Ciudad portuaria de Tarragona

Mientras realizaba mis primeras prácticas, he viajado por toda España. Una vez, mis amigos me llevaron a una ciudad increíble, Tarragona. Mi amiga polaca me recomendó ir allí, ya que ella había ido un par de veces antes de sus prácticas. Solo decía halagos de la ciudad.

Tarragona es una ciudad pequeña con un gran puerto y un vasto desarrollo económico. Es la capital de la provincia de Tarragona. Además, se trata de un lugar cultural e histórico que encaja a la perfección.

Tarragona es una ciudad histórica. Se fundó en el siglo V a. C. por los íberos, una tribu de orígenes romanos y griegos. Después, en tiempos romanos alcanzó el estatus de ciudad gracias a su puerto y a a cantidad de inmigrantes que llegaron del este y del norte. Solo las dinastías visigoda y aragonesa se establecieron como civilización allí. Tiempo después, la ciudad empezó a crecer a gran velocidad.

Volviendo al tema, llegamos a Tarragona por la mañana. Nada más salir de la estación de autobuses, comenzamos a pasear por la encantadora ciudad. No quisimos gastar dinero en autobuses, es mejor ver todo mientras paseas. Además, nuestra amiga polaca hacía de guía y nos contaba dónde ir y qué ver. Al salir de la estación de autobuses nos encontramos con una estatua muy interesante. Esta se llama Monument als Castellers. Por lo que sé, esta estatua es un símbolo nacional para Cataluña, que representa la libertad de las naciones. Es una torre humana que busca tocar el cielo.

Seguimos caminando hasta que llegamos a una de las calles turísticas principales, Rambla Vella. Rápidamente llegamos al barrio de la ciudad lleno de calles interesantes y pintadas de arte callejero. Tiene unas vistas extraordinarias, y parece que una casa se construye sobre otra. Cerca de ese barrio se encuentran los organismos municipales que gobiernan Tarragona.

Creo que Tarragona tiene las pinturas de arte callejero más interesantes de España. En la siguiente foto se puede entender como una representación del estilo de vida catalán en la Edad Moderna.

Tras ver estas pinturas, seguimos andando por calles distintas hasta que llegamos a la grandiosa Catedral de Tarragona. Se trata de una iglesia católica romana de arquitectura mitad románica mitad gótica. El arquitecto combinó ambos estilos para darle un aspecto impactante. En la segunda imagen, podéis apreciar de cerca la perfección de su construcción.

Después de visitar estos lugares tan increíbles, paramos en una cafetería que nuestra amiga polaca sugirió para hacer un descanso. El sitio se llama Cafe Restaurant La Cantonada. Es un buen lugar con una atmósfera relajada y espléndida. Picamos algo allí y volvimos a Cambrils.

Finalmente, tengo que decir que Tarragona es una gran ciudad portuaria, además de positiva. Me gustan sus monumentos, edificios, iglesias y calles. También me impresionó mucho las pinturas callejeras de arte refinado. Siendo honesto, he visitado Tarragona otras diez veces tras la primera. En las siguientes hemos ido de compras. Me alegro de que nuestra amiga polaca nos recomendara la ciudad. También fue interesante ver como está creciendo el comercio en allí. De todas maneras, me encantaría volver a Tarragona una vez más.