Excursión en barco a Sapanca y descubrimiento de Las Islas Príncipe

Durante mi estancia en Turquía, he podido descubrir que Estambul es una soberbia capital con diferentes monumentos históricos majestuosos, parques reverdecidos y una naturaleza mágica, el gran Puente del Bósforo divide la ciudad en dos, la costa europea y la costa asiática. pero también Turquía alberga más sorpresas y parajes escondidos indispensables para ser descubiertos. Por eso nosotros hemos decidido descubrir por completo una faceta oculta de Turquía y de partir a la aventura a Sapanca, una ciudad cercana a la capital, aproximadamente a 100 kilómetros, que se puede recorrer en coche o en autobús según la agencia de viajes que hayamos contratado. Así que nos hemos decidido a descubrir esta zona un poco alejada de la capital y a participar en las actividades de ocio que esta ciudad ofrece. Primero nos hemos dirigido a un punto de encuentro y hemos cogido el autobús a primera hora de la mañana para llegar a nuestro destino con tiempo para descubrir todos los monumentos interesantes de la ciudad.

Cómo llegar a Sapanca

Lo primero que hay que saber es que hay muchas forma de llegar a Sapanca si utilizamos el transporte público, en efecto, también podemos llegar a una ciudad intermedia entre Estambul y Sapanca que se llama Bursa. Esta ciudad es conocida por sus paisajes que cortan el aliento. Para llegar aquí es necesario, primero, coger o bien un barco por 25 liras o bien el autobús por un trayecto más corto, también por 25 liras, también podemos coger el autobús número 94 que nos deja directamente en el teleférico para dar un paseo por el cielo. A continuación, con el minibus podemos llegar a Yalova por tan sólo 15 liras turcas, y ni siquiera se necesita tener disponer de una tarjeta para el minibús porque podemos pagar en efectivo. Se trata de una estación intermedia que también podemos visitar durante nuestro trayecto. Por último, también podemos utilizar el minibús para llegar a Sapanca por 25 liras y descubrir la belleza de los paisajes naturales, hasta donde alcanza la vista, que la ciudad ofrece a sus visitantes.

Sapanca, la isla maravillosa

A lo largo del viaje hemos podido observar la naturaleza densa de Turquía, una vegetación muy importante con suelos bien nutridos e hidratados que permiten a los árboles de todo tipo extenderse por toda la región, también las granjas, hasta donde llega la vista, que constituyen uno de los principales ingresos de la economía del país. El ambiente era festivo y podíamos cantar, bailar, descubrir las canciones turcas diferidas por la radio local, también hemos conocido algunos turcos en el autobús y hemos hablado sobre todo lo relativo a las tradiciones, el patrimonio histórico así como las diferentes actividades de ocio de la ciudad. Al llegar, aproximadamente una hora y media más tarde, hemos encontrado un paisaje verdaderamente magnífico, cauces muy claros que se deslizan por las fuentes naturales, saltos de agua magníficos que descienden por las montañas, viajes en barco que se ofrecen por una media hora o una hora, a elegir, por 12 liras turcas, para apreciar todavía más la soberbia naturaleza de esta región montañosa y rocosa.

Primero hemos podido disfrutar con un desayuno en la terraza de un pequeño maravilloso local, con una vista inexpugnable sobre el río y sus alrededores. La belleza del paisaje era tal que todo el mundo ha comenzado a tomar fotos para inmortalizar este momento magnífico. Los rayos del sol han aclarado aún más la soberbia ciudad, y los saltos de agua entre las rocas montañosas, que podíamos oír desde nuestros asientos. El pequeño desayuno turco era muy copioso, constituído por café, huevos, queso, salchichón, pero también algunas especialidades locales como la miel de abejas, jugosas mermeladas con sabor a pera y naranja, los pequeños dulces locales llamados delicias turcas y los pequeños pasteles turcos que tienen un sabor único.

Virtudes terapéuticas

Sapanca también es conocida por sus aguas termales que se destinan principalmente a la cura y terapia de diversas enfermedades reumáticas, así que podemos acudir para bañarnos en las piscinas naturales y terapéuticas. Hay un parque natural constituído de pequeños puentes de madera que unen las diferentes partes del parque con la ribera, también hay pequeñas casetas muy coloridas, de madera, al borde de la ribera desde donde la gente puede disfrutar de vista magnífica. También hay un club de equitación para las personas a las que les gusta este deporte, por supuesto que me han entrado ganas de dar una vuelta en poni, un pequeño caballo de pelaje dorado y marrón que refleja los rayos del sol. También estábamos interesados en un viaje en barco y la visita de los diferentes saltos de agua que se deslizan desde una fuente de agua mineral natural, la excursión ha sido soberbia de verdad y hemos podido disfrutar de estos saltos de agua mientras nos paseábamos por la rivera. También hay otros barcos que hacen el paseo del lago de Sapanca pasando por el otro lado, para contemplar la naturaleza reverdecida y los magníficos paisajes. También existen pequeñas cabañas para la relajación en plena naturaleza verde. Para los amantes de las emociones fuertes también se pueden realizar paseos en 'quad', pasando por la ciudad de Maşukiye en plena naturaleza verde.

Las Islas Príncipe

Las Islas Príncipe son un maravilloso distrito cercano a Estambul, la capital, y las podemos visitar principalmente con un ferry o un barco que nos transporta a las islas por 25 liras turcas. Los paisajes de estas islas son resplandecientes y varias flores decoran el archipiélago con un bosque denso y verdecido, la gente acude aquí principalmente para relajarse y se las puede considerar como un auténtico nido para los turistas extranjeros que llegan del mundo entero para disfrutar con esta magnífica naturaleza. Las islas se llaman 'Adalar' en turco, se hallan en el mar de Mármara, los turcos normalmente pasan aquí sus vacaciones para renacer y aprovechar la naturaleza y los excepcionales paisajes que ofrece. Sobre todo durante el fín de semana estas islas están abarrotadas, por eso es mejor acudir los días de diario. Lo más extraño es lo diferentes que son las islas entre sí, debido a las diferentes comunidades religiosas que las habitan. Sin embargo la actividad más sorprendente en estas islas consiste en poder bañarse en las misteriosas calas escondidas del mar de Mármara. Otra característica de estas islas es que los coches están prohibidos, por eso hay que desplazarse en calesas, llamadas 'Fayton', que son una especie de taxis que se desplazan a lo largo y ancho de las islas. Para moverse entre las distintas islas hay que coger el ferry que para en todas las islas principales. También podemos encontrar muchos monumentos, como por ejemplo el monasterio griego ortodoxo que puede ser visitado en la cima del distrito y ofrece una vista magnífica desde lo alto sobre todo el paisaje.

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