacción urbana), tenía un aspecto familiar e interesante, era colorido y con muchas texturas y era cuadrado. Bastante inusual para unas instalaciones que suelen ser grises y aburridas. Recibí una visita de mi amiga y vecina austriaca antes de escribir esto y me dijo que el mismo arquitecto (Hundertwasser) había diseñado el exterior del complejo de calefacción urbana de Viena. ¡No me extraña! Si vais en el metro o en el tranvía seguro que lo notaréis.
- Entre las cosas que tuve que tachar de la lista está Donauturm (la torre del Danubio) que está en la isla o península del Antiguo Danubio. De acuerdo con las fotografías online debería haber unas vistas fantásticas de la zona, pero no pude permitirme comprobarlo esta vez. Otra cosa son los muchos museos y sitios interesantes como Haus des Meeres (la casa del mar) que veía cada día de camino al trabajo y a la vuelta; o Haus der Musik, ambos demasiado caros para mí ahora mismo. También me habría gustado tener más tiempo para visitar el Cafe Zartl, donde escuché que se puede tocar música o el piano. Ese había sido mi deseo desde que llegué a Viena, pero no estoy seguro de que valga la pena comprar la entrada o el tiempo en llegar allí (está muy cerca de Hundertwasser Haus) y el tiempo es algo precioso para mí ahora mismo. Podría añadir muchos museos. La Opera House es otra de las cosas que me habría gustado ver, así como el Volkstheater (teatro) que está cerca del Museumsquartier y tiene billetes económicos si llegas temprano, mi compañero de piso me lo recomendó pero no tenía ni tiempo ni nadie con quien ir ni el dinero.
Aún así, pude ver muchas cosas y estoy agradecido por ello. Al final, lo que importa es que fui a Viena por mis prácticas y debo tenerlo en cuenta siempre. Ahora tengo muchos contactos y amigos aquí y Viena nunca será una ciudad desconocida para mí, sino que se ha convertido casi en mi segundo hogar, donde me siento cómodo paseando y no como un extranjero.
Aún hay un trabajo que tengo que terminar pero no está en mi contrato de prácticas de Erasmus, aún así lo haré desde casa y me pagarán igualmente. Espero terminarlo todo pronto.
Después de despedirme de mi amigo en Schönbrunn fui hasta Längenfeldgasse a la U6 y me bajé en Josefstädterstraße porque quería comprar algo de comida en Brunnenmarkt. Por desgracia, los plátanos no estaban muy frescos y no sabía qué más comprar. Al final acabé con una ensalada. "El tipo de las patatas" no estaba allí y me habría gustado hacerle una fotografía. Seguí junto al tranvía durante dos paradas hasta llegar a Hofer en Lerchenfeldergasse, a unos 5 minutos a pie de la calle Josefstädter. Olvidé comprar algunos ingredientes pero, ¿qué más da? Sobreviviré hasta la semana que viene. Por la tarde estuve transfiriendo fotografías y escribiendo este blog, haciendo planes para el domingo y, como mi compañera de piso suiza se marchaba al día siguiente, me quedé hasta las 2 de la madrugada preparando una pequeña sorpresa (un cartel) para ella porque siempre había sido amable conmigo y me había ayudado con todo. Quedamos en vernos la mañana antes de que se marchara. Tenía pensado salir con la bicicleta hacia el barrio Werkbund o bien documentar el paseo con el Ubahn.
Domingo, 25 km por Viena y ESN Anti San Valentín en Nachbar. Primera parte del gran tour
Básicamente, el domingo fue un día bastante dinámico para mí. Tenía planeado levantarme más temprano para tener más tiempo para pasear en bicicleta, y sobre todo para visitar las lejanas casas de Werkbund; pero cuando me desperté sobre las 8 (o, más bien, 7. 30) me resultó realmente difícil levantarme de la cama y me sentía medio muerto. Y estuve así durante una hora más. Ambos salimos de nuestras habitaciones al mismo tiempo, desayunamos y luego preparé mi mochila para salir. Decidí cambiar de ruta.
Cogí mi cámara digital, una manzana y dos barritas de chocolate, mis auriculares, mi gorra y no me olvidé de mis guantes, que un rato más tarde me vinieron de perlas. Decidí ir al Ubhan de Alser Straße, donde hay una estación de CityBike; tardé unos 8-10 minutos en llegar. Había muchísimas bicicletas disponibles. Después de elegir una estaba listo para ponerme en marcha hacia cualquier parte. La decisión más espontánea habría sido ver cómo era el recorrido siguiendo las vías de la línea de Ubahn que va hacia Florisdorf, pero esa mañana no me sentía muy ambicioso. Me hice las cuentas y tenía 2 horas para llegar a tiempo a casa para ver por última vez a mi compañera de piso y ayudarla con sus cosas antes de marcharse, definitivamente quería verla una vez más antes de que se marchara.
Pasada Alser Strasse hay un buen camino para bicicletas que sigue durante unos kilómetros el camino del metro, unas veces pasando por debajo y otras pasando por al lado. Al llegar a la siguiente estación de Ubahn, Michelbeuern-AKH, el carril bici se corta y lleva hacia las calles. Me pasé los siguientes minutos paseando por las calles y luego volví al Ubahn WähringerStraße-Volksoper. Desde el momento en que el camino ya no lleva a ninguna parte se puede continuar siguiendo las líneas de metro hasta llegar a Spittelau.
Empecé a grabar el paisaje mientras sujetaba la cámara con mi mano derecha. Escuchar música mientras pedaleas, nadie te para y puedes escuchar el metro cuando pasa justo por encima de ti, definitivamente es una de las experiencias y sensaciones más increíbles. En algunos puntos el puente del metro es bastante bajo pero en cuanto te acercas a Spittelau pasa a estar tan alto que parece un muro gigante. Llegué al final de Döblinger Gürtel (la calle por la que iba) y finalmente, tenía Spittelau frente a mis ojos. El problema era que, en realidad, estaba encima de mí. Vi varios puentes alrededor, el principal era el del metro, luego había uno para peatones y otro más para coches y otros vehículos.
Mientras intentaba encontrar la forma de subir encontré unas escaleras. Aún no estaba seguro de si llevaban al puente (probablemente era así) así que di un rodeo, subí por Radelmaybergasse y luego giré dos veces a la izquierda hacia Guneschgasse. Allí vi la entrada del puente para peatones que conectaba con Spittelau Bahnhof.
Spittelau Station y Wiener Fernwärme
Fui por ese puente "pasarela" y empecé a grabar el recorrido unos 50 metros antes porque tenía mucha curiosidad por ver qué me esperaba. Mientras cruzaba el puente me fijé de que en ambos lados el camino estaba señalado para peatones y bicicletas así que no tuve que preocuparme por saltarme las normas o molestar a otros por el camino. Desde el puente podía ver la autopista que atraviesa la ciudad y otros muchos puentes que había visto por abajo 5 minutos antes. A mi derecha, hacia el sur, estaba el puente para el Ubahn que paraba en la estación de Spittelau y, por debajo, las vías y la estación del tranvía junto a los edificios antiguos. Seguí pedaleando y esperaba no encontrar obstáculos que me hicieran parar el vídeo o bajar de la bicicleta.
Una vez que crucé el puente llegué a una zona medio cerrada (el puente estaba techado, por eso lo he llamado "pasarela") y vi el enorme Wiener Fernwärme (el edificio de calefacción). La estructura ya me había llamado la atención durante mi viaje a Spittelau y me recordaba mucho al Hundertwasserhaus (y, por si no lo sabíais, el mismo arquitecto diseñó la fachada del Wiener Fernwärme). Continué grabando hasta encontrarme en frente de la entrada de la estación de Ubahn y, en una plataforma relativamente alta, vi la estación de CityBike. En el camino de vuelta dejé allí la bicicleta. Además, tuve bastantes problemas con la segunda bicicleta (ya os contaré después). Desde esta plataforma se pueden ver dos o tres caminos que llevan a distintos sitios.
El primer camino lleva hacia un puente por encima del canal del Danubio y va hacia el Distrito Brigittenau. Ese fue el que escogí. El segundo llevaba al norte del edificio Wiener Fernwärme y acompañaba al río por abajo, primero por debajo de la carretera y luego junto a ella. El último, en el que no me había fijado al principio pero luego resultó ser muy importante y mi salvación, era el que pasaba al otro lado de las instalaciones del Wiener Fernwärme y estaba conectado con otros caminos.
Seguí hasta el otro lado y me crucé con un montón de gente caminando, corriendo o en bicicleta. También había un aparcamiento, un gran garaje de varios pisos y los conductores o cualquiera podía ir directamente a este puente (porque conectaba con el garaje) y simplemente ir al otro lado del río o a la estación del metro. En medio del puente a mi izquierda (al norte) había otro gran puente, Gürtelbrücke, que servía como autopista y una parte (antes de llegar al río) se unía al que estaba a mi lado. Unos metros a la izquierda había también una carretera. Yo seguí grabando.
¡Ahora al otro lado! No tenía ni idea de a dónde iba y de dónde estaba exactamente así que decidí seguir pedaleando. Llegué al barrio Brigittenau (creo que era ese porque no había ningún otro nombre en el mapa y casi en cada esquina se mencionaba Brigittenau). Ahora notaréis que la zona cambia un poco.
Primera vez en Brigittenau
Cambié el paisaje urbano gris y las calles de hormigón del otro lado (los últimos 10 antes de llegar al puente) por vegetación. Pasé por un parque, el parque Anton Kummerer, y seguí recto hacia Leipziger Street hasta ver la nueva estación de Ubahn, Jägerstraße. Pasé por allí (y por la calle con el mismo nombre) y seguí hasta llegar a Leipziger Street. ¡Al parecer era una calle bastante larga! Seguía sin saber a dónde iba pero esperé un poco más antes de parar y comprobar el mapa. No veía ningún símbolo que me resultara familiar porque nunca había estado allí. Seguí hasta encontrar un aparcamiento cerrado por una pared y los cruces entre Hellwagstrasse y Nordwestbahnstrasse. Me fijé en que a mi izquierda (Hellwagstrasse) había un puente por el que pasaba un tren. No lo pensé demasiado y me dirigí de manera espontánea en esa dirección. Pasé por debajo del puente al otro lado y luego a una de las calles a mi derecha.
Recorrí unos cuantos metros de Universumstrasse y luego giré a la izquierda hacia una calle más grande y con tráfico, Dresdner Straße; allí esperaba ver alguna señal que me informara de dónde me encontraba. Continué hasta ver una zona familiar, el lugar en el que conocí Traisengasse. Allí había otro puente. Recuerdo haber ido allí hace unos dos meses pero desde la dirección contraria, esa vez me perdí un poco de camino a Praterstern pero olvidé el camino. Me detuve un segundo y la brújula de mi cabeza empezó a trabajar, y por fin pude posicionarme en el mapa. Me quedaban 20 minutos para dejar la bicicleta y eso era más que suficiente así que di un giro de 180 grados y me encaminé de vuelta por el mismo camino.
Aunque a veces parece que se hace lento volver por el mismo camino que ya conoces en vez de escoger uno nuevo, esta vez se me pasó bastante rápido. Creo que tardé unos 10 minutos en volver al puente. Pasé por las mismas calles y pude prestar más atención a los detalles, pero esta vez no lo grabé.
Grabando el viaje con el Ubahn
Volví a la estación de Ubahn sobre las 10. 50-11 h, dejé mi bicicleta en el CityBike y me dirigí hacia el gran salón. Spittelau no es solo donde te bajas y subes de la U6 Sibenhirten-Floridsdorf sino también de la U4 Hütteldorf-Heiligenstadt. Fui escaleras arriba hacia la U6 en dirección a Sibenhirten y llegué 4-5 minutos antes de que llegara el tren. Llevaba un poco de chocolate que había comprado el día anterior en Hofer y me ayudó un poco a recuperarme aunque no estaba tan cansado ni tenía hambre aún. También tenía otra misión que debía ser ahora o nunca. Al parecer, si no lo hubiera hecho ese sábado, no habría tenido otra oportunidad después y me habría arrepentido hasta... bueno, hasta olvidarlo.
Así que decidí hacer un vídeo del trayecto desde Spittelau hasta la estación de Ubahn de Längenfeldgasse. Cuando llegó el tren yo estaba esperando al final del andén y deseando que el último vagón no estuviera lleno de gente. Por suerte, mi deseo se cumplió. Encontré un asiento justo detrás de la puerta, me senté allí rápidamente, comí un poco más de chocolate y encendí mi cámara. Pasé los siguientes 10 minutos con mi mano derecha junto a la pantalla intentando que no se moviera para conseguir unas buenas vistas del Ubahn por las calles y estaciones vienesas. Fue muy divertido y no tan agotador como temía. Además, solo tarda 10 minutos desde Spittelau hasta Längenfeldgasse.
Así que, como he dicho antes, la U6 es mi línea favorita respecto a vistas. Sé que la U2 pasa por encima del suelo desde Praterstern hasta la estación (pero no tengo ninguna grabación), no he ido más allá de ese punto. Otra línea que te permita ver por las ventanas las calles y los edificios es la U1 después de llegar a la isla del Danubio. Vi el tren desde el carril bici más tarde, pero no tuve tiempo de ir hasta allí. Y, por último, la línea U4 también dispone de buenas vistas desde abajo del camino entre Margaretengürtel y Pilgramgasse, y un poco entre Pilgramgasse y Karlsplatz. Del resto no tengo ni idea.
Pasamos por Nußdorfer Straße, Währinger Straße, Michelbauern AKH, Alser Straße, Josefstädter Straße, Thalia Straße, Burggasse-Stadthalle, Westbahnhof, Gunpendorfer Straße hasta llegar a Längenfeldgasse, con unas vistas increíbles.
De vuelta a casa para decir adiós a mi compañera de piso
Esta estación cruza además, con las líneas U6 y U4 así que hay plataformas dobles donde llegan trenes desde la misma dirección. Una vez me bajé en una de esas y tuve que subir y bajar por el otro lado para coger la misma línea pero en la dirección contraria. También hay un restaurante turco de comida rápida por si entra el hambre y quieres tomar algo rápido. Además, cada vez que paraba aquí recordaba el desafortunado momento después de la fiesta de Halloween cuando tuve problemas y perdí a mi amigo polaco que me dejó atrás accidentalmente. Aún así fue divertido.
Perdí el tren hacia la otra dirección porque no tenía prisa y no me apresuré a subir y bajar las escaleras para cogerlo. Aquí tenéis un truco útil: si tenéis prisa y no tenéis tiempo de ver si el Ubahn de al lado va en la otra dirección, solo tenéis correr escaleras arriba y luego abajo y entrar mientras escucháis "Steigen Sie nichts mehr ein".
Casi no me quedaba memoria ni batería así que me senté tranquilamente en el asiento y esperé hasta llegar a mi estación Josefstädter Strasse. Allí me bajé y caminé hasta llegar a casa. Eran las 11. 30 h más o menos cuando llegué a Lederergasse y Florianigasse. Había llegado el momento de decir adiós a mi compañera de piso suiza.
Ella se marchaba por la tarde, antes de las 13 h para ser más exacto, y no quería perder la oportunidad de verla y hablar antes de que se marchara. Por suerte hubo tiempo de sobra. Después de llegar a casa comí algo, le di mi póster e hice una foto con mi cámara analógica. Si todo salía bien, terminaría en mi álbum "Paseo de la Fama". Faltaba poco para que se marchara así que le di mis regalos en agradecimiento por toda su ayuda durante los últimos 3 meses. Después de eso me quedé solo y la casa se veía un poco vacía.
Empecé a hacerme lentamente la comida; os daré la receta, que es genial para todos los bolsillos. La batería de la cámara se estaba cargando así que me puse a transferir todos los vídeos y las fotos a mi ordenador para ahorrar memoria. Pronto comenzaron mis planes para la segunda parte del tour en bicicleta. Hora de visitar el otro lado del Danubio.
¡Muy pronto!
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