Piso la nieve por primera vez en Bakuriani

¡Hola, amigos! Siempre me lo paso bien escribiendo por aquí, y esta vez voy a compartir con vosotros la primera vez que vi la nieve en un conocido sitio de Georgia llamado Bakuriani. Este es un viaje el cual nunca olvidaré, ya que fue la primera vez que vi una región totalmente congelada.

Salida

Era invierno en Georgia y la universidad había preparado un viaje de invierno a este lugar, así que mis amigos y yo nos inscribimos en la lista. Nos registramos una semana antes del día de partida, por lo que cuando pasó una semana ya era el día del viaje. Nos reunimos todos en la universidad donde un autobús nos estaba esperando. Como estábamos tan emocionados, llegamos un poco antes de la hora mencionada y tuvimos que estar esperando otra hora a que llegaran el resto de personas. Había dos autobuses llenos de estudiantes para este viaje, y empezamos el trayecto desde Tiflis a las 9 de la mañana. El bus en el que viajábamos era de dos pisos y tenía unos asientos muy cómodos. Después de atravesar la ciudad, el conductor puso la música y algunos de mis amigos empezaron a bailar en el autobús. Estábamos tan entusiasmados que solo pensábamos en armar jaleo y bailar en el bus. Sabíamos que el trayecto iba a ser largo, por lo que habíamos traído bebidas, galletas, bombones, agua y algunas cartas para jugar y divertirnos durante el viaje. También llevábamos cosas esenciales como un par adicional de calcetines por si los que llevábamos puestos se mojaban, gorros, bufandas, jerséis y guantes. Personalmente, llené mi móvil de mis canciones favoritas para escucharlas por el camino.

Llegada

Tras una hora, ya estábamos en la autopista fuera de Tiflis de camino a Bakuriani. Incluso los paisajes por los que cruzamos de camino a Bakuriani eran preciosos. Pudimos ver las tierras de las granjas cubiertas de nieve, un río precioso con un puente bien estrecho, unas vías del tren por donde un tren avanzaba lentamente con una montaña cubierta de hielo de fondo, etc. Tardamos unas cuantas horas en llegar a Bakuriani. Si no recuerdo mal, tardamos 4 horas. Supimos que estábamos cerca de nuestro destino a medida que los paisajes iban cambiando a la vez que nos acercábamos a Bakuriani. Pudimos ver profundos valles, largos ríos congelados, una gran capa de nieve cubriendo las montañas y árboles y colinas cubiertas de nieve. Era como si la región entera estuviera pintada de blanco con la nieve. La carretera era extremadamente peligrosa y asustaba, tenía demasiadas curvas cerradas. Viajar en el piso de arriba de un autobús de dos plantas daba mucho miedo. Cuando mirábamos por la ventana, parecía que el autobús ocupaba toda la carretera y nos preguntábamos que pasaría si de repente viniera algún coche en dirección contraria. Después de este mal rato, finalmente llegamos a Bakuriani y pisamos por primera vez el suelo de una montaña nevada.

Breve descripción del lugar

Bakuriani es un conocido complejo hotelero de esquí a una distancia de 30 kilómetros desde Borjomi. Se dice que la famosa ciudad de Bakuriani fue situada en el pasado sobre la lava solidificada del volcán Mukheri. Como éramos mucha gente, alquilamos autobuses desde Tiflis, pero si estás planeando un viaje con poca gente puedes venir en camioneta o como los llaman los locales, en "mashruthka" (supongo que esta palabra ya te resultará familiar) desde las diferentes estaciones de autobús de Tiflis o de otras ciudades importantes como Kutaisi, Gori, Batumi, etc. En Tiflis, puedes coger estas camionetas o mashrutkas desde la estación de bus de Orthachala, de Dibude o de Vuzkali. Hay incluso líneas de tren disponibles a un precio de 20 laris aproximadamente desde Tiflis. Hay una pequeña línea de trenes que te lleva desde Borjomi a Bakuriani. Este lugar es un famoso complejo hotelero de esquí en Georgia y yo no tenía ni idea de como caminar sobre la nieve. Como llevaba unas botas pesadas, me daban cierta estabilidad para permanecer en el suelo. Los buses se pararon en un punto desde donde teníamos que explorar por nuestra cuenta la pequeña región. El clima de Bakuriani es húmedo, y puede variar entre un clima marítimo y otro continental. Durante el invierno, las temperaturas caen a diez grados bajo cero e incluso más por debajo. Durante el verano la temperatura es de quince grados y hace un tiempo templado. Algunos deportistas importantes como Kumaritashivili y Abramashivili estuvieron viviendo en Bakuriani; el lugar también tiene un jardín botánico que pertenece a la Academia de Ciencias de Georgia. Desgraciadamente, no tuvimos la oportunidad de visitar el jardín botánico a pesar de estar en Bakuriani.

Mi estancia en Bakuriani

Empezamos a subir la colina a través de una carretera. En algunos lados de la carretera había un nivel de nieve tan alto que me llegaba hasta los muslos. Algunos de mis amigos empezaron a empujarse los unos a los otros encima de la nieve y a hacer una guerra de bolas de nieve. Nos lo estábamos pasando realmente bien a la vez que subíamos lentamente la colina. Nos paramos en un lugar donde había un montón de tiendas de esquí. La gente de Georgia que viene aquí a esquiar probablemente ya traiga su propio equipo de esquí desde casa. El precio de alquiler por esos equipos eran de 5 laris, y cada vez que lo tuvieran que usar había que pagar unos 0, 50 laris adicionales. Había un funicular que llevaba a la gente hacia arriba y abajo de la montaña.

En Bakuriani se esquía en una montaña llamada "Kohta" y tiene una altitud de 2200 metros por encima del nivel del mar. Tuvimos que comprar un ticket para subir al funicular que costaba 3 o 5 laris. No teníamos ni idea de esquiar, de hecho, no sabíamos ni como mantenernos de pie en las botas de esquí. Compramos los tickets y nos subimos en el funicular desde donde disfrutamos de unas magníficas vistas de Bakuriani. El funicular era cómodo y estaba bien mantenido; nos movíamos lentamente y finalmente alcanzamos el punto central de la montaña. Cuando nos bajamos del funicular nos dimos cuenta de que el tiempo estaba extremadamente ventoso. No podíamos ni abrir los ojos. En este lugar, había un restaurante donde ofrecían bebidas calientes y comida. Comimos algo de comida georgiana y ganamos la energía que habíamos perdido. Después de comer, fuimos a un balcón del hotel bajo el cual había una caída masiva de 70 metros de altura. Nos tuvimos que mover lentamente y con cuidado para hacernos una foto allí porque el suelo estaba muy resbaladizo. Salimos del hotel y dimos una vuelta por los alrededores del lugar admirando la nieve.

Desde allí, había otro funicular que te subía a la cima de la montaña. Algunos de mis amigos querían ir andando a la cima pero pensamos que era terriblemente arriesgado ya que ni siquiera podíamos ver la cima desde donde estábamos en ese momento; la niebla cubría el lugar haciéndolo invisible. Tuvimos que comprar otro ticket para este segundo funicular; tras lo que nos montamos encima y subimos a la cima de la montaña. Había unas vistas increíbles. El viento que hacía casi nos lleva volando, no podíamos mantener los pies en el suelo. Tras unos minutos nos quedamos sin energía y no podíamos luchar contra el viento. Había gente que iba esquiando camino abajo desde la cima. Eran increíbles; se deslizaban sobre la nieve, algunos hacían incluso alguna pirueta mientras esquiaban. También había una instalación disponible para helicópteros en Bakuriani. Si pagas, te llevan en helicóptero al sitio desde donde quieras bajar esquiando. De vez en cuando escuchábamos las hélices del helicóptero.

Entonces, empezó a nevar y el lugar se cubrió de niebla; no podíamos ver nada. Nos volvimos a subir en el funicular y fuimos hacia abajo. El funicular se paró en medio de la montaña desde donde teníamos que coger el segundo funicular para ir a abajo del todo. Había algunos guardas y el equipo de primeros auxilios que vigilaban a la gente que estaba esquiando. Una vez de vuelta a abajo, pudimos ver de nuevo las pistas pequeñas para principiantes puestas en pequeñas colinas. Había incluso instructores que enseñaban a la gente por 5 laris. Algunos de mis amigos alquilaron un equipo de esquí e intentaron aprender a esquiar. Al principio no se podían ni mantener de pie, pero al final ya se las arreglaban para no caerse, aunque no aprendieron a esquiar. Había un cable con varios tubos que llevaba a los esquiadores desde abajo a la cima de la pista de esquí. Mis amigos se cayeron un montón de veces intentando ir cuesta arriba y mucha gente les ayudó llevándoles a arriba de la pista de esquí. Después de una hora, se cansaron de esquiar. Dimos un paseo por la zona y vimos unos cuantos trineos y motos de nieve. Un trayecto en moto de nieve costaba 5 laris. Me interesaba mucho, así que tras negociarlo un poco con él se lo pagué. Nunca había experimentado llevar una moto de nieve sobre la nieve y me pareció algo muy divertido. Aún puedo percibir la sensación de montar en moto de nieve. También dimos una vuelta en trineo, y fue una experiencia diferente a la de ir en una carretilla normal. Algunos de mis amigos empezaron a hacer un muñeco de nieve. Tuvimos que juntar un montón de nieve y después de una hora, nuestro muñeco de nieve estaba listo; llevaba una bufanda y un gorro. Nos hicimos unas cuantas fotos con él y para entonces, el día ya estaba a punto de terminar.

Fin del viaje y vuelta a casa

Un largo día de diversión y disfrute llegó a su fin, y por la tarde tuvimos que subir de vuelta a los autobuses y volver a casa. Todos estábamos mojados ya que la nieve se había derretido sobre nosotros; incluso teníamos los pies mojados. Por suerte llevábamos ese par de calcetines adicional y ¡nos salvó de tener los pies de trinchera! Nos costó un poco volver a un estado normal y dejar de tiritar. Después de que todo el mundo llegara a los autobuses, nos despedimos de Bakuriani y pusimos rumbo a casa. El viaje de vuelta no fue tan emocionante como lo fue esa misma mañana. Todos estábamos muy cansados y caímos en un sueño profundo mientras íbamos de camino a casa. Pensamos que la próxima vez que fuéramos a Bakuriani teníamos que estar durante una semana y pasarlo en grande de verdad. El autobús fue aproximándose lentamente hasta Tiflis y llegamos a casa sobre las 10:30 de la noche. Estábamos demasiado cansados para andar incluso desde la carretera principal hasta casa, pero finalmente lo hicimos. Me he llevado una experiencia maravillosa con mis amigos en Bakuriani y no la podré borrar de mi mente. Si alguna vez tienes la oportunidad de ir a Tiflis, tienes que ir a Bakuriani. Gracias por leerme pacientemente, y seguid sonriendo hasta que escriba mi próximo artículo. ¡Saludos!