Crónicas de Escandinavia (día 4): invernaderos, lagos y la mejor sopa de pescado del mundo

¡Hola! Te doy la bienvenida al cuarto artículo de mi diario "Crónicas de Escandinavia". Si esto es nuevo para ti, echa un vistazo a los artículos anteriores sobre este viaje (todos disponibles en mi perfil). De lo contrario, busca un lugar cómodo y relájate para que te cuente las aventuras de hoy.

En el artículo de ayer expliqué que hoy estábamos planeando un día relajado, pero resulta que no podemos parar quietos. Comenzando con un paseo por el jardín botánico en Lund y después, nadando en el lago cercano de Höör, nos acabó saliendo bien la jugada y no puedo esperar más para contarla. Sin más dilación, me dispongo a volver a mi antiguo yo.

14:15

¡Buenas tardes! (¿o debería decir "god eftermiddag"?) desde la cafetería Love Coffee en el centro de Lund. Paramos para tomar un café después de comer antes de coger el coche para ir hasta un lago cercano. Sin embargo, ya hace un rato que hemos salido de casa. Nos propusimos salir de casa sobre las once de la mañana, después de quedarnos en la cama un poco más (lo necesitábamos), para visitar el jardín botánico de la ciudad. Ya habíamos estado allí unas cuantas veces durante los últimos días, pero nunca habíamos logrado encontrar los invernaderos abiertos (11 a. m. -3 p. m. ). Entonces, hoy, nos hemos asegurado de llegar a tiempo para echar un vistazo.

Justo antes de entrar en el parque, entramos un momento en Världsbutiken Klotet i Lund, una tienda elegante que solo vende productos de comercio justo. Si tuviese una casa aquí, sabría dónde comprar el mobiliario.

Dentro de las salas llenas de vapor, vimos toda una gran variedad de plantas: árboles poco comunes, flores coloridas, cactus espinosos y una familia adorable de codornices, que habían hecho su casa en una de las salas. En la siguiente sección, también vimos una pequeña exposición de tejidos que demostraba las diferentes formas en las que las fibras vegetales pueden utilizarse para crear materiales para ropa.

Cuando estábamos terminando de ver los diferentes invernaderos, era casi la una de la tarde. Decidimos ir andando hasta el centro de la ciudad y buscar un sitio para comer en el Saluhallen (mercado cubierto). Había un gran número de lugares diferentes para comer, pero rápidamente nos sentamos en Malmstens Fisk & Kök, un reconocido restaurante de marisco. Aquí, podría decirse que probé la mejor sopa de pescado del mundo. A simple vista ya se percibe su calidad superior y se confirma cuando la pruebas. Mi madre, que siempre se arrepiente de su elección cuando salimos a comer, todavía me sigue pidiendo una cucharada más.

Estábamos llenísimos, dimos un paseo por la ciudad hasta llegar a Love Coffee, una pequeña cafetería moderna donde estamos sentados ahora mismo. Hemos elegido una mesa acogedora en el jardín de atrás, pero según el verdadero estilo británico, estamos apretujados en la parte que no da el sol. Aunque a la larga, tendríamos que soportar el calor, ya que nos disponemos a ir a un lago cercano. ¡Volveré a escribir cuando lleguemos!

17:30

¡Saludos desde el lago Vaxsjön cerca de Höör! El sol brilla, el paisaje es impresionante y los tres desprendemos felicidad. Tardamos una hora en llegar, porque decidimos parar en dos construcciones religiosas por el camino. La primera fue el priorato de la Santa Cruz en Dalby, que según se dice es la iglesia de piedra más antigua de Suecia. Lo que más nos impresionó fue la ornamentación interior, que a diferencia del exterior, parecía haber sido restaurada hacía relativamente poco y también, la música del órgano en vivo que fue la banda sonora durante la visita.

De aquí, nos dirigimos a la pequeña localidad de Torna Hällestad para ver su iglesia medieval. Este edificio era extraordinario, tanto por dentro como por fuera: las bóvedas estaban decoradas con murales del siglo quince preciosos y los muros exteriores tenían piedras rúnicas vikingas (que habían encontrado en los alrededores) y las habían integrado ahí. Este punto es realmente un tesoro oculto, dudo que muchos suecos que no sean de Skåne hayan escuchado hablar de este sitio. Si alguna vez estás por la zona, asegúrate de visitarlo.

Cuarenta y cinco minutos más tarde, llegamos a un lugar para nadar, justo al lado de donde estoy ahora cogiendo los últimos rayos de sol. En nuestro paseo desde el aparcamiento, nos sorprendió encontrar lo que parecía ser un pequeño anfiteatro. Google no nos sirvió de mucha ayuda a la hora de identificarlo, pero he incluido una foto a continuación, por si alguien tiene la menor idea de lo que puede ser.

Desde entonces, hemos pasado un rato agradable saltando desde los pasos elevados de madera que recorren el lago y chapoteando en el agua refrescante. Misteriosamente, la superficie está caliente, pero un metro por debajo está totalmente congelada: una sensación bastante extraña, pero no obstante placentera. Soy de ese tipo de personas que a los diez minutos de estar nadando los labios se me ponen morados del frío, así que ahora estoy sentada en la orilla cubierta de verde, mientras mi madre y mi hermano siguen bañándose.

No creo que hagamos mucho más hoy, además de dar una calurosa despedida al coche de alquiler, así que he decidido acabar aquí este artículo. Siento si el de hoy no ha sido tan extenso como los anteriores, aún así espero que hayas disfrutado leyéndolo. Mañana es nuestro último día completo en Suecia (¡oh!), estoy segura que tendré más que contar. Por ahora, te deseo una buena tarde y espero que pronto puedas experimentar el placer de nadar en aguas abiertas.

21:00

(Mi futuro yo viene solo para decir que la foto que aparece a continuación, la hice en los jardines de Lund International School, por donde fuimos andando a casa tras dejar el coche en el garaje).

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