¿Cómo es el invierno en Verona?

Si vienes de un país de clima cálido como Portugal, lo mejor es que olvides las temperaturas que rondan los veinte grados en pleno noviembre.

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Las temperaturas en Verona, y en el norte de Italia, en general, pueden ser bastante diferentes de lo que son en Portugal. Especialmente en invierno. Por eso, lo mejor es que prepares tu maleta para Verona como si fueses a ir a Estocolmo. Okey, no es así de grave. Pero, aún así: toma precauciones

Las temperaturas de invierno en Portugal son reconocidamente elevadas. Por ejemplo, la temperatura más baja que alguna vez se registró en Braga -en toda su historia fueron unos míseros seis grados negativos. Para Verona, es es bromear con el invierno, puesto que su media anual -si, lo esperado todos los años- ronda un grado negativo en los meses de diciembre y enero. Solo para que te hagas una idea, la temperatura más baja alguna vez registrada en Verona son unos sofocantes dieciocho grados negativos. Comparado con los seis negativos de Braga, ayuda a colocar la cuestión en perspectiva.

Si querías venir a Verona en el invierno con modelos de otoño, lo mejor es invertir en el armario de invierno. El abrigo va a pasar a ser tu mejor amigo. Los guantes van a ser un artículo tan esencial que yo misma fui obligada a comprarme un par. Si pretendes usar camisas, vestidos o faldas... Bien, la decisión es tuya, pero yo lo desaconsejo totalmente. Si, por otro lado, quieres tener una gripe, entonces lo apoyo sin ninguna duda.

Aunque, no solo hace frío en Verona. Y, es aquí donde entra la buena noticia. Llueve mucho más en Braga, por ejemplo, que en Verona. La pluviosidad media llega a ser cuatro veces menor que en Portugal. Para tener una idea más concreta, de media, llueve cerca de seis días por mes en invierno. Esta comparación hasta hace que Portugal parezca un país lloroso. Resumiendo, en Verona te encontrarás mas frío y menos lluvia.

La niebla también es una visión habitual en el norte italiano. Aún así, es apenas una niebla matutina, sin ambiciones de ser mucho más que eso y que se desvanece cuando el reloj oscila cerca del mediodía.

Solo falta un ingrediente: la nieve. Es muy probable que encuentres nieve durante tu estancia invernal en la ciudad de Verona. Es posible que no se forme un enorme manto blanco, pero ciertamente verás nevar. Según los relatos que he escuchado aquí, lo suficiente como para tirar unas bolas de nieve y hacer el típico muñeco de nieve.

La combinación de frío, de preferencia sin lluvia, y la probable aparición de nieve embellece, mucho la verdad, tu Navidad. Papá Noel va, finalmente, necesitar toda aquella ropa! Y tu invierno va a tener otro encanto.

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