¡Día de la graduación!

¡Día de la graduación!

Introducción

La graduación iba a ser el 20 de junio, que caía lunes, lo que a mí me chocaba un poco, pero supongo que era el día que el restaurante estaba disponible y pudieron reservar. De hecho, fue la madre de una compañera de mi hermana la que se encargó de todo. La verdad, habían muchas opciones para celebrar la graduación y muchos restaurantes entre los que elegir, pero escogieron ese. No sé si fue buena idea o no, no sé si los otros restaurantes eran mejores, ya que no he ido a ninguno de ellos. No soy muy fan de los restaurantes. Pero supongo que no fue una mala elección.

Había más cosas que tenían que planear. Ya tenían cosas pensadas, pero las fueron cambiando a lo largo del día y hasta de camino al restaurante, por lo que no sabían qué iban a hacer exactamente.

Mi hermana también tenía cosas que hacer hasta el momento de reunirse con los demás. Tenía cita en la peluquería, tenía que vestirse y todo eso. Igual que mi madre. Yo tenía clase en la clínica y pensé que no podría verlas. Todo dependía de los profesores y de la hora a la que terminaran, pero pensaba que terminaría tarde y luego tenía clase de alemán, así que tenía una mañana y una tarde muy ocupadas. Sería una pena no poder ver a mi hermana y a mi madre hasta que se fueran.

Y otra cosa: hacía mucho sol y mucho calor, nadie quería estar en la calle de Tiflis esa tarde. Es lo peor del verano, ir por la calle es insoportable, sobre todo cuando tienes cosas que hacer y no estás solo pasando el rato.

Maquillaje

Fui a mis clases y sorprendentemente, terminaron a tiempo, puede que incluso antes, así que pude ir a la peluquería en la que estaba mi hermana. No sabía qué peinado había elegido porque había visto varias opciones, pero no sabía cuál era la definitiva. Tardé unos 40 minutos en ir de Sanzona a Vake, ya que la peluquería estaba en Vake, en Chavchavadze Avenue, y llegar llevaba su tiempo. He de decir que llegué justo a tiempo. Solo llevaban allí un par de minutos. Cuando llegué, mi hermana llevaba extensiones. No sabía que iba a ponerse. Lo mencionaron, pero no quiso, por lo que me sorprendió que al final accediera, aunque supongo que era buena idea. La peluquera se las acababa de poner y ahora tenía que peinarlas. Me dijeron que mi tío estaba esperando por allí para poder llevarlas a casa a que se vistieran y se prepararan porque, como ya os he dicho, se tardaba en llegar a la peluquería, y en el coche de mi tío llegarían antes y todo iría bien. Quería ver a mi tío mientras esperaba para ir a clase de alemán y lo llamé, pero supongo que debería haberlo hecho antes porque solo me quedaban un par de minutos antes de tener que irme para llegar a tiempo a clase y me dijo que no podía aparcar por allí, que estaba algo más lejos. Si fuera hasta allá, tendría que volver a la estación de bus y llegaría tarde, así que me quedé en la peluquería viendo lo que hacían y luego me fui a clase de alemán con la esperanza de que cuando llegara a casa, mi hermana y mi madre siguieran allí.

Preparándose

Después de la clase, fui directa a casa y por suerte aún no se habían ido. De hecho, iban a tardar en irse porque los compañeros de mi hermana aún no habían aparecido. Mi hermana estaba guapísima y mi madre estaba a medio prepararse. Al menos le aconsejé qué zapatos ponerse. Luego le hice unas fotos a mi hermana que no salieron como yo quería, pero al menos estaba preciosa con el vestido azul, las joyas, el maquillaje y todo eso.

Después, sus compañeros le dijeron por fin de verse en un sitio cercano y se fueron con mi hermano en su coche. Al parecer, iban al parque Mtatsminda a hacerse fotos y luego volverían a la ciudad para ir al restaurante. Ese era el plan. Tenían la reserva del restaurante a las 19:00, ¡pero al parecer no iban a llegar por lo menos en una hora!

¡Día de la graduación!

Buscando el restaurante

Mientras llegaban al restaurante, mi padre llegó del trabajo y como no había visto a mi hermana toda arreglada y quería verla, decidimos ir al restaurante y esperar a que llegaran para que mi padre pudiera ver a mi madre y todo eso. Sin embargo, no sabíamos dónde estaba el restaurante. Solo sabíamos que estaba en algún lugar de Dighomi.

Así que fuimos de Tiflis a Dighomi y por el camino llevaba Google Maps en el teléfono para buscar el restaurante. Me mostró un lugar y como me fiaba de la app, le dije a mi padre dónde estaba, estábamos bastante seguros de que lo encontraríamos. ¡Al menos yo sí estaba segura! Sin embargo, al llegar a Dighomi, nos metimos a Aghmashenebeli Alley y encontramos un montón de sitios, pero ninguno tenía un cartel o algo con el nombre del restaurante. Mientras buscábamos, nos dio hambre y fuimos a Smart Supermarket. Tienen comidas preparadas muy buenas de las que ya he hablado en este blog. Compramos cosas como filetes de salmón y pollo al estilo mexicano y pensamos que mientras comíamos, mi hermana y sus compañeros estarían haciéndose fotos en el parque Mtatsminda y que los encontraríamos. Así que lo que podíamos hacer era buscar el restaurante y esperar allí. Pero resultó que no era tan sencillo.

La verdad es que fuimos en círculos dos o tres veces y esta Aghmashenebeli Alley no es una carretera pequeña precisamente. Fue agotador y un rollo porque no encontrábamos nada, solo íbamos por la carretera. Las llamamos y les preguntamos un montón de veces dónde estaba el restaurante. Mi madre nos dijo cosas que no terminamos de pillar y decidimos que igual lo mejor era volver al principio de la carretera y empezar desde allí. Fue una idea genial porque el restaurante estaba al principio, así que lo encontramos, aparcamos y esperamos allí a que llegaran. Cuando llegamos estaban de camino, así que todavía les quedaba un rato.

Pronto llegaron los profesores de mi hermana. Ellos no fueron al parque Mtatsminda, sino directamente al restaurante, por lo que no sabían cuándo llegarían los estudiantes. Me alegró mucho verles porque solían darme clase y llevaba años sin verles. Hablamos un rato, les conté que estoy estudiando Medicina en la universidad y que me quedan dos años para terminar y luego más años, claro. Mientras, estábamos esperando que llegaran. Llamé a mi madre y dijo que ya estaban en Dighomi y que en nada estarían en el restaurante.

¡Día de la graduación!

Llegando al restaurante

El primer coche que llegó fue el de mi hermano, claro, ¡quién iba a llegar antes que él! En el coche iban mi hermano, mi hermana y mi madre. Se reunieron con los profesores y se hicieron fotos. Los profesores alucinaron con mi hermana porque llevaban mucho tiempo sin verla por su año estudiando en Alemania y estuvieron hablando mucho tiempo.

Por fin llegaron los demás, también en coche. Los conductores eran sus hermanos o amigos o alguien mayor que ellos. Estaban todos muy contentos, bromeando, haciendo fotos y hablando con los profesores. Pronto llegaron los padre porque en Georgia no hay graduación sin padres. Todos los padres iban arregladísimos.

Había un tío merodeando y pidiendo dinero. Seguramente nos vio tan arreglados que pensó que llevábamos dinero encima y le podríamos ayudar. Iba por ahí diciendo cosas bastante molestas, hasta le besó un hombro a un chico. Fue muy raro. Por suerte, no hizo nada más, solo dar vueltas por allí. Pronto llegó el fotógrafo y un tío con una cámara de vídeo y todos se pusieron en posiciones para empezar la ceremonia con las cámaras grabando.

Primero entraron los padres con música de fondo, luego, los profesores y luego, los graduados. Iban en parejas, pero como habían unos 12 chicos y 5 chicas, cada chica llevaba dos parejas. Así mejor, supongo. Entraron al restaurante también. Les pusieron una alfombra roja y la verdad es que fue una entrada genial.

No sé qué pasó dentro del restaurante porque nos fuimos y se quedaron mi hermana y mi madre, así que no tengo muchos detalles de lo que sucedió luego, pero imagino que todos estaban contentos con la situación y todo eso. Aunque decían que el menú no era muy variado y que algunas cosas se podrían haber hecho de otra manera. Pero bueno, todo tiene sus fallos, aunque no creo que eso fuera un fallo demasiado importante. Al menos lo pasaron bien y eso es lo que importa. Al final todo esto serán solo recuerdos y los que permanecen son los buenos recuerdos (o igual los malos recuerdos cuentan también).

¡Día de la graduación!


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