Las Fiestas del Pilar

Ha pasado casi un año desde que hice las maletas, llené el coche y conduje hasta Zaragoza después de un verano viajando por España. En serio, creo que tengo depresión pos-Erasmus. Tras llegar a la ciudad, colocar todo, hacer amigos Erasmus las noches que salía y hacer mi primer viaje con la ESN a Salou, llegó octubre. Antes no sabía que se celebraba una fiesta nacional, "Las Fiestas del Pilar", en Zaragoza y en toda España. Llevaba una semana escasa de clases en la Universidad de Zaragoza cuando se celebró la fiesta, lo que significaba que no tenía clase durante cuatro días, o sea, un puente.

Mucha gente hablaba de las Fiestas del Pilar, y un amigo me contó que muchos turistas de toda España venían a Zaragoza a celebrarla. La fiesta tiene su origen en Zaragoza en honor a la Virgen del Pilar, de ahí el nombre de su preciosa catedral, la Basílica del Pilar. Cuando bajas la calle grande de Zaragoza, el paseo Independencia, puedes comprobar que no se trata de una fiesta pequeña. Los dos días principales fueron el lunes 12 de octubre (el día de la Hispanidad) y el martes 13. Las celebraciones empezaron el viernes por la noche de la semana anterior, cuando el centro de la ciudad ya estaba lleno de gente. Las calles estaban a rebosar y todo el mundo parecía entusiasmado. La mayoría de los estudiantes se encontraban en El tubo, donde empezaban la fiesta antes de cambiar de bares.

Al día siguiente me despertó una procesión. La calle estaba llena de gente y el sonido de los tambores hacía eco en mi casa. Estos llevaban el típico pañuelo rojo y negro al cuello de las Fiestas del Pilar. El sábado fui al centro, a la basílica, donde se daba el pregón alrededor de las ocho de la tarde. Se trata de una ceremonia de apertura de las fiestas, donde el alcalde de Zaragoza da un discurso y tocan el himno nacional. Los alrededores de la basílica estaban llenos de gente y policía. Si decides ir al pregón, asegúrate de llegar a una buena hora, ya que se llena enseguida. Unos fuegos artificiales cerraron la ceremonia y acabaron las fiestas. Tengo que añadir que estos fueron grabados por la televisión nacional y se mostraban en una pantalla enorme. Fuera del ayuntamiento y al lado de la basílica había un escenario. El concierto empezó a las nueve y duró hasta medianoche. El ambiente era increíble. También fue genial que los tranvías abrieran las veinticuatro horas durante las fiestas.

El sábado asistí al concierto de David Guetta y Robin Schulz en Valdespartera. Compré las entradas por internet y las imprimí, aunque también podías comprarlas en el banco Ibercaja en el centro de la ciudad. Un consejo, id antes de que el concierto empiece, ya que la cola es enorme y muy lenta. Si no llegas pronto, puede que te pierdas el principio del concierto.

Salir el sábado por la noche después de todo el día no fue buena idea. Me pasé el día siguiente en la cama con una resaca impresionante, y encima me perdí el primer día de las fiestas. Por suerte, el martes se repitió todo. Aun así, me perdí la procesión y a la gente llevando ofrendas de flores a la basílica. El martes, el centro de la ciudad y los alrededores de la basílica estaban llenos desde las nueve de la mañana. Cierran el paso a algunas calles (el paseo de Independencia) y colocan vallas en las calles principales. Es horrible atravesar esas calles, ya que tienes que seguir a una estampida de gente por caminos minúsculos que abren al paso. Aun así, el martes por la mañana cumplió con mis expectativas. La procesión ya había empezado cuando llegué al centro. Cientos de personas vestían los trajes típicos aragoneses y llevaban frutas, verduras y pan. Los niños también llevaban frutas y había grupos tocando música y bailando. El ambiente era genial, sentía que realmente estaba experimentando lo que es vivir en España. Me hice paso hasta la parte delantera, en la basílica, donde colocaron las flores que la gente había llevado el día de antes. Había miles de flores colocadas en un escenario en forma de pirámide. No había visto nada parecido en mi vida. La procesión siguió hasta la catedral y el público pudo ver como la gente dejaba la fruta, verduras, aceite y pan, ya que esta acaba al otro lado de la basílica. Todo lo que recaudan durante las fiestas se dona a los pobres. Seguí la procesión hasta el otro lado y acabé en la calle principal paralela al río Ebro, donde había puestos de comida típica aragonesa. El ternasco de Aragón es uno de los platos más típicos de la región. Los puestos lo vendían, además de paella. Era un poco caro, así que es mejor compartir la comida con amigos.

Las fiestas continúan durante toda la semana. El viernes por la noche fui a un concierto de Nicky Jam. Fue increíble. Puede que haya sido una de mis mejores experiencias durante este Erasmus. Si hay más conciertos este año, os recomiendo ir totalmente. El último día de las fiestas fui a una corrida de toros en la plaza de Zaragoza (ceca del centro de la ciudad). Reconozco que no me gustan mucho los animales, así que no me importó ir a verlo. Fue más brutal de lo que esperaba. La razón por la que decidí ir fue por vivir la experiencia, pero no volvería. El público está a favor de las corridas, así que el ambiente es muy animado. Aunque hay mucha controversia entorno a la ética de esto, recomiendo ir por lo menos una vez para vivir al completo la experiencia de visitar España.

Las Fiestas del Pilar son increíbles, así que si estás en Zaragoza o en alguna ciudad vecina española, tienes que ir.

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