Estudiar en Nápoles: UNINA

Siempre es difícil ser objetivo cuando uno evalúa su propia universidad, pero intentaré hablaros de sus pros y contras de la mejor manera posible.

Esta es una de las universidades más antiguas de Europa y la universidad pública y no religiosa más antigua del mundo. La fundó el emperador Federico II en 1224. Tiene muchas facultades, que están repartidas en diferentes edificios de la ciudad. Es muy fácil llegar hasta todos ellos porque no están muy lejos unos de otros.

Tras vivir un año en el extranjero puedo afirmar que el nivel de las clases es alto. ¿Contras? No hay muchas asignaturas entre las que elegir y la mayoría se imparten en italiano. Por ello, si vuestro nivel de italiano aún no es muy alto, considerad la opción de ir a clases de idiomas antes de venir.

En cuanto a las instalaciones, todo depende de la facultad. Las de ciencias están mejor equipadas que las demás, pero teniendo en cuenta las tasas que pagan los estudiantes, no son lo suficientemente buenas.

Los exámenes no son fáciles de aprobar: los profesores suelen estar dispuestos a ayudar y son muy comprensivos si sois Erasmus (aunque no están acostumbrados a tener muchos alumnos extranjeros), pero tendréis que estudiar muchísimo.

El curso va de octubre a noviembre (en el semestre de invierno) y de marzo a mayo (para el semestre de verno). Los exámenes son en enero-febrero y en junio, julio y septiembre.

Por otro lado, Nápoles es una de las ciudades más bonitas del mundo. Sus vistas son sobrecogedoras, la comida está deliciosa (¿alguna vez habéis oído hablar de la pizza babà o de las sfogliatelle?). ¡Nápoles es más de lo que la televisión enseña!

No es la ciudad perfecta, como cualquier otro lugar del mundo. No juzguéis y vivid todo lo que tiene que ofreceros. Completamente. De manera intensa. Salvajemente.

Sé que no os arrepentiréis.