Después de hablar sobre la ruta de los 8 pueblos en la que recorríamos los 8 pueblos de Vall de Gallinera (Benirrama, Benialí, Benisivá, Benitaya, la Carroja, Patró y Benisili), y de recorrer los distintos caminos que llevan hasta la Foradà, la montaña más importante del valle, famosa por tener un agujero, toca hablar de otros lugares.
En esta ocasión toca hablar de los corrales de la Carroja, como ya indiqué en el artículo de la ruta de la Foradà en la que se pueden ver dos o tres corrales pequeños, los denominados corrales de la Carroja son más grandes y curiosos de ver.
Cómo llegar
Aprovechando que voy a hablar de los corrales he decidido unirla con parte del recorrido de la PR-CV 167 pero si uno solo quiere ver esos corrales como su nombre indican la mejor manera será llegar desde la Carroja.
Como ya indique en los otros artículos que hablé sobre la Vall de Gallinera, no existe un transporte público más allá de un autobús que pasa los jueves para comunicar con el mercadillo de Pego pero hasta donde yo sé, de momento no funciona ya que la persona que lo llevaba se jubiló y nadie lo ha repuesto.
Por tanto, el coche es la única manera, para ello deberemos llegar hasta la CV-700 que pasa por en medio de los pueblos de Benialí, Benisivá, Benitaya, la Carroja y Patró, teniendo que coger una pequeña carretera si queremos ir a Benirrama o desviarnos a la CV-714 en los casos de Llombay y Benisili.
La ruta
La PR-CV 167 es un sendero homologado y fue si no me equivoco el primero señalizado, anterior a las señalizaciones de la ruta de los 8 pueblos y de la Foradà, aunque los caminos ya existieran antes de la propia señalización.
Este sendero comprende un camino entre Patró y Benialí (y viceversa) en la que una parte viene a ser el mismo que la ruta de los 8 pueblos, por esa razón, indicó una variante a partir de la Carroja dirigiéndome a los corrales y después al camino que lleva hasta Benisivá y de ahí a Benialí.
Voy a explicar el camino a partir de Patró pero se puede empezar desde Benialí o hacer una circular cogiendo la ruta de los 8 pueblos entre Benialí y Patró y luego, volver por la que voy a indicar yo.
Empezaremos en Patró (o Alpatró en valenciano), como ya indiqué el pueblo más grande en número de habitantes al tener 186 habitantes aunque sea el más grande, Benialí es sin duda el centro del valle.
De Patró destacar la iglesia de la Virgen de la Asunción del siglo XVIII, el lavadero cubierto y a las fuentes, la que se encuentra en frente de la iglesia y la cercana al pueblo, la "Fuente Vieja" (la Font Vella en valenciano).
Tiene tres bares y algunas tiendas de ultramarinos donde podemos comprar un poco de todo. También recomendable el Museo Etnológico pero para verlo hay que contactar previamente y por supuesto, acercarse a sus fiestas que se celebran el día 15, 16 y 17 de agosto.
Estando en Patró nos dirigiremos a la calle San Marco ahí es fácil ver el sendero señalizado en la que iremos por un camino, totalmente al contrario que la ruta de los 8 pueblos. Por este camino, pasaremos por el río Gallinera, no se si en épocas de lluvia se podrá transitar pero es un río pequeño que casi siempre nos lo encontraremos seco.
En esta parte, en algún punto puede liar la señalización por lo que coger siempre un mapa o el GPS ya que así os podréis orientar mejor. El camino entre Alpatró y la Carroja apenas creo que llegue a las 2 km ya que es todo recto y no las vueltas que se hacia en el de la ruta de los 8 pueblos. Pero ambos ofrecen paisajes distintos, este permite ver el río Gallinera y la montaña de la sierra del Almirante, el otro los distintos tipos de cultivo como olivos, cerezos y almendros.
Poco a poco llegaremos hasta la Garriga, la Garriga es un espaco recreativo que nació hace unos 5 o 6 años que sirve un poco como lugar de pícnic ya que hay unos cuantos merenderos y también para hacer barbacoas y demás.
Además, también se alquilan varias casas rurales en el entorno, la verdad es que me parece un poco curioso pero yo soy de la opinión de disfrutar más en un pueblo que estar solo en medio del monte por muy cerca que esté entre Patró y la Carroja. Tiene una fuente artificial potable por lo que podremos beber aquí, único punto del lugar.
Al salir de la Garriga, continuaremos el camino hasta la Carroja, esta parte es prácticamente de bajada. En primer lugar observaremos un curioso cartel que pone algo así como "25 ptas quien tire basura aquí", antiguamente era un basurero que afeaba bastante el paisaje.
Por suerte desde hace 2 o 3 años, se quitaron todos los escombros del lugar y aunque no es perfecto, ya que algo degradado aún queda ya no se ven esas montañas de basura, sin duda un mejor paisaje del que existía. También destacar las antiguos abancalamientos que con un menor uso de la agricultora, ha producido que estén totalmente abandonados.
Iremos poco a poco hasta que llegaremos otra vez a un río (uno de los afluentes del Gallinera). Por propia experiencia se que se puede pasar sin mojarse debido a las piedras que se encuentran. Aquí subiremos poco a poco hasta llegar a una higuera, también se puede ir todo recto pero como no ha señalización mejor dar una pequeña vuelta.
Aquí es cuando nos desviamos de la PR-CV 167, la senda original atraviesa la Carroja, pasa por la piscina municipal y acaba llegando a Benisivá y Benitaya, y de ahí llegar hasta Benialí.
Me desvio porque ese trozo que convive con la ruta de los 8 pueblos, ya lo expliqué y no hay dificultad ninguna. Mi alternativa será llegar hasta los corrales de la Carroja y continuar el camino hasta llegar a Benisivá y Benitaya, y de ahí a Benialí.
La Carroja ya indique que era un pequeño pueblo de solo 22 habitantes aunque en verano se triplica o cuatriplica la población y se llena de niños cosa que actualmente, por desgracia, no ocurre todo el año.
De la Carroja, destaca la iglesia de San Francisco de Borja del siglo XVIII, patrón también de Gandía, ya que durante un tiempo la Vall de Gallinera fue un señorío suyo. Destacar sus tres fuentes, la de Abajo (o "Font de Baix" en valenciano) que se encuentra en la entrada, más apartada está la fuente del Rosal y la fuente "d'En Pere" que se encuentra al otro lado y más alejada y se puede ver en otro trozo de la ruta de los 8 pueblos.
Destacar la almazara que se encuentra en la plaza más grande y ya que entramos desde la otra parte del pueblo, en la entrada hay una pequeña balsa para regar en la que normalmente se pueden ver ranas.
Continuando el camino, desde la higuera hay una señal que nos indicará el camino ya hecho de la Garriga y también el de los corrales. Iremos hacia abajo, desde el otro camino y poco a poco nos volveremos a encontrar con el río Gallinera.
Cuando se creó el libro "La Vall de Gallinera. Per camins de moriscos y mallorquines" prácticamente todos los senderos estaban creados menos este. Yo pude acceder antes de que se volviera a crear y uno entiende la razón de que estén tan bien. El aislamiento en medio de la montaña permitió que estas construcciones tradicionales se conservaran muy bien.
Desde el río subiremos por el único camino transitable en forma de zig zag, por el camino tendremos una buena panorámica de la Carroja, de la piscina municipal y del Polideportivo. No hay ninguna dificultad ya que únicamente deberemos ir en zig zag. Destacar también los antiguos abancalamientos de esta parte.
Finalmente llegaremos hasta los famosos corrales aunque hay uno por el camino que se ve totalmente destrozado, los que se conservan son tres corrales, de uno podremos entrar mientras que los otros dos podremos asomarnos y poco más.
Estos corrales eran útiles en la economía de subsistencia en lugares tan rurales como la Vall de Gallinera, tener cabras y ovejas era algo típico en muchas familias.
Pese a que viva poca gente, nadie duda de lo grande que es el término municipal por lo que terreno no faltaba, la Carroja estaba bien comunicada con la Llacuna, pedanía de Villalonga al otro lado de la montaña en la provincia de Valencia, por lo que estos lugares se usaban bastante como corrales hasta el éxodo rural de la década de los 50 y 60 que llevó a sus habitantes se fueran de España a Francia o Alemania o a las grandes ciudades de España.
Del primer corral que podremos entrar, se nota como al quitar la vegetación se han caído varias tejas y alguna pared, por esa razón en los otros dos no se arriesgaron y lo dejaron tal cual. Lo más bonito de los corrales es sin duda los arcos como los de la segunda fotografía y por supuesto, ver los materiales típicos como tejas, piedras...
Desconozco el grado de conservación en otros lugares, pero estos tres se encuentran muy bien, sé que por la Llacuna hay otros pero totalmente abandonados. De los otros dos, uno está un poco más alejado y puede costar llegar, del otro se puede entrar un poco y observar casi todo, al igual que el anterior los arcos son muy bonitos.
De aquí seguiremos la senda, en un momento iremos hacia abajo para continuar hacia arriba, llegaremos poco a poco a cultivos de Benisivá modernos. Aquí la señalización es confusa pero tampoco pasa nada al perderse al tener delante Benisivá, por lo que podemos ir por otro camino.
Benisivá y Benitaya son pueblos prácticamente juntos con 73 y 49 habitantes respectivamente. Benitaya no tiene iglesia pero destaca las ruinas del convento franciscano, lugar para la alineación solar de la Foradà y de Benisivá destacar la iglesia de San Miguel Arcángel. Si queremos comprar algún producto típico, a la salida de Benisivá está la cooperativa.
Finalmente llegaremos a Benialí, con 146 habitantes según el censo de 2014. Aparte de su iglesia dedicada a San Roque, en Benialí encontramos la escuela, restaurantes, bares, un banco e incluso el puesto de turismo. Una vez en Benialí, concluimos nuestra visita después de descubrir la Garriga, el antiguo basurero y por supuesto, a los curiosos corrales de la Carroja. ¡Hasta la próxima!