Preparativos para la graduación. Día 1
Introducción
Mi hermana acaba de volver estudiar en Alemania y se suponía que se iba a graduar en Georgia, pero como se fue a Alemania, ya no estudia aquí. Sin embargo, su año en Alemania se acabó, hizo todos los exámenes y volvió a casa porque sus compañeros de Georgia se graduaban e iban a celebrar una graduación y claro, ella también quería ir. Así que tenían que decidir muchas cosas sobre el tema, ya sabéis cómo va.
Desde el principio, dijeron que querían que fuera en julio, después de los exámenes, cuando tuvieran tiempo. Además, uno de sus compañeros estaría en Georgia y podría ir también y sería genial. Pero entonces se dieron cuenta de que para julio quedaba mucho y que igual ya no tendrían tiempo para una graduación, por lo que decidieron hacerlo igual que todas las clases: a mediados o finales de junio. Primero iba a ser el 16 de junio, pero luego decidieron que sería el 20 de junio en un restaurante en Tiflis. Fue una decisión que muchos no esperaban, así que ahora tenían que correr para buscar un vestido o un traje e ir de compras. Las chicas sobre todo necesitan unos días de compras para encontrar el vestido y los tacones.
Comprando una camiseta blanca
Al principio, mi hermana decidió que se pondría un vestido largo rojo y lo estuvo buscando por todas partes. El primer día fuimos a Station Square, ya que hay un mercado llamado Pasaji con muchas tiendas de ropa, zapatos y cosas así. Además, mi hermana quería una camiseta blanca para pintar o estampar algo y que se la firmaran sus compañeros el último día de clase.
Así que lo primero que hicimos fue ir a buscar una camiseta blanca perfecta en la que pudiera escribir y pintar lo que quisiera. No fue una tarea sencilla, pero pudimos hacerlo y pronto dimos con una camiseta que le gustó y la compramos.
Después paramos en otras tiendas y estuvimos mirando vaqueros. Sabía que se quería comprar unos nuevos, por lo que fuimos a buscar vaqueros, pero no eran de su estilo. Es decir, no iba buscando nada en concreto y algunos eran muy bonitos, pero no eran su estilo y se notaba cuando se los probaba, por tanto, seguimos buscando. Yo quería una chaqueta vaquera para mí, pero cuando las vi, me di cuenta de que eso no era lo que quería, así que no compré ninguna. Sin embargo, fuimos a una tienda de vaqueros que tenía un montón y mi hermana se probó algunos. He de decir que ese día hacía mucho calor dentro y fuera de la tienda y suele hacer más calor cuando te pones y quitas ropa, así que mi hermana estaba asada, pero no podía hacer nada al respecto. Se probó algunos que le quedaban bien, aunque al principio ella decía que no, pero al final vio que eran bonitos y los compró.
Probándose vestidos
Era hora de buscar vestidos. Esperábamos que en Pasaji hubieran vestidos bonitos, ya que tienen muchas cosas y la gente encuentra ropa guay allí, así que ¿por qué no vestidos? Nos pusimos a buscar vestidos largos de graduación, preferiblemente rojos, pero nos valía cualquier color.
Tenían algunos vestidos largos rojos. Mi hermana se probó uno. Ella está muy delgada y ese vestido le quedaba bien, pero no era de su talla, le estaba grande y no lo tenían de su talla. No es que fuéramos a comprarlo ya, pero aun así... Tenían el vestido en otros colores, como negro, rosa claro y un rojo anaranjado. Lo vimos en otra tienda con una dependienta que debía tener un mal día porque cuando le preguntamos si lo tenía en ese color de la talla de mi hermana, dijo un «no» que te quitaba las ganas de preguntarle nada más.
Luego fuimos a otras tiendas y la verdad es que no había tantos vestidos como yo imaginaba. Hasta nos dijeron que como las graduaciones ya habían terminado, no tenían tantos vestidos. Eso fue raro porque recuerdo que mi graduación fue a principios de julio, así que no sé por qué se iban a terminar en mayo o, al menos, no seguir un poco más entrado junio.
No solo había vestidos largos, también cortos. Había incluso más que largos. También había vestidos más informales que no parecían de graduación, sino para reuniones o ferias del libro, y luego había vestidos que parecían de boda y de cuento de hadas. Había más gente paseando y buscando vestidos, algunos con su hermana o lo que fuera y otros con toda la familia, con sus madres, abuelas, tías y toda la familia. Me parece ridículo. Hay demasiadas ideas y opiniones, no puedes decidir nada con tanta gente a tu alrededor y al final tienes que ir de compras tú sola otro día para decidir qué quieres llevar y qué quieres comprar. Como tienes tanta gente a tu alrededor, es difícil decidir cualquier cosa del vestido o de lo que tengas que comprar porque cada persona te dice lo que hacer y lo que les gusta y lo que no y se ponen a buscar otros vestidos y a enseñártelos y todo es caótico y un lío, no sabes qué hacer ni a quién responder y es una locura. Pensaréis que esto no pasa casi nunca, pero os equivocáis, amigos. No sé en otros países, pero creedme que en Georgia es así. Lo he visto y he pasado por ello, sé de lo que os hablo. Es así. En muchos casos, la chica compra algo, como un vestido o zapatos, no porque lo quiera, sino porque otros le han dicho que les gustaba y al final la chica no quiere comprar nada pero acaba llevándose algo solo para que se callen y la dejen tranquila. La verdad es que es así, sin duda.
Buscando tacones
Después de mirar vestidos y hacernos una idea de lo que podía ser su vestido de graduación, fuimos a mirar zapatos y a ver si podía andar con tacones o si necesitaba llevar zapatos planos o plataformas o lo que fuera. También tenía que decidir el color, el estilo y todo eso, claro.
Primero fuimos a una tienda con un montón de tacones, dimos una vuelta y pensamos si nos gustaban o no. Después vimos al dependiente, que llegó fumándose un cigarro y haciéndonos preguntas, lo que fue tan molesto que casi salgo pitando de allí. Estaba tan seguro de todo lo que decía que parecía que llevaba toda su vida poniéndose zapatos de tacón y que no había nada que no supiera sobre andar con ellos y todo eso. Era muy molesto. Odio a ese tipo de vendedores. No se callan ni aunque no los estés escuchando y solo puedas pensar en irte, solo hablan y hablan. Este tío estaba haciendo justo eso y encima, fumaba como si llevara una semana sin fumar o algo.
Luego fuimos a otra tienda y a mi hermana le gustaron un par de tacones. Como no servía de nada solo mirarlos, le dije que se los probara y que viera si podía andar con ellos. Así que se los probó. Dijo que eran cómodos y podía andar con normalidad. Debo decir que nunca había llevado tacones, alguna vez se había probado los míos o los de mi madre, pero no los había llevado en ninguna ocasión. Pero ahora llevaba esos, estaba caminando con ellos y no se los quería quitar, pero claro, no íbamos a comprar zapatos sin tener primero el vestido, así que se los quitó.
Ya era por la tarde y estábamos cansadas, así que decidimos que por un día ya era suficiente y que nos podíamos ir a casa. De camino podríamos ver algunas tiendas que nos pillaban de paso y que podrían tener más cosas.
Yo quería ir a casa de una amiga cuyo cumpleaños era al día siguiente y le había comprado un regalo. Sabía que al día siguiente no estaría en casa, así que quería darle mi regalo ya. Resultó que estaba en casa, así que fui a verla solo un rato, ya que me quería ir temprano a casa. Mi hermana y yo fuimos a su casa. Le gustó mucho su regalo y a mí también, ya que lo había comprado hacía algún tiempo y tenía ganas de dárselo. De repente, otra amiga llegó con una pequeña tarta con velas encendidas cantando «feliz cumpleaños» y fue muy guay. Estuvo muy bien. Menuda coincidencia. Estaba muy feliz de vernos, y nosotras a ella. Hablamos de todo un poco y cuando mi amiga se fue, nos fuimos nosotras también.
De camino a casa, nos dio hambre y a mi hermana se le antojó comer helado de McDonald's. No sé qué le ven a ese helado. A mí no me gusta. Quizás es porque no me gusta el helado de vainilla, el que es blanco. Prefiero el helado de chocolate o de otra cosa. Pero claro, supongo que es porque el chocolate me gusta como sea. A mí también me apetecía helado, así que sugerí ir a Luca Polare. Tienen helados muy ricos y la variedad no es para volverse loco, pero están buenos. Al principio estuvo de acuerdo, pero luego se empeñó en ir a McDonald's y acordamos que iríamos después de ver qué helados había en Luca Polare. Así al menos podría comprar mi helado y luego ir a McDonald's, pero al final ambas decidimos que lo mejor era irnos a casa y comer allí. Además, en casa teníamos helado de chocolate y vainilla.
De camino, paramos en la tienda en la que suelo comprar vaqueros. Quería comprarme unos para este verano. Me probé algunos. Y aunque pensé que compraría los que me gustaran, como a mi hermana no le gustaron, no me dejó comprarlos. Me probé un montón más y al final di con unos que eran muy estrechos, pero mi hermana dijo que le gustaba y supongo que me quedaban bien, así que acabamos comprando esos.
Después volvimos a casa y nos probamos todo lo que habíamos comprado. Estábamos muy contentas con nuestras compras.
Galería de fotos
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- English: Prom preparation. Day 1
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