Experiencia en la Universidad de Padua, por Mauro.

¿Cómo es la universidad de Padua?

Padua tiene una buena universidad, aunque tiene demasiada burocracia. Tiene profesores cualificados, buenos cursos, instalaciones dentro o muy cercanas al precioso centro histórico. Sin embargo, no creo que las secretarias administrativas hablen inglés; quizás francés.

Por cierto, hay unos 60 000 estudiantes en Padua, en la ciudad unos 200 000 habitantes, y cientos de Erasmus cada año, así que no tendrás problema en encontrar compañía.

¿Cómo son las instalaciones?

Los edificios de la Facultad de Ciencias son nuevos, al igual que los de las Humanidades aunque uno de ellos necesitaría algunas mejoras. Pero en general son aceptables. Una cosa que quizás te interese es: puede que tengas un curso en un sitio determinado, y un poco más tarde sea un poco más lejos de ahí. Pero con una bicicleta los problemas de distancia desaparecen.

¿Cómo son los tutores?

No hay tutores.

¿Las clases son sencillas en Padua?

Depende de la facultad: en la antigua Letras y Filosofía (Humanidades) son fáciles de entender (si entiendes un poco de italiano), no son obligatorias, pero las clases en inglés y francés no son muchas, en comparación a los cursos de patrimonio cultural.

¿La universidad organiza actividades? ¿Cómo son?

Hay algunos eventos culturales y deportivos, como noches de teatro, cursos de baile, tenis, voleibol y otros torneos deportivos, en el CUS (Centro Universitario Deportivo) permite entrenar en las instalaciones académicas.

¿Piensas que la enseñanza es de alta calidad?

Puedo hablar de la enseñanza en italiano, y es muy buena. Padua tiene muy buena posición dentro del ranking de las universidades italianas. En la Facultad de Humanidades, los profesores suelen ser serviciales y amables, simpáticos durante los exámenes y buenos (pero tienes que estudiar un mínimo, ¡no les hagas perder la paciencia).

¿Hay alguna historia que puedas compartir?

Por las calles de Padua a menudo puedes encontrar grupos de estudiantes y familias celebrando las recientes graduaciones de una manera extraña: el nuevo doctor llevando ropa ridícula, tiene que leer su papiro, un cartel donde sus amigos escriben rimando algunos capítulos de su vida, cada vez que comenten un error tienen que beber vino o alguna otra cosa ya que llevan una botella pegada a la mano con cinta adhesiva. Mientras los amigos lanzan harina, huevos o algo hacia él o ella. Y cada transeúnte no puede contener la risa.

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