Vivir en el campus de Annunziata

Al ser aceptada por la Facultad de Veterinaria en la Universidad de Messina, la segunda preocupación fue saber dónde me iba a alojar. Es por eso que pregunté a relaciones Internacionales de Italia si había algún campus en el que me pudiera alojar. Me dijeron que estaba uno de los campus con habitaciones libres y que podía alojarme durante mis tres meses de estadía. Este alojamiento era una habitación doble en un piso compartido, tenía baño privado y una heladerita. También tenía un armario separado en dos y una sola ventana. Poseía un escritorio amplio para poder estudiar y dos mesitas de luz.
Este departamento lo alquilé sola aunque sea doble, ya que me dijeron que no tenía con quién compartirlo.
Tenía servicio a la habitación una vez a la semana, pero la mayoría de las veces tenía que estar avisando que el día que les correspondía venir (jueves) no habían venido. Ya que hubo veces que ni el viernes vinieron y recién el sábado limpiaron ya que yo insistí para que viniera. Con el servicio a la habitación te cambian las sábanas y las toallas. Y te limpia la habitación y el baño.
Apenas llegué a mi alojamiento se quemaron dos lámparas, lo cual avisé a la administración y me respondieron que cuando puedan iban a ir a arreglarlo, pero luego de un par de días solo vinieron a arreglar UNA luz, la otra luz siguió sin andar. Es por eso que cuando me di cuenta que habían venido a mi cuarto a arreglarlo en mi ausencia, se habían olvidado de arreglar una luz. Me respondieron que ya iban a ir a arreglar la otra luz que faltaba y pasaron más de 15 días y no me la habían venido a arreglar. Es por eso que tuve que volverme a quejar porque ya se me había roto la luz principal de la habitación, así que nuevamente eran dos luces a arreglar. Y como me quejé tanto de que nisiquiera fueron capaces de arreglarme las dos primeras luces juntas y nunca vinieron a arreglarme la que "se les olvidó", vinieron a arreglarme las dos luces que restaban al otro día. Lo que aprendí de este campus es que si no te quejas todos los días, no van a arreglarte nada o recién después de un mes cuando les recordas lo que le pediste hace mucho tiempo, te lo arreglan.
Había una cocina y comedor compartido entre todos los que habitabamos en el campus. Este comedor tenía dos sillones, dos mesitas y una televisión plasma. En la cocina estaba una pileta para lavar los platos, la cocina con horno y una heladera grande con frizzer. También había un cuartito en el que se encontraban dos piletas más para lavarse las manos, espejos y, pasando otra puerta, están el lavarropas (que tenés que pagar €2 para poner ropa a lavar y llevar tu propio jabón para lavar la ropa) y el secaropas (que tenés que pagar €0,50).
Lo malo de este alojamiento es que esta lejos de todo. Esta en la cima de annunziata a lo alto, dentro del predio de la Facultad de Veterinaria y de la de filosofía. No hay supermercados cerca, ni perfumerías, ni farmacias, ni verdulerías, y los buses pasan cada una hora, sin contar que luego de las 21 hs no pasan directamente y los domingos no pasan en todo el día y noche.
Otra cosa negativa del lugar fue que apenas empezó a hacer un poco de calor en verano, comenzaron a aparecer cucarachas, tanto en las habitaciones de TODOS los que conocía (incluyendo en la mía), como en el pasillo y el comedor y cocina. Yo particularmente soy fóbica a las cucarachas, así que de verdad lo sufrí muchísimo. En mi habitación entraron dos, y entre amigos llegamos a la conclusión de que entran por las cañerías del baño, ya que no hay regillas para que los insectos no puedan llegar por la pileta o el videt. Inclusive otra opción era que entrara por la puerta ya que en el pasillo cada vez que salíamos para ir a la cocina nos encontrábamos mínimo con una cucaracha.
Otra cosa negativa del campus es que solo tiene luz en la entrada principal, pero luego por las escaleras pegadas a la cocina/comedor, los chicos que tienen que pasar por ahí lo tienen que hacer sin luz. Son muchas habitaciones y te puede llegar a tocar el piso de mas arriba en el cual podés llegar a necesitar subir todos los días mínimo 5 escaleras (y no hay ascensor).
Luego las instalaciones mejoraron con el tiempo por quejas constantes como el WiFi que estaba en los pasillos no era suficiente ni tenía tanta señal en varias habitaciones. Es por eso que reclamaron y nos pusieron wifi en cada habitación.
El agua se suele cortar seguido, hubo veces que no nos podíamos bañar por falta de ésta y como era fin de semana no la podían arreglar inmediatamente.
En la habitación hay una estufa que es regulada desde un centro fuera del campus para que tire calor en invierno (y funcione como estufa) y fío en verano (así funciona como aire acondicionado). Para que pase de tirar aire caliente a tirar aire frío, los que vivían en el campus tuvieron que reclamar mucho, ya que no ponían para que saliera aire frío ya siendo primavera muy cerca del verano y haciendo mucho calor en la ciudad. En este momento ya lograron los que se alojaban en el campus que pusieran aire frío.
En mi caso particular el baño de mi habitación era bastante grande en sí pero el lugar para bañarme era imposible enjabonarme y tener prendida la ducha, ya que era tan mínimo el espacio que no me permitía alejarme un poco de la ducha para enjabonarme o ponerme shampoo o crema de enjuague. Además tenía sólo afuera de la ducha para colocar todos los objetos de baño, es por eso que debía abrir la cortina y se terminaba mojando todo el piso.
La cocina al ser un espacio compartido siempre genera muchos conflictos. Como por ejemplo el uso de los objetos de la cocina como ollas, tablas para picar comida e incluso cubiertos. Muchos de los que se quedan en el campus por 2 años ya se compraron sus propios utensilios. Pero para muchos que nos quedamos por menos tiempo, como por ejemplo 3 meses, no nos conviene comprarlos. Y a veces no quedan cubiertos en la cocina ya que se los llevan algunas personas a la casa. Siempre hay quejas por eso o por el uso de la heladera, ya que muchas veces no hay espacio y se quejan de que para hacer lugar para poner más comida, les movieron de lugar su comida. O porque hay personas que dejan comida y de repente les desaparece o hay menos de la que dejaron. A nosotros particularmente nos pasó con las bebidas alcohólicas que dejamos, siempre aparecían menos o directamente desaparecían.
Lo bueno del campus es que podés socializar con gente de muchos países diferentes, ver directamente sus culturas culinarias ya que cocinan en la cocina compartida y siempre se hacen fiestas por un motivo u otro.
Otra cosa buena del campus es que tiene la Mensa (comedor comunitario) cerca. Lo malo es que cierra muy temprano: 20:30 hs. Hay tanto para almorzar como para cenar. La comida suele ser siempre parecida, lo que hizo que al final de mi estadía no tuviera más ganas de ir a comer a la Mensa. Hay dos noches en la semana en la que hacen pizzas. Esa noche suele ser muy buena ya que varios del campus vamos a comer allá y nos encontramos todos en la Mensa. Lo bueno tambien de la Mensa es que si no hay comida vegetariana, te ponen exclusivamente en tu plato salsa sin carne en la pasta. Es decir que te consideran tus gustos alimenticios.